“Creemos que el sueldo de un parlamentario no se ajusta a la realidad del país, y como no ha habido voluntad política para que el proyecto se tramite, nosotros decidimos hacerlo voluntariamente. En RD queremos predicar con el ejemplo», argumentó el diputado electo Pablo Vidal.
Al igual que lo hizo el primer diputado de Revolución Democrática (RD), Giorgio Jackson, durante su primer periodo en la Cámara de Diputados, la nueva bancada del partido y el senador electo, Juan Ignacio Latorre, decidieron optar sólo a la mitad de su dieta parlamentaria.
La Constitución Política, establece que los diputados y senadores reciben una dieta bruta de $9,121.809, dinero que el partido espera disminuir a través de un proyecto de ley que envió Jackson cuando ingresó al parlamento.
Tras varias reuniones, pudieron zanjar este punto, sin embargo lo que queda por definir es cuánto porcentaje de las dietas va directamente al partido y cuánto ira dirigido a los gastos para sus asesores parlamentarios.