Por La Retaguardia
El barrio 50 viviendas de Ingeniero Juárez, Formosa, sufrió dos represiones durísimas en pocos días, que dejaron varios heridos, detenidos que ya están libres y la zona militarizada. Hugo Torrico, integrante de las comunidades wichí, habló con Fernando Tebele en el programa La Retaguardia y contó cómo está la situación allí. Repasó la historia del barrio y el trasfondo real, que es un posible desalojo.
“Este conflicto con los pueblos originarios ya venía sucediendo hace aproximadamente 10 años. Antes, tal vez porque nosotros éramos poco expresivos, éramos manejados y nunca nos hacíamos escuchar sobre lo que estamos atravesando, todo era tranquilo. Con el correr del tiempo, las comunidades fueron tomando coraje. Se fue tratando de convivir como sociedad de Ingeniero Juárez. Sabemos que todavía estamos lejanos a la gente criolla por nuestras costumbres y nuestra manera de vivir. Nosotros sentimos más la vida cerca del lago y cerca del monte. Nuestra riqueza es nuestro territorio. Aquí en Formosa la situación de los pueblos indígenas es muy complicada. La gente va tomando conciencia de la realidad que estamos viviendo. Por el hecho de pensar diferente se han hecho notar las persecuciones que sufrimos a través de la Justicia, las represiones y las discriminaciones. Se hace sentir la falta de trabajo, la falta de integración y la falta de salud y de educación. Nos propusimos enfrentar estas situaciones acompañados por quien comprenda más de la realidad de los pueblos indígenas para que seamos escuchados” comenzó relatando Hugo acerca de la problemática histórica de las comunidades originarias en Formosa.
Torrico contó el engaño que padecieron con la creación del Barrio 50 viviendas, donde la mitad de las construcciones que se hicieran serían para las comunidades de Ingeniero Juárez. Cuando cayeron en la cuenta de que serían habitadas en su totalidad por criollos, ocuparon esas tierras: “Fue una decisión política y un engaño hacia las comunidades. Lo que ha hecho del Ejecutivo municipal es llamar a una asamblea a los referentes políticos y comisiones vecinales de caciques con el propósito de solicitarles a las comunidades que cedan el terreno para construir viviendas con intención de poner 50% de las viviendas para las comunidades y 50% para distribuirlo entre quienes ellos quieran. Cuando ya estaban totalmente terminadas y con fecha especificada para la entrega de las viviendas, averiguamos por todas las comunidades y resulta que a nadie se lo llamó para decirle que le habían asignado vivienda. Nosotros no tenemos documentos de esos terrenos, históricamente lo ocupaban nuestros ancestros. Esa tierra es nuestra, de nuestros ancestros. Decidimos ir a tomar el 50 viviendas, porque es nuestro. Éramos 600 familias que tomamos allá”, señaló Hugo, que advirtió de antemano que el acuerdo parecía tramposo: “El modelo de estructura era para gente blanca, no para nosotros. Cuando traen algún proyecto de vivienda ya viene diseñado para las comunidades. Esto era algo especial y sabíamos que no era para nosotros. Tomamos esas viviendas como pueblo indígena”, expresó.
Por ello, han sido citados por la Justicia, pero pidieron que algún representante se acercara a Juárez para tomarles declaración ya que no cuentan con los recursos para trasladarse hasta el juzgado: “Nos han denunciado por usurpación. La empresa a cargo de las viviendas nos hizo una denuncia penal a quienes tomamos las viviendas. Tuvimos que ir a desfilar para declarar. Cuando la Justicia nos llamó a nosotros, éramos como 180 que teníamos que ir. Nosotros tenemos la voluntad de ir a declarar en la justicia por qué nosotros tomamos las viviendas, pero por escasos recursos no tenemos para pagar el boleto. Hicimos una nota al juez pidiendo que alguien de la Justicia se traslade a nuestra localidad y vamos a tener la voluntad de ir a declarar”, aseguró Torrico en conversación con Fernando Tebele en Radio La Retaguardia.
Cuando visitamos la zona en julio de 2017, La Retaguadia pudo advertir que el barrio ya estaba militarizado, aunque no al nivel de estos días. En cada esquina del 50 Viviendas, patrullas policiales acechaban a los y las vecinas. Incluso pudimos advertir que una de las viviendas directamente estaba tomada por la policía.
La situación en Ingeniero Juárez respecto a la violencia policial empora cada vez más. Los wichí se ven envueltos en las mentiras de los medios locales que difunden que son los originarios quienes provocan a la policía, cuando en verdad es al revés: “Muchos se han acercado a ver qué es lo que ha pasado. Hay gente que comunica la realidad que vivimos nosotros como comunidad, pero muchas veces algunos medios quieren hacernos confrontar entre nosotros. Digo esto porque la policía misma es la que agredió a un grupo de chicos que iban pasando durante el reclamo en el 50 Viviendas. No es que la comunidad insulta o que somos agresivos. No nos creemos dueños de todas las tierras. Respetamos la Constitución y las leyes. Nosotros en ningún momento usurpamos. Lo que hace el Estado provincial contra las comunidades es reprimir y provocar muertes. Han muerto pastores; a veces por ir a cazar un animalito al monte de ellos, porque ya dicen que es de ellos, te sacan a tiros y balazos. Si salís vivo, salís, si no salís muerto. Eso es lo que está pasando aquí en Formosa”, explicó Hugo y remarcó la participación del Gobernador de Formosa para acentuar esta problemática: “El Gobernador Gildo Insfrán dijo: ‘Si ustedes, los dirigentes, no ponen buena voluntad para sacar a su gente, nosotros tampoco vamos a hacer nada para ustedes’. Esa espina la lleva debajo del calzado el Gobernador. Se siente muy molesto. Hace 30 años le estamos pidiendo el título de propiedad y no nos lo da. Cuando vamos a tomar el territorio nos sacan a tiros. Ya no estamos usurpando. Mucha gente nos dice que vayamos en forma pacífica. Eso es lo que estamos aprendiendo, buscar el diálogo, pero no se encuentra fácilmente. Primero está el apriete y después la amenaza. Cuesta llegar a la gente. Poca ayuda tenemos ante esta situación”, denunció Torrico que además agregó que deben soportar las provocaciones y los insultos discriminatorios de la policía de Formosa. “Ese día, el lunes por la noche, la policía nos decía ‘vayan a dormir matacos de mierda, sucios de mierda. Lo único para lo que sirven es para vagar nomás. Son generadores de problemas’. Entonces los chicos reaccionan. Nadie dice esas cosas. Nadie dice que la policía de Formosa trató a los originarios de forma discriminatoria. Nosotros tenemos que decir la realidad, cómo nos tratan a nosotros”, expresó.
Otro de los apuntados por Torrico fue el Ministro de Gobierno, Justicia, Seguridad y Trabajo de Formosa, Jorge Abel González, a quien señalan como responsable de muchos de los males de los wichí en la provincia: “Hay policía en distintos barrios de Ingeniero Juárez. Hace poco se creó en Formosa la policía antidisturbios. Dicen que los aborígenes son agresores y ladrones. Desbaratan a cualquier persona que se le cruce por el camino. Nosotros no somos eso, nos insultan de esa manera. El Ministro de Justicia que hoy tenemos en Formosa, Abel González, conoce bien la realidad, conoce senda por senda los pueblos indígenas. Él fue asesor de los indígenas. Gildo lo tomó a él porque conoce a la gente de la comunidad. No nos representa a nosotros. Cuántas balas han tirado a la gente de este Ministro. Se puso más pesado esta semana. El conflicto no es con el criollo ni con el vecino, es con la policía. La agresión viene de parte de la policía. Ahí nace la impotencia de las comunidades. Inventaron que los aborígenes fueron a saquear a un supermercado, pero acá no hay supermercado. Lo que escriben esos medios es lo que les dice la policía, recibiendo órdenes del Ministro para buscar excusas. En ningún momento hemos ido a saquear un supermercado. La policía le hizo perder un ojo a un integrante de la comunidad. A otro le metió la bala por la espalda. Nadie cuenta eso. Lo esconden todo. En un mes, cuántas balas tienen hoy los chicos en su cuerpo y en su rostro. Por cuestiones de miedo no quieren acercase al centro de salud porque se acerca la policía y los quiere llevar. Ya fueron llevados 5 chicos. Los tuvieron detenidos una semana. Es la misma policía la que insulta a los miembros de la comunidad. Los corre con el caballo y los asusta. Estamos pidiendo que la policía actúe de forma desarmada. Ellos van con balas de goma. Para ellos los originarios son conejos”, denunció Hugo.
Por último, Torrico contó que los wichí y el resto de las comunidades han decidido en asamblea negar cualquier tipo de obra de construcción de viviendas que quiera realizarse en la zona a partir de ahora: “Acá en Juárez no se construye más viviendas para nadie. Esperemos que esto mejore. Mientras esté este Gobierno en Formosa no creo que mejore. Para ellos somos un estorbo, somos un conejo de caza. Vamos a seguir reclamando y pidiendo justicia y que el derecho humano se respete. Sepan que aquí hay indígenas que viven todavía, están de pie y van a seguir clamando por el bien de una comunidad”, cerró.
Según pudo saber La Retaguardia, el desalojo del 50 Viviendas ya estaría firmado por la justicia, por lo que no es apresurado pensar que los dos episodios violentos tienen como finalidad generar un desgaste, tanto para los originarios, como para los criollos, y que quede instalado que la única solución para conseguir paz es el desalojo. En realidad, la mejor manera de conseguir tranquilidad es que todas las personas puedan acceder a sus viviendas, pero esa es otra historia.