“El hecho de que el poder esté concentrado entre tan pocas empresas ha hecho posible que la Red se vuelva un arma”, advierte el informático británico Tim Berners-Lee.
por Jessica Corbett, redactora de Common Dreams.
En el 29º aniversario de la fundación de la World Wide Web, el científico informático británico Tim Berners-Lee, el inventor de Internet, como lo conocemos, y defensor de los derechos digitales desde hace mucho tiempo, escribió una carta abierta para exigir regulaciones más estrictas a las principales corporaciones tecnológicas cuyo objetivo es controlar la Red.
“Lo que una vez fue una abundante selección de blogs y sitios web ha sido comprimido bajo el poderoso peso de unas pocas plataformas dominantes”, se lamenta Berners-Lee, en su artículo para The Guardian. “Esta concentración de poder crea un nuevo grupo de vigilantes que permiten que solo un puñado de plataformas controle qué ideas y opiniones se ven y se comparten”.
“El hecho de que el poder se concentre en tan pocas empresas ha permitido “militarizar” la red a escala”, advierte, señalando cómo recientemente “hemos visto la tendencia de las teorías de conspiración en plataformas de medios sociales, falsas cuentas de Twitter y Facebook que avivan las tensiones sociales, actores externos que interfieren en las elecciones y criminales que roban muchos datos personales».
Aunque los usuarios de internet en todo el mundo “buscaron respuestas en las mismas plataformas”, Berners-Lee piensa que un “marco legal o regulatorio que tenga en cuenta los objetivos sociales puede ayudar a aliviar esas tensiones”.
Su llamado por reglas más estrictas para preservar el Internet abierto sigue la reducción de las protecciones federales de neutralidad de la red de Estados Unidos a finales del año pasado, a lo que Berners-Lee se opuso fuertemente, llamando al plan maestro del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Ajit Pai, para destruir las salvaguardias a nivel nacional que impedían a los proveedores de servicios de Internet poner un énfasis especial a ciertos contenidos «una de las mayores amenazas a la red en Estados Unidos».
Hoy, Berners-Lee dirige la World Wide Web Foundation, que trabaja para “desarrollar la web abierta como un bien público y un derecho básico”. En su artículo para The Guardian, además de exigir más regulaciones, también enfatiza las necesidades de cerrar la brecha digital y facilitar conversaciones más inclusivas sobre el futuro de Internet.
Señala que las Naciones Unidas declararon el acceso a Internet como un derecho humano básico en 2016, y mientras que este año estamos llegando al punto en el que más de la mitad de la población mundial está en línea, es mucho menos probable que las personas (especialmente las mujeres, los pobres o los que viven en regiones rurales, o alguna combinación de esas características) tengan acceso a internet.
Berners-Lee también declara que «la poderosa economía digital de hoy exige estándares sólidos que equilibren los intereses de las empresas y los ciudadanos en línea”, y enfatiza la importancia de “consultar a una sección diversa de la sociedad en el proceso” de repensar cómo funciona el internet ahora.
Hay que desafiar «el mito de que la publicidad es el único modelo comercial posible para las compañías en línea, y el mito de que es demasiado tarde para cambiar la forma en que operan las plataformas», concluye, «en ambos aspectos, necesitamos ser un poco más creativos».
Traducido del inglés por Valeria Torres