Por Leonel Ayala
Este sábado 2 de diciembre, a seis días de las elecciones el Tribunal Superior Electoral (TSE) no declara al ganador; pero los datos que da a conocer, reflejan una ventaja para el actual presidente Juan Orlando Hernández (JOH), que al controlar los otros poderes (Legislativo y Judicial) en flagrante violación a la Constitución de la República, se lanzó a la reelección, representando al conservador Partido Nacional.
Desde hace dos días, las protestas se multiplican en todo el territorio, especialmente en la costa atlántica, la zona de mayor desarrollo y producción. Los hondureños no aceptan el fraude descomunal que ha montado el actual gobernante para consolidar su dictadura. Durante las protestas, se han producido vandalismos, quemas de edificios, saqueos de grandes centros comerciales, muchos heridos y obstrucción de las principales carreteras. La cuenta de asesinados por la policía durante las protestas sube a cinco y hay decenas de heridos.
Ayer, el Consejo de Ministros de Estado, declaró estado de sitio por diez días, para evitar cualquier movilización de personas desde la seis de la tarde hasta la seis de la mañana. Los vehículos son registrados minuciosamente, las personas son detenidas e interrogadas, y al encontrar algún indicio que a criterio de la policía el individuo debe ser detenido, lo hacen sin que nadie pueda servir de testigo y conocer su destino.
El vandalismo en las protestas es evidente, sin embargo, circulan en las redes vídeos e imágenes de vehículos policiales cargados con enormes televisores de «pantallas planas» y refrigeradoras.
La Alianza opositora que presentó como candidato a Salvador Nasralla, ha llamado al pueblo a defender el voto en las calles, de forma pacífica. Como se recordará, un día después de las elecciones (domingo 26 de diciembre) Nasralla con el 61% de las actas electorales registradas en el sistema de cómputo, aparecía con cinco puntos de ventaja. Después la manipulación es más que evidente: el conteo se paralizó, no se volvieron a conocer datos oficiales, y tres días después el sistema se «cayó» durante seis horas y al volver «¡eureka!», el ganador era Juan Orlando Hernández.
Los centros de estudios y muchas empresas han suspendido labores, las gasolineras y supermercados están quedando vacíos, la población se abastece de lo básico para subsistir; es realmente una situación que el «aprendiz de dictador”, como le grita la gente, no se imaginó. El “Fuera JOH” y “Es para fuera que vas”, son la consignas que se escuchan en forma constante, con indignación y rebeldía.
La alianza opositora presentó como condición para reconocer los resultados del TSE, una lista de once puntos, entre los que se destacan: revisión de cinco mil actas registradas sin el control de los demás partidos y de otro millar de actas que el tribunal apartó para conteo especial. Resulta que estas actas «especiales», son de la zona norte, precisamente donde el triunfo de Nasralla es contundente.
Con el estado de sitio, crece el rumor del autogolpe de estado, surgen muchas propuestas para superar el caos; desde una segunda vuelta, hasta un presidente provisional que convoque a la constituyente. Mientras tanto, la prensa independiente, está siendo amenazada, Radio Progreso y UneTV claman la solidaridad nacional e internacional para evitar la intervención y seguir dando a conocer la realidad, sin el maquillaje que utilizan los otros medios al servicio de la dictadura.