Ante los preocupantes sucesos acontecidos ayer 15 de marzo de 2018 en el madrileño barrio de Lavapiés, Convergencia de las Culturas queremos compartir las siguientes reflexiones:
1) Toda muerte es lamentable, pero la del senegalés Mame Mbaye lo es más si cabe, ya que es una muerte que no debería haber sucedido nunca si no fuera por las duras condiciones de presión constante, stress, inseguridad y, muy probablemente, falta de la adecuada prevención sanitaria.
2) Si bien no se puede responsabilizar a la Policía Municipal por su actuación en este deceso, no podemos dejar de considerar el celo profesional con el que se persigue a personas en grave riesgo de exclusión social que tratan de sobrevivir dignamente sin delinquir. No olvidemos que la venta ambulante sin permiso no es un delito, es como mucho una falta administrativa.
3) Y si hablamos de criminalización por simples faltas administrativas hemos de recordar que en nuestro país siguen funcionando esas cárceles encubiertas e ilegales que son los CIEs, donde se mantienen privados de libertad y en condiciones indignas a ciudadanos extranjeros que, en su inmensa mayoría, tan sólo están sujetos a alguna irregularidad en sus papeles. Verdaderos «centros de la vergüenza», con condiciones que han sido denunciadas por los propios jueces, donde se registran numerosos maltratos e incluso muertes en circunstancias sospechosas, como la de Samba Martine, Idrissa Diallo y tantos otros. No nos extrañe que cualquier persona en la situación de Mambe huya despavorido de la persecución policial ante la temible perspectiva de acabar en uno de esos centros.
4) Por último no podemos obviar la situación de temor e indignación que se ha generado en el barrio por los disturbios acaecidos durante la noche. Disturbios que, como en tantas otras ocasiones, son alimentados por la actuación irresponsable y prepotente de aquellos mismos que deberían trabajar para evitarlos.
Por todo lo anterior, debemos reafirmarnos en nuestra permanente denuncia de la desigualdad, la inequidad y la xenofobia y nuestro compromiso con el barrio, con la lucha no-violenta por la no-discriminación y el diálogo entre culturas.
¡Ningún Ser Humano es Ilegal!
¡No a la criminalización de los manteros!
¡Cerremos los CIES!