El Panorama Africano de Notas – Periodismo Popular es un intento por llenar el vacío informativo que dejan los grandes medios de comunicación y una apuesta a fortalecer la circulación de información Sur-Sur. Hoy con noticias de Guinea, Burundi, Liberia y Zambia.
Por Santiago Mayor
Siete muertos en Guinea tras las elecciones locales
El pasado 4 de febrero la población guineana acudió a las urnas para elegir autoridades locales en unos comicios demorados ocho años (por falta de fondos primero y la epidemia del ébola después). La oposición denunció fraude de parte del gobierno del presidente Alpha Conde y salió a protestar a las calles.
El ex primer ministro Sidya Toure, hoy dirigente de la oposición, aseguró que un militante del oficialismo fue capturado por sus seguidores en Conakry, la capital, cuando se dirigía a un centro de votación con dos mil cédulas. Y sostuvo que esta práctica se repitió en otras zonas del país.
Tras el asesinato de dos personas en el marco de la represión gubernamental -donde aún se debate si fue responsabilidad de las fuerzas de seguridad o de los propios manifestantes- el miércoles 7 de febrero cinco bebés murieron en un incendio, también provocado en el marco de las marchas por la presunta irregularidad de la votación.
Los hechos se dieron en la localidad de Kalinko, en el centro del país, y las autoridades arrestaron a 50 personas acusadas de provocar distintos desmanes, entre ellos la quema de casas que derivó en la muerte de los menores.
Mientras tanto Salif Kébé, presidente de la comisión electoral, anunció el sábado resultados parciales en los que se imponía el oficialismo. No obstante, aclaró que “hay varios distritos electorales donde se han compilando los resultados” que ya están en poder de la comisión, “pero varios de ellos están sujetos a amparos judiciales”. “Según la ley, solo podemos declarar los resultados después de que el juez haya resuelto definitivamente la disputa”, explicó.
Las elecciones locales de Guinea fueron las primeras desde el fin de los gobiernos militares que dirigieron los destinos del país desde su independencia en 1958 hasta 2010 cuando fue electo el actual mandatario en los primeros comicios libres de la historia guineana.
El gobierno de Burundi desmiente a la ONU respecto a los refugiados
La semana pasada el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que durante 2018 habrá 50 mil burundeses que abandonarán su país debido a la inestabildad política y las violaciones a los Derechos Humanos. Las autoridades del pequeño país africano calificaron como “exagerado” el cálculo.
El organismo dependiente de la ONU detalló que actualmente Tanzania acoge a 254 mil desplazados de Burundi, 89 mil se hallan en Ruanda, 44 mil en la República Democrática del Congo y 40 mil en Uganda. Ante este escenario ACNUR aseguró no contar con los fondos suficientes para afrontar la ayuda humanitaria necesaria.
En total se requieren 391 millones de dólares, pero en 2017 la agencia solo pudo conseguir un 21% de los recursos estipulados. “Esto convierte al plan de respuesta para los refugiados de Burundi en el de menor financiamiento del mundo”, destacó un informe oficial.
“ACNUR infla de manera deliberada el número de refugiados burundeses en otros países para obtener más fondos”, denunció por su parte el viceministro del Interior del país Terence Ntahiraja. El funcionario afirmó que muchas de las personas que abandonan el territorio “en realidad no son refugiados, sino migrantes económicos, confesionales, delincuentes y políticos autoexiliados”.
Burundi atraviesa una constante inestabilidad dada la crisis política que se vive desde 2015 cuando el presidente Pierre Nkurunziza se presentó a las elecciones accediendo a un tercer mandato consecutivo.
Esto implicó una violación de la Constitución y del acuerdo de Arusha de 2005 (que puso fin a la guerra civil iniciada en 1993). En la previa a las elecciones se llevaron a cabo innumerables manifestaciones e incluso una rebelión militar que depuso de su cargo al mandatario durante tres días hasta que fue sofocada por las fuerzas leales.
Nkurunziza fue reelecto aunque los resultados no fueron reconocidos por la comunidad internacional argumentando que se llevaron a cabo sin las garantías necesarias. Desde entonces la persecución a opositores se ha profundizado. Además en mayo de este año -tal como anunció en diciembre pasado el jefe de Estado- se llevará a cabo un referéndum constitucional que, de ser aprobado, permitirá al actual mandatario gobernar por dos períodos de siete años a partir de 2020.
Weah sufre su primer revés político como presidente y ordena la renuncia del ministro de Justicia
El presidente liberiano George Weah, que asumió el cargo el 22 de enero, debió pedir la renuncia de Charles Gibson, su ministro de Justicia, acusado de corrupción y malversación de fondos.
Gibson había sido despojado de su licencia como abogado por estafar por 25 mil dólares a un cliente. En su lugar fue propuesto Musa Dean, quién deberá esperar la aprobación del Senado para asumir. Dean es un seguidor del jefe de Estado que ejerció un rol clave durante la batalla legal en la que fue postergada la segunda vuelta presidencial finalmente ganada por Weah.
La destitución del funcionario supone el primer golpe para el mandatario que llegó al gobierno como un abanderado de la lucha contra la corrupción. De hecho, una de sus primeras medidas fue que todas las agencias autónomas y corporaciones públicas del Estado liberiano deban recibir autorización expresa de la oficina presidencial para gastar una cantidad superior a tres mil dólares en transacciones operacionales.
Una de las principales consecuencias del desvío de fondos públicos -una verdad reconocida a viva voz en Liberia- es la deficiente infraestrcutura del país. Aún hoy, a 15 años de finalizada la guerra civil, el abastecimiento de agua y electricidad en la capital, Monrovia, es deficiente.
Se agrava la epidemia de cólera en Zambia
Hasta el pasado fin de semana 70 personas han muerto en Zambia producto de una epidemia de cólera que obligó a suspender el reinicio del ciclo escolar y llevó al cierre de mercados populares y oficinas de trámites. El objetivo de las autoridades es evitar la aglomeración de personas y reducir las posibilidades de contagio.
Pero a los choques entre policías y comerciantes (que exigen la reapertura de los mercados), se sumó el viernes pasado el inicio de una huelga de trabajadores de la salud el hospital más importante de Lusaka, la capital. Los huelguistas reclaman el pago de 350 kwacha diarios (alrededor de 35 dólares) en vez de las 50 (cinco dólares) que reciben actualmente.
El ministro de Salud, Chitafu Chilufya, rechazó el reclamo y exigió un esfuerzo a los trabajadores para afrontar la epidemia. Sin embargo esto generó malestar no sólo en la población sino también en organizaciones humanitarias y entidades donantes de fondos para enfrentar la enfermedad quienes pidieron una rendición de cuentas del destino del dinero aportado.
Santiago Mayor – @SantiMayor