Por Moisés Pérez Mok, Corresponsal jefe/Brasilia
Don Reginaldo Andrietta, obispo Diocesano de la municipalidad de Jales -a unos 580 kilómetros de la capital paulista- está convencido que la Carta Magna brasileña, adoptada en 1988 y todavía en vigor, está siendo mutilada.
El congelamiento por 20 años de los gastos en programas sociales; la reciente reforma laboral y el proyecto de reforma del sistema de pensiones que será votado cuando concluyan las negociaciones del Ejecutivo con el Legislativo, en la forma de ‘compra de votos’, hieren gravemente nuestra Constitución Ciudadana, alertó el prelado.
En un artículo publicado en el sitio web de la Diócesis de Jales e intitulado Protección social sin lógica mercantil, el mitrado subrayó que con tales medidas del gobierno de turno (encabezado por Michel Temer) los pobres, ya crucificados, están siendo todavía más sacrificados con el desmantelamiento descarado del sistema de protección social.
La Constitución de 1988 aseguró un sistema avanzado de protección social conquistado a duras penas por la clase trabajadora en el seno de las luchas por la redemocratización de Brasil; mas, la clase dominante nunca aceptó ese y otros avances que apenas aseguran las bases para la construcción de una sociedad verdaderamente democrática e justa, lamentó.
El Obispo de Jales llamó a sus fieles a sumarse a un levantamiento popular contra la reforma del sistema previsional, ‘evidentemente pacífico’, aclaró, en respeto a los ancianos de hoy y de mañana.
Incluso, sugirió distribuir ‘ostensivamente’, postales con los nombres, fotos y partidos políticos de los legisladores que voten a favor de esa reforma, denunciándolos en sus ‘corrales electorales’ (donde se votará en octubre de 2018).
David venció a Goliat con una simple honda, recordó el prelado y remarcó que ‘la fuerza de los débiles está en las acciones simples y contundentes’.
La misiva de Don Reginaldo Andrietta llegó a tono con la decisión de las ocho principales centrales sindicales brasileñas, que convocaron a una huelga general el 5 de diciembre, contra la reforma del sistema de pensiones impulsada por Temer y en defensa de los derechos de la ciudadanía.
Según previó el titular de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, la nueva propuesta de modificación elaborada por Temer deberá ser sometida a votación en el plenario de esa Casa el 6 de diciembre venidero.
Si el Congreso se mete con las pensiones, Brasil va a parar, advirtió por su parte el presidente nacional de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, quien criticó el desespero del gobierno golpista de Temer por entregar a sus financiadores cualquier reforma en ese sentido.
Por ‘enjuta’ que sea la nueva propuesta será tan mala como la anterior, subrayó Freitas, quien coincidió con el Obispo de Jales en que será necesario denunciar a todos los diputados y senadores que traicionaron a los trabajadores brasileños, para que en 2018 muchos de ellos tengan que ‘vestir el pijama’.
La denuncia de la CUT sobre los sucesivos ataques del gobierno Temer contra los trabajadores y los derechos de la ciudadanía llegó incluso a la Ciudad del vaticano, donde se celebró la semana pasada un Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales.
Allí, la vice-presidenta de la CUT Nacional, Carmen Foro, recordó que en Brasil, ‘orientados por esa saña del mercado ultra neoliberal, se produjo (el pasado año) un golpe parlamentario con apoyo mediático y de parte del Poder Judicial, que derrocó a una presidenta legítimamente electa (Dilma Rousseff)’.
El golpe -remarcó- fue para implantar una agenda que está acabando con los programas sociales, de la reforma agraria y de apoyo a la agricultura familiar, y también con la legislación que protege a los trabajadores y con aquella que posibilita combatir el trabajo esclavo./Tomado de Semanario Orbe)