Un día después de que se cumpliera el plazo para el cese al fuego pactado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno colombiano desde el pasado mes de octubre, se ha puesto en riesgo la negociación que se adelanta en Quito, Ecuador. Tres atentados perpetrados en las últimas horas y que el Gobierno atribuye a integrantes del ELN en distintas zonas del país, han provocado que el presidente Juan Manuel Santos llamé a consultas al equipo negociador encabezado por el ex vicepresidente Gustavo Bell Lemus, que se encontraba en la capital ecuatoriana, a pocas horas de comenzar el quinto ciclo de las negociaciones.
Ambas partes habían manifestado a través de distintos medios su disposición de continuar el cese al fuego una vez concluido el plazo y, solo era cuestión de comenzar la nueva ronda de negociaciones, para llegar a un acuerdo sobre nuevas condiciones.
En un comunicado emitido hace algunas horas por el Gobierno, expresa que
“Ha sido clara y expresa la voluntad del Gobierno Nacional de prorrogar el cese al fuego y de renegociar condiciones que atiendan al llamado de todos los colombianos y de la comunidad internacional. Para ello la Delegación del Gobierno ha estado más que dispuesta a retomar el diálogo en Quito y avanzar sustancialmente en los puntos de participación de la sociedad en la construcción de la paz y el cese al fuego”
El comunicado señala que los hechos que han llevado a esta situación corresponden a un atentado en el oleoducto en Aguazul, departamento del Casanare; otro en Benadía, departamento de Arauca; uno más en la vereda Cañaguata, municipio de Cubara, departamento de Boyacá y el lanzamiento de una granada contra infantes de marina en la vía que conduce de Arauquita a Saravena; concluye afirmando que “el Gobierno analiza en este momento lo ocurrido y sus implicaciones para el futuro de la Mesa de Diálogo. Buscaremos privilegiar el bienestar de los colombianos y precisar el mejor camino para avanzar en la decisión correcta hacia la paz”.
Después de los incidentes que empañaron el comienzo del cese al fuego en el mes de octubre pasado con el asesinato de Aulio Isamarra, gobernador del resguardo indígena Catru Dubaza Ancoso, del municipio del Alto Baudó en el departamento del Chocó y las denuncias ciudadanas sobre hostigamientos del ELN en varias zonas del país, este momento constituye la segunda gran crisis del proceso que se adelanta en Quito.