Por Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS)
El escenario que se abre con los resultados de las elecciones legislativas del pasado fin semana es de lucha popular para defender los logros y contener la arremetida neoliberal de la derecha oligárquica.
Tras la pérdida de varios diputados del FMLN, el oligárquico partido ARENA queda cerca de lograr la mayoría simple y – con los demás partidos de derecha (GANA, PCN y PDC) – tendría la mayoría calificada.
Con mayoría simple ARENA podría derogar o modificar la ley que prohíbe minería metálica. También podría aprobar una ley de agua con enfoque privatizador que entregue el control del ente rector de las políticas hídricas a industriales y cañeros, principales interesados en convertir el agua en mercancía y financistas del partido de derecha.
También podría revertir la Ley de Desarrollo y Protección Social y demás normativas que institucionalizaron los programas de educación, salud y de apoyo a sectores vulnerables (vaso de leche, útiles escolares, pensión básica universal, comunidades solidarias, paquetes agrícolas, etc.). Y paralelamente podría incrementar el IVA y aprobar disposiciones que favorezcan todavía más la evasión y la elusión tributaria.
ARENA también podría reformar la Ley de Acceso a la Información Pública y revertir los procesos de rendición de cuentas, transparencia y anticorrupción propiciados con la implementación de dicha normativa.
Con la mayoría califica ARENA y demás partidos de derecha podrá elegir a los “magistrados independientes” que proponga FUSADES para integrar la Sala Constitucional; es decir, magistrados afines a los intereses oligárquicos. Y, para garantizar la impunidad de sus delitos de corrupción, podría reelegir en el cargo de Fiscal General Douglas Meléndez.
Ante este escenario, las organizaciones populares, movimientos progresistas y sectores democráticos deben prepararse para intensas movilizaciones sociales.
La lucha cívica será la única alternativa para evitar graves retrocesos. De lo contrario, el país irá hacia un régimen antidemocrático como el de Juan Orlando Hernández (JOH) en Honduras y un modelo neoliberal extremo como el de Mauricio Macri en Argentina y Michel Temer en Brasil.
Es, pues, tiempo de luchar.