Casi el 70 % de los alemanes consideran que los miembros del Partido Social Demócrata (SPD) no están en condiciones de gobernar Alemania, según una encuesta del Instituto Civey. En las últimas elecciones obtuvieron su peor resultado electoral con un pobre 20,5 % de los votos.
Sin embargo, frente a la disyuntiva que tiene Ángela Merkel de haber sido reelecta, pero llevar cuatro meses sin haber podido conformar un gobierno, está cediéndole a los socialdemócratas ministerios claves para poder resolver la crisis de gobernabilidad que acucia a la potencia europea.
“Los cuatro años son lo que yo prometí. Y yo soy de las personas que mantienen su palabra”, le dijo a la cadena ZDF la tercera vez reelecta, Merkel y admitió como “doloroso” ceder al desacreditado partido el ministerio de Finanzas, algo que desde el partido Conservador, al que pertenece Merkel es visto como una claudicación importante. “Mi partido seguramente ha pagado un alto precio por formar gobierno estable, pero no hubiese sido responsable que las negociaciones fracasasen debido a los ministerios”, explicó la mandataria.
De esta manera dejaría la cartera de Finanzas, el conservador Wolfgang Schäuble, que lleva dos gobiernos manejando las riendas de la economía alemana y modelando el plan de austeridad del país y del continente.
Los socialdemócratas se puede considerar que son unos grandes negociadores, ya que además de Finanzas, manejarían los ministerios de Relaciones Exteriores, Justicia, Familia y también el de Trabajo y Asuntos Sociales.
Tras la victoria electoral del 24 de septiembre Merkel no ha conseguido conformar gobierno y ahora necesita que las bases del partido Social Demócrata avalen esta propuesta que devuelve un rol protagónico en la política nacional al SPD. Recién en marzo se conocerán los nombres de quienes se harían cargo de los diferentes ministerios, pero el partido vive momentos tumultuosos y la coalición con los Conservadores no está garantizada.