Fotos de Javier Martínez
Una festiva marcha, colorida y con compromiso reunió algunas miles de personas frente al Congreso de los Diputados de Argentina, para luego dirigirse hasta el Obelisco, monumento icónico de la capital del tango.
Se debió realizar el evento lejos de donde se desarrollaba la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio, porque el despliegue de seguridad impedía el acceso no solo a quienes manifestaban el rechazo a las políticas impuestas por este organismo, sino a todos los habitantes de la metrópoli.
Defendiendo la soberanía sobre las semillas y denunciando las muertes provocadas por el libre comercio en el ámbito agrícola, protegiendo los datos de todas las personas para que no puedan ser utilizados en nuestra contra y oponiéndose al control de nuestros medios de comunicación. Criticando el modelo capitalista neoliberal que conduce al hambre y a la pobreza a miles de millones de terráqueos y asegurando que otro mundo es posible y que tendrá una conducción feminista, caminaron bajo un sol veraniego movimientos sociales y políticos, sindicalistas y agrupaciones civiles de Argentina, pero también de Brasil, Paraguay, México, España, India o Corea del Sur.
Pueblos originarios, feministas, minorías sexuales, cooperativistas, diferentes ideologías y abordajes se encontraron en la Cumbre de los Pueblos que se realizó en paralelo a la Cumbre de la OMC para articular la resistencia al avance de las corporaciones transnacionales. Fortalecer la red de activistas, compartir saberes y coordinar acciones futuras, además de sintonizarse en una utopía común donde converjan las mejores aspiraciones de los pueblos del mundo.