por Rubén Armendáriz
La Organización Mundial de Comercio (OMC) comenzó este domingo, en la primera cumbre realizada desde el inicio del gobierno del presidente estadunidense Donald Trump, férreo crítico de las políticas de liberalización en el movimiento de mercancías, impulsadas desde ese organismo y, hasta hace poco, también por Washington. La OMC, conformada en 1995 y con sede en Ginebra, Suiza, es un foro que busca –según sus estatutos- reducir los obstáculos comerciales y generar condiciones de igualdad para los 164 países que la integran. Desde su fundación, no ha habido progresos en su accionar.
A la undécima cita bianaual que se realiza en Buenos Aires, la capital argentina, a la que asistirán más de 4 mil delegados de los 164 países miembros se discuten los temas clave de la agenda comercial actual, como agricultura, seguridad alimentaria, desarrollo sustentable, pesca ilegal, comercio electrónico, entre otros, aunque las expectativas de resultados son modestos, pues se prevé que esta cumbre traerá consigo la política proteccionista del presidente estadunidense, quien durante campaña y desde enero, cuando llegó a la Casa Blanca, ha ido en contra del sistema de libre comercio, al sostener que afecta a los productores estadunidenses.
Las actividades comenzaron el sábado en la sede del Senado de la Nación, con una Conferencia Parlamentaria que reunió a 150 legisladores de 50 países. La Argentina “va a jugar de mediador, de facilitador del diálogo y el consenso”, afirmó el canciller Jorge Faurié, quien ratificó la determinación de lograr en esta conferencia el fortalecimiento del sistema multilateral de comercio, con resultados positivos para lograr el crecimiento inclusivo, desarrollo y la creación de empleo, que beneficien a la gente”.
Pero la realidad es otra, porque EEUU prefiere los acuerdos bilaterales al multilateralismo: De acuerdo con un comunicado difundido por la oficina del representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, se defenderán los intereses económicos y comerciales de Estados Unidos, incluyendo una reforma institucional y políticas de comercio justas basadas en el mercado.
Hay muchos temas sobre la mesa y no hay convergencias. Puede ser que las haya en algunos temas, dijo el director general de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo. Lo cierto es que la reunión comienza en medio de fuertes controversias en torno al rol de la Organización en la crisis mundial, y en lo local, en el papel que ansía jugar la Argentina en el actual contexto global.
El presidente Mauricio Macri encabezó la ceremonia inaugural en el Centro de Exposiciones y Convenciones de Buenos Aires, mientras diversas organizaciones gremiales y sociales, se concentraba en el Oblesico para hacer oir su rechazo a las políticas neoliberales de la OMC.
La atención mundial no estará puesto sólo en las deliberaciones, que comenzarán el lunes, a partir de las 10: la prohibición de ingreso al país a más de 20 organizaciones de la sociedad civil y 64 de sus representantes por la inédita excusa de “razones de seguridad”, junto a la deportación de dos periodistas extranjeros, que siguen provocando duras críticas a nivel mundial, incluyendo reclamos diplomático al gobierno argentino
América primero
El principio de América primero daña el multilateralismo y el rol de solución de controversias de la OMC, consideró la analista Valentina Delich, en un informe de la Fundación Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Estados Unidos fue durante 70 años la potencia que impulsó el desarrollo del sistema de comercio mundial, pero la nueva política basada en la frase America First (América primero), complica los esfuerzos por ampliar el libre comercio, advirtió el vicedirector de la OMC, el alemán Karl Brauner.
Esta posición generó un vacío de liderazgo en la OMC, “tenemos un déficit de liderazgo. Estados Unidos resultó hasta ahora muy difícil de reemplazar como socio, agregó el número dos de la OMC. Señaló que esta situación representa una posibilidad para la Unión Europea (UE) asuma ese liderazgo: toma muchas iniciativas y forja alianzas nuevas e interesantes, esto debe ser bienvenido”, señaló Brauner.
El último viernes la Unión Europea y Japón concluyeron un acuerdo de libre comercio que negociaban desde hace cuatro años y que creará el área económica abierta más grande del mundo, con el 30 por ciento de la producción global. En meses recientes Europa ya concretó un acuerdo con Canadá y actualmente está en negociaciones para un tratado con países como México y con el bloque del Mercosur.
Paralelamente, Argentina asumió la titularidad del Grupo de los 20, que sesiona entre férreos operativos de seguridad y ocupaci´n militar en Nariloche, en el sur del país . El afán de ocupar puestos protagónicos por parte del gobierno argentino va de la mano de la intención de lograr “una total integración a la economía mundial” sin límites en las concesiones que deba dar en materia de comercio internacional para conseguirlo, desconociendo la realidad mundial.
La reunión de la OMC se lleva a cabo en un contexto global y regional altamente volátil y desafiante, con manifestaciones de crisis sistémicas que repercuten decisivamente en el agravamiento de la desigualdad mundial y en el avance sin pausa de las pujas de las grandes potencias por el control de y el acceso a las fuentes de recursos naturales estratégicos.
La postura de Estados Unidos puede representar un obstáculo a esa estrategia: La agenda proteccionista de Trump refleja una conflictiva relación de fuerzas en su país, donde los distritos históricamente industriales han sido perjudicados por políticas que le han rendido fabulosas ganancias a las corporaciones empresarias incluso en el marco de la crisis mundial. A partir de este detalle, que Trump se afirme en los derrotados sectores industriales puede ser por convicción en un modelo económico diferente, o por el contrario una táctica de fortalecimiento antes de sentarse a negociar con las grandes corporaciones otra forma de inserción de Estados Unidos en el mundo.Los temas centrales de la agenda apuntan a reinstalar, en el ámbito multilateral, el debate sobre no sólo la liberalización del comercio de bienes y servicios, sino además avanzar sobre otras cuestiones como los procesos de facilitación comercial y de servicios, el comercio electrónico, el siempre polémico capítulo agrícola y el comercio pesquero.
El contexto no es para nada favorable a la posibilidad de arribar a un documento final, el que suele ser un texto muy elaborado y trabajado previamente con mucha dedicación. Según trascendió el viernes pasado, los negociadores llegaron a Buenos Aires sin un borrador. Al cierre de esta edición, la excanciller argentina Susana Malcorra, la máxima ejecutiva de la organización de esta reunión por encargo de la OMC, preveía la posibilidad de que un texto suyo reemplazase al ministerial. El fracaso de la OMC en este punto será patente.
Malcorra ya veía venir esta posibilidad a medida que se empantanaban los preacuerdos. El director general de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo, intentó hasta último momento torcer el mal rumbo que llevaba esta cumbre, sin éxito.
Críticas de la sociedad civil
Al comenzar la XI Conferencia Ministerial de la OMC, representantes de la sociedad civil global condenaron la decisión sin precedentes y escandalosa del gobierno argentino de prohibir la entrada a 60 representantes de la sociedad civil y debatieron sobre los temas clave para la sociedad civil en todo el mundo. Qué está en juego en la CM11 y qué haría falta para lograr un resultado positivo para el desarrollo.
Déboraj Janesm corrodinadora de la red Nuestro mundo no está en venta (OWINFS), una delegación de 80 expertos de la sociedad civil (sindicalistas, agricultores, feministas, defensores del desarrollo y activistas de derechos humanos y derechos del consumidor) de más de 30 países, que están en Buenos Aires participando en la Conferencia Ministerial, condenó la decisión de prohibir la participación en la Ministerial de representantes de la sociedad civil debidamente acreditados por la OMC. Grupos pacíficos de defensa de derechos del Reino Unido, Bélgica, Argentina, Uruguay, Filipinas, Hong Kong y otros no están aquí porque se les comunicó su interdicción. Dos personas, procedentes de Ecuador y de Noruega fueron deportadas en medio de la noche”.
Añadió que ninguna de estas organizaciones tiene ningún tipo de historial de violencia. En cambio, son organizaciones de la sociedad civil con una larga historia de defensa de un sistema económico global justo. “Fueron prohibidas (por el gobiernjo argentino de Mauricio Macri) por sus opiniones políticas. Sin embargo, se permite la participación de la Cámara de Comercio Internacional, DHL, UPS, el Foro Económico Mundial, PhRMA, el Foro de Servicios Europeos y otros grupos de presión corporativos.
La prohibición de participantes acreditados en una reunión internacional de una organización multilateral deslegitima esa reunión y lamentablemente, el director general de la OMC, Roberto Azevêdo no ha mostrado el liderazgo requerido para garantizar la integridad de la Conferencia Ministerial añadió. “Condenamos esta represión política del gobierno argentino”.
Marita Gonzalez, de la Confederación General de Trabajadores, de Argentina, señalo que el movimiento sindical argentino se solidariza con las organizaciones que fueron excluidas de la OMC, y en particular con Sally Burch y Petter Titland. Opinó que la OMC debería regresar al mandato de la Ronda de Desarrollo de Doha y aplicar políticas relacionadas con el acceso a los mercados para los países menos adelantados, la cooperación para el desarrollo, la reestructuración del sistema de comercio mundial en coherencia con la Agenda 2030, un mandato agrícola que beneficie a los países en desarrollo y un régimen de pesca justo que no permita la degradación de los productos oceánicos a favor de las grandes corporaciones.
“El movimiento sindical exige coherencia política con las agencias de la ONU que promueven el trabajo decente, la reducción de la desigualdad y la eliminación del hambre “, dijo, mientras que Jane Kelsey, de la Universidad Auckland, neuva Zalanda, señaló que “Algunas personas dicen que esta reunión ministerial no es importante. De hecho, puede convertirse en la línea divisoria entre abordar la agenda de desarrollo inconclusa de varias décadas y los nuevos temas en torno a los cuales los países ricos quieren formar la base de las nuevas reglas globales. Si la OMC no quiere agravar la creciente crisis de legitimidad que enfrentan las reglas del comercio mundial, las voces de la gente y las voces de los países en desarrollo deben ser escuchadas”.
Adhemar Minero, REBRIP, de Brasil señaló que “Desde una perspectiva latinoamericana, no hay un buen resultado posible de esta conferencia. Por un lado, no tener una declaración puede poner al sistema multilateral en problemas difíciles, y con eso diluir la posibilidad de transformar este sistema en uno más “amigable” con los países en desarrollo. Por otro lado, tener un acuerdo sobre esta agenda incambiada representar dificultades cada vez mayores para las personas y las posibilidades de desarrollo, dada la falta de espacio para las políticas públicas nacionales de desarrollo”.
Sachin Kumar Jain, Right to Food Campaign, de la India, indicó que “Los países desarrollados y poderosos solo quieren que las computadoras, el software, los virus antivirus, los datos y las reglas regulen; Nosotros queremos alimentos para las personas, las mujeres, los niños, precios justos para los agricultores y empleo digno para todos. Ningún gobierno es elegido para favorecer a las grandes corporaciones y el comercio no ético; los gobiernos son elegidos para eliminar la injusticia, la desigualdad, la pobreza, la violencia y la pobreza. ¿Recuerdan esto durante la OMC o las negociaciones comerciales? Nadie puede quitarnos la seguridad alimentaria, a menos que nuestros representantes la entreguen a corporaciones grandes y poderosas. Pidamos a nuestros gobiernos que sean humanos y responsables”.
Adam Wolfendon, de la Pacific Network on Globalisation, indicó que “al analizar las propuestas de las naciones pescadoras ricas e industrializadas, que estas negociaciones no son para nada sobre la sustentabilidad de las poblaciones de peces, sino un intento de socavar la capacidad de las naciones en desarrollo para ejercer su derecho soberano a administrar sus recursos marinos y eliminar el derecho de esos países a desarrollar sus propias flotas pesqueras. El proyecto de decisión ministerial sobre pesquerías promueve esta agenda y, por lo tanto, no debe aceptarse y, en cambio, se debe cecidir aue las negociaciones continuen”.
Maruf Barkat, de COAST Trust, de Bangladesh señaló que el objetivo más importante del comercio es garantizar la alimentación y el empleo para las personas. “Hemos visto cómo las reglas comerciales están causando desempleo en los países pobres y obstruyendo el acceso de las personas a los alimentos. Mientras que los objetivos de desarrollo sustentable prometen reducir la desigualdad entre países y dentro de ellos, vemos que el comercio monopolizado aumenta y agudiza estas desigualdades. A menos que los gobiernos de los países menos adelantados puedan planificar y aplicar plenamente su propia regulación nacional para proteger sus pequeñas empresas y el interés de las personas, las reglas comerciales de La OMC no podrá favorecer los intereses de las personas”, añadió.
La suiza Isolda Agazzi, de Alliance Sud, afirmó que es vergonzoso que Suiza y los Estados Unidos continúan oponiéndose a la renovación de la moratoria sobre la presentación de reclamaciones vinculadas a la propiedad intelectual. Sin esta moratoria, los países podrían desafiar las leyes de otros países que brindan acceso a medicamentos genéricos, excepciones educativas a los derechos de autor y otras cuestiones de desarrollo, incluso cuando no se ha violado ninguna disposición del acuerdo ADPIC (TRIPS en inglés). Hasta ahora, esta moratoria se ha renovado cada dos años a pesar de la oposición de estos dos países, que piden su fin para evitar la proliferación de leyes “frívolas” que pondrían en peligro la propiedad intelectual. Suiza y EEUU no deberían obstaculizar la renovación de esta moratoria.”
Por su parte, la argentina Beatriz Busaniche, de Vía Libre, ndicó que las reglas vinculantes en la OMC son peligrosas. “Si nuestros datos no son tratados con reglas claras de privacidad, los ciudadanos están en situación de gran vulnerabilidad. Estos son temas en juego en esta reunión. Otro tema delicado que no se aborda lo suficiente es la propuesta de prohibir a los gobiernos exigir el acceso al código fuente de las empresas. Esto genera problemas de seguridad pública y seguridad nacional, bloquea la capacidad de las empresas locales para competir y complica los esfuerzos para proteger a los consumidores y salvaguardar las garantías constitucionales”.
Finalmente, Parminder Jeet Singh, de IT for Change, dijo que “Los datos conciernen a los derechos de privacidad pero también es una cuestión de recursos económicos y sociales que pertenecen a personas, comunidades e individuos. Tnemos derechos de propiedad individuales y colectivos sobre los datos. “Los datos son locales” y deberían gestionarse localmente y a nivel nacional antes de llevar el problema a los centros de comercio internacional. Por eso decimos: ‘No al comercio electrónico en la OMC’. Antes de hablar sobre “libre flujo de datos”, debemos analizar la “propiedad de los datos”.”
*Periodista y politólogo uruguayo del Centro Latinoamericano de Análisis Estratpegico (CLAE, estrategia.com)