El pasado sábado fue asesinado Rafael Nahuel, comunero mapuche integrante de la organización Resistencia Ancestral Mapuche a 35 kilómetros de la localidad de Bariloche. Además de Nahuel, otros dos mapuches fueron heridos de gravedad durante el patrullaje que tuvo lugar en la finca de Villa Mascardi de la que habían sido desalojados el jueves pasado. La autopsia confirmó que el calibre del proyectil que mató a Rafael Nahuel corresponde con el usado por la patrulla Albatros, el grupo de élite de la Prefectura Nacional.
Estos hechos se encuadran en el aumento de la represión a las movilizaciones de las organizaciones del pueblo mapuche que el Gobierno Macri inició tras su llegada al gobierno. Una represión que derivó en la muerte violenta de Santiago Maldonado hallado tras meses de su desaparición en una carga policial contra una movilización mapuche.
A las históricas reivindicaciones mapuches sobre una parte del territorio y argentino se han sumado en los últimos tiempos la lucha contra el acaparamiento de tierras por parte de empresas transnacionales. Es en este contexto donde se produjo la desaparición de Maldonado y donde se ha producido el asesinato de Nahuel: sobre tierras de la Patagonia propiedad de la familia Benetton y reivindicadas por el pueblo mapuche.
El Gobierno Macri ha venido aplicando una política regresiva en materia de derechos humanos. Desde la ruptura de algunos consensos básicos en las políticas de Verdad y Memoria hasta el visto bueno en las detenciones a dirigentes políticos de la oposición, el cierre de medios de comunicación y el silenciamiento de periodistas críticos. Desde su llegada al gobierno se multiplican las noticias que nos hacen rememorar los peores tiempos en la historia de Argentina.
Desde Podemos queremos reafirmar nuestro compromiso con los Derechos Humanos en Argentina y por esa razón exigimos al Gobierno de Macri la investigación de las responsabilidades de la policía, y en concreto del Grupo Albatros de la Policía Naval, presunto autor del asesinato de Nahuel.
Esta exigencia se traslada también a nuestro propio Gobierno. Como país hermano del pueblo argentino no podemos seguir mirando hacia otro lado para pasar por alto las violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo por el Gobierno Macri. España debe presionar en sus relaciones bilaterales con Argentina para que el Estado ponga todos los medios en en el esclarecimiento y la prevención futura de estos deleznables hechos.