Por Agustín Galo Samario
Francisco Ignacio Taibo Maoho (Gijón, España, 1949) mejor conocido como Paco Ignacio Taibo II, es un mexicano que dejó de ser español a los diez años cuando su padre (Paco Ignacio Taibo I) huyó de la dictadura franquista (1959). Autor de Días de Combate y las nueve novelas policiacas que le siguieron, cuyo personaje central es el detective Héctor Belascoarán Shyne, también es reconocido por haber escrito la biografía Ernesto Guevara. También conocido como El Che y por ser un empecinado divulgador de la historia de México y promotor de la lectura a través del proyecto Para Leer en Libertad. Aquí habla ahora de política, a la que se asomó desde que alfabetizaba obreros a los 15 años y más tarde como líder estudiantil del Movimiento del 68. Andrés Manuel López Obrador, aspirante a la presidencia de la República por el partido Morena, es el personaje que en esta ocasión lo ocupa.
«¿Con quién quiero dialogar a finales de 2018? ¿Quiero dialogar con Meade? ¿Quiero dialogar con Anaya o con la caterva perredista cada vez más corrupta? No. Quiero decirle a Andrés: cúmplenos. No a las reformas. El programa de Morena dice no a todas las reformas. Pues órale, que cumpla», exige Paco Ignacio Taibo II en entrevista realizada durante al IX Feria Internacional del Libro de Azcapotzalco.
Ante las alianzas con partidos partidos de derecha y postulaciones de ex militantes del PRI y el PAN por Morena, alza la voz cuando se le pregunta si todavía cree en Andrés Manuel López Obrador: «¡No, no, no… Yo no creo en nadie, chinga! ¿Qué, esto es religión o es manda?
Y en otro momento, añade que Morena no es homogénea, tiene una izquierda, una derecha y un centro, y tiene sus opiniones diferentes. En la inclusión de muchas de las candidaturas salió esta idea del frente amplio, todos para tirar al gobierno electoralmente. “A mí me parece una idea peligrosa porque ganas votos por la derecha, pero los pierdes por la izquierda. Más allá de lo que a mí me parezca, a Andrés al parecer le está dando resultados. Sigue creciendo en las encuestas en la intención del voto”.
– No en ese sentido, si sigue creyendo en su discurso.
– No, yo creo que Andrés es honesto, no es un neoliberal y está en contra furibundamente de la corrupción. Eso sí sé, en términos de quién es Andrés. ¿Pero creer? Qué, ¿me cuadro? No en ese sentido, y yo y muchos como yo formamos parte de una corriente política que quiere empujar más a la izquierda en este país. En esto va a haber contradicciones menores con Andrés, y en los debates. Pero el primer paso es echarlos fuera, si no los echamos fuera no hay cambio posible.
Recuerda que, en principio, hay una promesa en el aire con tres puntos claves que la ciudadanía va a exigir: “Queremos que se echen para atrás las reformas neoliberales, no una, todas, la Ley de Energía, la Ley de Playas, el IVA a 17 por ciento, la ley contra los maestros, la reforma contra el 123. Segundo, queremos una batalla en serio contra la corrupción, que mande a la cárcel a los ladrones y que los saque del aparato estatal. Y el tercero, no menos fundamental, es que necesitamos que se ponga un freno a la guerra contra el narco, porque los que están poniendo las vidas no son ni el Ejército ni los narcotraficantes, sino los ciudadanos que quedan en medio de esta absurda guerra que inició Felipe Calderón y que es una guerra gringa de la que nosotros no tenemos por qué hacernos cargo”.
Es importantísimo, añade, no sólo que López Obrador llegue al gobierno federal, sino que la ciudadanía exija el cambio, que ese es el cambio que se quiere y que por eso votaron así. “No votamos para que se continúe, no votamos para que se le ponga parches al sistema. Votamos para un cambio profundo. Y yo creo que este va a ser el escenario que va a haber después de las elecciones”.
Considera que hay señales claras de que Andrés Manuel tiene la mayoría del electorado de su lado. Pero como en todo fenómeno político, no sólo depende de las voluntades sino de que el pueblo asuma de que ha votado por el cambio, que no votó por la continuidad. Porque si bien ha iniciado una apertura tratando de ganar un electorado de centro-derecha y “le ha abierto unos hoyos al PRI y al PAN espantosos”, parece haber una conciliación hacia fuerzas que no están por el cambio. “El problema es que nosotros sí estamos por el cambio. El electorado que acompañó a Morena en las elecciones pasadas estaba por un cambio profundo. En ese sentido, estos signos de debilitamiento del programa social, en términos de estas candidaturas que a mí no me gustan, de estos supuestos funcionarios que no me atraen, representan que va a haber una tensión interna y externa en el nuevo gobierno. Y esto va a ser una interacción. Mira: los cambios profundos no los hacen los caudillos, no los hacen las elecciones, los hacen los ciudadanos”.
Alfonso Romo no habla a nombre de Morena
A finales de febrero, el empresario Alfonso Romo, asesor en temas económicos de Andrés Manuel López Obrador, declaró a medios nacionales que el candidato presidencial había modificado su opinión sobre la reforma energética y que, en caso de ganar las elecciones, no habría nacionalizaciones ni se cancelarán los contratos petroleros asignados a empresas privadas. Al contrario, ahora consideró que las licitaciones son muy benéficas para el país y que “no habrá ninguna violación legal o cualquier otra cosa que pueda perturbar la confianza de los inversionistas”.
Para empezar, Paco Ignacio Taibo II pregunta: “¿De dónde diablos saca Romo esta declaración? Porque toda la movilización de hace dos años de Morena, todo su programa, el programa electoral, el documento fundamental que ha firmado Andrés, dicen: abajo la reforma energética. Romo podrá decir lo que le dé la gana, pero él no habla a nombre de Morena ni habla a nombre de los que vamos a votar”.
Pide, a la vez, tener cuidado con lo que publica la prensa en la Ciudad de México, porque lo que ahí se lee no es lo que López Obrador dice, sino traducciones dolosas de sus declaraciones. Porque “la prensa conservadora, la más reaccionaria, ha descubierto que le puede hacer más daño a Andrés diciéndole ‘andas débil por la izquierda’ que diciéndole ‘eres un peligro para México’. Eso ya fracasó, y entonces andan buscando cómo crearle un nudo en la garganta.
“Andrés anda diciéndole a la banca, calma, no estamos abriendo una puerta a la revolución. Sin embargo, no deja de decir, día con día, vamos a acabar con la corrupción. Y esto tiene significados profundos, y los banqueros más vale que lo entiendan porque han sido cómplices del proceso de la corrupción.
“Entonces, digamos, los signos conservadores en los últimos meses durante la campaña de Andrés yo los veo sin simpatía, no me atraen, pero no cambian mi actitud. Yo creo que hay que seguir”.
– ¿Qué opina de que en el gabinete que anunció no hay gente de la sociedad civil, personas ligadas a la cultura como usted que lo ha apoyado desde hace tiempo?
– Yo decidí no colaborar en la campaña general sino en la de la Ciudad de México con Claudia Sheinbaum. Y esto es una decisión personal porque me siento más identificado. Bueno, eso es lo que hay. Vamos a tener un gabinete que quién sabe si sea el mismo que él ha anunciado. Abusado, todavía Andrés va a dar algunas sorpresas. Pero más que eso, vamos a tener a la mayoría de los gobernadores en contra, no vamos a tener mayoría absoluta en el Senado, no vamos a tener mayoría en la Cámara de Diputados. Entonces, gobernar en el 2018 va a ser difícil, no va a ser fácil, y sólo se puede lograr (el cambio) si las iniciativas que cuentan con el apoyo popular son respaldadas con la movilización popular. Yo diría que esa es nuestra misión: construir un respaldo hacia una propuesta. Yo no vengo a votar ciego, no voy a votar ciego y nunca he votado ciego en mi vida. Lo que sí quiero es que haya una coyuntura abierta para desmantelar el monopolio que se ha construido.
Ante un fraude a la vista, organización
Sin mencionarlos, pero en obvia referencia al PRI, al gobierno de Enrique Peña Nieto o al PAN, advierte que se va a intentar hacerle fraude a López Obrador: “¡A güevo que va a haber fraude! No les va a dar para enfrentar una candidatura como la de Andrés, que ya lleva una ventaja, yo diría, mayúscula. Pero, además, en la forma en que se construyó el proceso electoral, las candidaturas independientes le van a quitar votos al PAN y al PRI, y no a Andrés.
Para Paco Ignacio Taibo II todo luce muy claro: Habrá descalificaciones y guerra sucia en cuanto inicien formalmente las campañas. Y abundante, con provocaciones, fraudes electorales “para tirar pa’arriba. Lo tenemos que esperar, va a suceder”. Pero más allá de que se vaya a votar o no por Morena, hay una demanda cívica: “Tenemos que organizarnos para proteger las elecciones, vigilarlas, estar ahí, estar en las casillas, certificar los votos. Nunca más el que hay diez que votaron por el PRI y en la sábana aparecen cien”.