Por Nazanin Armanian para Público.es
Mientras las autoridades de la República Islámica (RI) se apresuran a llenar las calles con sus partidarios – quienes a cara descubierta y sonrientes llevan grandes pancartas-, decenas de miles de trabajadores y estudiantes siguen protestando entre balas, porras y palizas. A miles de detenidos se les puede aplicar la “ley antiterrorista” (semejante a la Ley Patriot de Bush), que incluye la pena capital, por lo que hay ya concentración de familiares delante de las prisiones del país. Entre al menos una veintena de asesinados hay dos niños de 11 y 13 años.
La crisis estructural de la RI que ha provocado las actuales revueltas, deja las siguientes reflexiones:
1. El ‘Líder’ Alí Jameneí se niega a reconocer su responsabilidad en la desastrosa gestión del país, y vuelve a acusar a EEUU e Israel de estar detrás de las protestas. Entonces ¿por qué el jefe de los Guardianes Islámicos (GI), el comandante Yafari, señala al ex presidente Mahmoud Ahmadinejad de ser el instigador de los disturbios? ¿Será Ahmadineyad un agente del Mosad? Ambos han intentado buscar pretextos para enviar a la cárcel a quien fue su servil aliado en arruinar la rebelión popular del 2009, aunque también se trataría de una ‘justicia poética’. La televisión estatal ha emitido un vídeo en el que ‘alguien’ a cara descubierta pide ayuda Israel, lo cual no sólo muestra la capacidad de engaño de la policía sino de cientos de policías infiltrados entre los manifestantes. Lo surrealista ha sido las declaraciones de Mohsen Rezai, presidente del Concejo de Discernimiento que ha culpado al cuñado de Saddam Husein del “Plan de protestas” en Irán.
2. En Israel, aunque Netanyahu no se atrevió acusar a miles de israelíes que protestaron el 10 de diciembre contra su gobierno corrupto de ser “agentes de Irán”, sí que el Shin Bet anunció el 3 de enero haber destruido una célula terrorista dirigida por Irán en Samarra y Yehud. Según el diario árabe Al-Monitor, a pesar de los grandes esfuerzos para espiar a Irán, la inteligencia israelí fue sorprendida por la actual ola de protestas. Arabia Saudí también justificó la ejecución del ayatolá Nimr, tachándole de ser servil a Irán.
3. Llamar “enemigos” a los trabajadores manifestantes, no sólo muestra el aislamiento de las autoridades del pueblo, sino una realidad: ‘los de arriba’ y ‘los de abajo’ son enemigos de clase. Acaban de ingresar al anciano ayatola Shahrudi en un hospital privado en Alemania, pero no existe un seguro social universal para la población. El sueldo de un médico es 150 veces más que el de un obrero. Si no se ven mendigos por las calles de Irán se debe al profundo sentido de dignidad que tiene este pueblo: suelen ocultar la palidez de su cara de desnutrida, aunque sea “abofeteándose para darle el color rosado”, como dice el refrán persa. En 2015, una huelga de media jornada de los bazaríes (la burguesía comercial) que se negaban a pagar el IVA fue suficiente para que Rohani les eximiera a pagar impuestos. Pero no hubo compasión para los 17 obreros de la mina de oro Agdarreh en Azerbaiyán que recibieron entre 30 y 100 latigazos en 2014 por solidarizarse con los 350 compañeros despedidos. El año pasado murieron cerca de 1600 obreros de la construcción en accidentes laborales. ¡Como si fuera Qatar!
4. La extrema derecha islamista sigue amenazando a las madres y los padres trabajadores a que si sus hijos gritan pidiendo comida vendrá ‘el Coco’ Trump y se los comerá: que elijan entre morir de hambre o por el impacto de misiles de los yanquis. En contraste, por primera vez en su historia, los ayatolás chiíes experimentan la vida de los reyes y jeques árabes.
5. El presidente Rohaní desmiente los rumores sobre su dimisión, lanzado por el sector Jameneí. Señal de que va a resistir. En junio pasado, Rohaní acusó abiertamente a los militares de haber creado un Estado armado dentro del Estado, controlando la economía, el poder judicial y los medios de comunicación, además de ser responsables de la monumental corrupción en la administración. La ruptura en la cúpula del poder es tal que el presidente puede enfrentarse a una moción de censura y convocar nuevas elecciones, ser acusado de “colaborador de EE.UU.”, o sufrir un golpe de estado.
6. Las crisis cíclicas del sistema instalado por una teocracia islámica han mostrado su incapacidad de satisfacer las aspiraciones políticas, económicas y sociales de una sociedad avanzada como la iraní. La nueva generación tiene derecho a elegir un sistema viable. La edad de los tres principales clérigos que gobiernan Irán tienen entre 70 y 90 años.
7. Esta rebelión popular lejos de ser repentina, es la culminación de un año 2017 con cerca de 1.700 protestas ciudadanas, según el Gobierno, por: el retaso en el cobro de los salarios; cierre de las fábricas; estafa bancaria; disparar y matar a los ‘kulbar’ (porteadores) que se desloman traficando mercancías cruzando las montañas que separan Turquía de Irán; falta de atención médica a los presos políticos en huelga de hambre (entre ellos Reza Shahabi y Esmail Abdi, conductores de autobuses); la creciente sequía que está forzando a miles de personas a emigrar, o la falta de medidas contra la contaminación en una mega ciudad como Teherán que no sea el cierre de los colegios durante días. Los indignados iraníes habían utilizado todos los medios pacíficos a su alcance: desde las urnas, hasta escribir cartas abiertas a Jameneí y concentrarse delante de su residencia, o del Parlamento, y ninguno había dado resultado. ¿Cómo deberían reaccionar miles de damnificados del reciente terremoto de Kurdistán cuando oyen de un clérigo (que habita en una vivienda antisísmica) que el temblor de la tierra era “un castigo a sus pecados”? Han muerto 4 supervivientes en las tiendas de campaña por las temperaturas gélidas de la zona. Estamos ante el proceso del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos.
8. Ya preparan vídeos de “confesiones” de los detenidos en las que “reconocerán” ser agentes del Mosad y de la CIA, una vez pasados por las cámaras de tortura. Es uno de los métodos favoritos de la RI en desacreditar a los opositores y además justificar sus ejecuciones. El Sha y Saddam Husein también recurrían a este método por ser una “prueba fehaciente”.
Los pragmáticos “indignados”
9. Las manifestaciones no tendrían el formato de un estallido social si no fuera porque la RI ha prohibido todos los canales de la expresión pacífica de los ciudadanos. Es ahora, después de 38 años cuando Rohaní ordena a los gobernadores de las provincias legalizar las protestas pacíficas.
10. De forma instantánea, la demanda de una ‘democracia económica’ de las zonas deprimidas ha pasado a la ‘democracia política’ en las ciudades grandes. Una alianza entre los trabajadores y la clase media, sobre todo con los estudiantes universitarios, es la pesadilla para la RI. ¡Han detenido a unos 90 universitarios de izquierdas de forma preventiva!
11. El perfil bajo de Teherán en la actual marea popular se debe a la espectacular concentración de los antidisturbios en la capital, quienes también han tomado las refinerías, vigilando al “proletariado” del país. Saben que el resultado de la batalla entre el capital y el trabajo se determina en las ciudades y en las zonas industriales.
12. Las consignas apuntan a la casta clerical y su hipocresía en pedir austeridad al pueblo y vivir en opulencia. No pretenden derrocar a la RI, exigen reformas políticas sociales y económicas.
13. Por primera vez, las masas iraníes, decepcionadas de los reformistas y moderados, de forma masiva piden la separación entre la religión y el poder: no solo porque las leyes religiosas han agravado los problemas que dejó la dictadura semi-secular del Sha en 1979, sino también porque estas dos facciones no han podido reducir el peso del clérigo y los militares ‘ultras’ en el poder.
14. La experiencia del penoso fin de la grandiosa y espontánea revolución del 1979, que fue secuestrada por el clérigo medieval, muestra que, ante la ausencia de una alternativa progresista, es mejor forzar la transformación progresiva de la RI a una República de Irán. Los indignados conscientes de que las demandas maximalistas les conducirán al matadero, resumen su demanda en: “Pan, Trabajo, Libertad”
La RI no está empleando una dura represión
15. En comparación con las anteriores movilizaciones populares, que eran aplastadas con masivas ejecuciones, la RI se está conteniendo, porque:
-Las actuales protestas no están localizadas en unas pocas ciudades. Se han extendido por todo el país.
-El papel activo de las minorías étnicas y religiosas (kurda, azerí, baluch, turcomena, árabe, etc.), que sufren una gran discriminación, siendo el 65% de la población, aumenta el temor en la RI. En el choque entre la policía y las milicias del clandestino Partido Democrático de Kurdistán han muerto varias personas de ambos lados.
-Son conscientes de que no se trata de un movimiento estudiantil pequeño burgués, sino de campesinos, obreros, asalariados arruinados que no tienen nada que perder más que sus cadenas.
-El presidente Rohaní, que cuenta con un brazo armado en el seno de los Guardianes Islámico, y está siendo atacado duramente por Jameneí-GI, no puede espantar a sectores sociales que le prefieren a la inestabilidad del país y a amenazas de una guerra de EEUU-Israel. Además, prometió al pueblo: “Yo no haré de sargento, sino de economista”.
-Temen que algunas potencias internacionales añadan la «matanza de civiles desarmados» a la lista de los anteriores pecados de la RI: realizar prueba de misiles balísticos y apoyar el terrorismo.
-Una masacre de los ciudadanos acabaría con las relaciones de la Unión Europea con la RI y sus miles de millones de euros de inversiones en Irán. Por el momento, la UE apoya a la RI frente a las amenazas de EEUU de Trump. Para Teherán sería perder a unos aliados que son miembros de la OTAN.
16. Ni Israel ni EEUU pueden influir sobre los manifestantes; ni siquiera tienen embajadas en Teherán. En Siria, los coche bombas empezaron a estallar en 2010, coincidiendo con la reapertura de la embajada de EEUU en Damasco y nombrar a Robert Ford de jefe de la misión: Llegaba de Bagdad, donde, junto con el embajador John Negroponte formaron escuadrones de muerte “chií” y “suní” provocando una cruenta guerra ‘civil’ en el país que aun hoy continua. Es más, en este país, igual que en Libia, las potencias agresoras han utilizado justamente a los islamistas para acabar con sus estados semi laicos. Irán, que ya vivió esta situación en 1978 ahora vive un proceso contrario.
17. En el marco del fracaso de las primaveras de Egipto, Túnez, Yemen, Bahréin, el complot de EEUU y sus aliados contra Siria y Libia y la conspiración de Trump-Netanyahu-Al Saud contra la nación y el estado iraní, la RI debe apresurase en legalizar la libertad de expresión, asociación y manifestación, controlar los precios, crear puestos de trabajo y aumentar los salarios: justamente estos pasos serían los primeros para apartar la religión del poder.
18. En este tablero, no habrá “jaque mate”: el juego continuará, mientras el peón pueda convertirse en reina: sería una “revolución sin revolución”, de moverse sin avanzar.
19. El colapso de la RI no beneficia a Irán, ni al mundo: provocará una posible guerra civil y millones de refugiados en una región a la deriva con siete guerras abiertas. Habrá una nueva realidad en la que los ciudadanos iraníes se convertirán en un jugador determinante del escenario. Consignas como “ni en Gaza, ni en el Líbano, sacrificaré mi vida por Irán” muestran, si bien una acertada crítica a la política exterior de la RI y su apoyo (sobre todo financiero) a las organizaciones de derecha fundamentalista (que no pueden ser anti imperialistas, sino todo lo contrario), muestran la falta de conciencia de que sin un frente amplio por la democracia y la paz a nivel regional, el movimiento iraní por la justicia social y libertad no podrá triunfar.