Como cada primer jueves de mes, el 2 de noviembre se celebró en la Plaza Scala de Milán la Nueva Marcha de los Desaparecidos, para denunciar la desaparición de miles de personas en el Mediterráneo. Un recorrido por la plaza, frente al Palacio Marino, sede de la Municipalidad, con fotografías de migrantes argelinos y tunecinos que los familiares entregaron a la Red Milán sin Fronteras para pedir verdad y justicia.
Este jueves, el padre de un niño argelino que desapareció en 2007 y la esposa de un tunecino que murió en 2011 participó en la marcha. Junto con otros familiares, se han organizado y formado asociaciones para denunciar las responsabilidades de sus países y de la Unión Europea en el destino de sus seres queridos. Tras una visita de una semana a Italia, llena de reuniones y conferencias, los dos familiares irán a Bruselas, donde, gracias a un diputado de Podemos, podrán presentar su queja.
Además de las asociaciones y los ciudadanos individuales, asistieron a la actividad varios niños refugiados de Sierra Leona y Bangladesh. Al final, un grupo andino quiso dedicar su música a todas las víctimas y sus familiares.