Comunicado de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común
Con sumo dolor e indignación recibimos la noticia del asesinato de dos de nuestros camaradas en el municipio de Peque, en el Occidente antioqueño. Wilmar Asprilla y Ángel de Jesús Montoya se econtraban en este municipio realizando un encuentro con la comunidad y preparando una reunión para impulsar la campaña del candidato a la Cámara de Representantes por Antioquia Wilman de Jesús Cartagena Durango.
La comunidad denuncia que a las 11 de la noche se escucharon varios disparos en un parqueadero, por lo que la Policía acudió al lugar donde encontró sin vida a los dos excombatientes. El candidato a la Cámara, por motivos personales no pudo asistir a la reunión, hecho que lo salvó de ser también asesinado. Desconocemos los responsables de esta grave vulneración a la paz.
Wilman y Ángel eran militantes activos de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. Eran hombres comprometidos que estuvieron en constante lucha por la construcción de una Colombia más justa y en paz. Nos solidarizamos con sus familiares y amigos.
Las y los excombatientes de las FARC-EP e integrantes de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común han sido objeto de la constante persecución por parte de actores armados que buscan desestabilizar la implementación de los acuerdos de paz y generar temor y zozobra de quienes hoy creemos en el camino de la reconciliación, pues a la fecha más de 30 excombatientes han sido asesinados.
Vemos con preocupación que la cultura de eliminación física de la oposición política siga haciendo carrera en Colombia, y que no se cumpla con brindar garantías de seguridad para el ejercicio de la política al nuevo partido político surgido de la transformación de las FARC.
Cumpliendo con lo pactado en La Habana, venimos realizando reuniones y encuentros con las comunidades con el objetivo de socializar nuestra propuesta política. Hacemos un llamado al Estado colombiano y a las autoridades competentes a pronunciarse frente a los sistemáticos asesinatos no sólo de nuestros camaradas, sino también de líderes y lideresas sociales y defensores y defensoras de derechos humanos, y tomar medidas para que no se repita un genocidio político como lo ocurrido con la Unión Patriótica. Además es necesario, de manera urgente, dar cumplimiento al Acuerdo de Paz en sentido del desmonte de las estructuras paramilitares.
¡Que la paz no nos cueste un muerto más!