Polonia tuvo masivas marchas de mujeres para defender sus derechos frente a un gobierno ultracatólico que además está modificando las instituciones del país de manera muy antidemocrática.
Este sábado fue el turno de los nacionalistas xenófobos de manifestarse en las calles de Varsovia al grito de “¡Polonia pura, Polonia blanca!” o “¡Afuera refugiados!”.
El desfile de fascistas coincidió con el Día de la Independencia de Polonia y los extremistas tiraron bombas de humo rojo y exhibieron pancartas islamófobas llamando a un “Holocausto islámico”.
Para echar todavía más leña al fuego, el Ministerio del Interior polaco calificó la marcha de un “hermoso evento”.
La marcha de los derechistas fue uno de los tantos eventos que conmemoran la refundación de Polonia como nación en 1918, luego de haber pasado 123 años desaparecida de los mapas.
Previamente la ceremonia oficial había contado con la presencia del presidente Andrzej Duda y del presidente de la Unión Europea, el también polaco Donald Tusk.
Los supremacistas también sostuvieron un discurso antisemita y llamaron a “sacar del poder a la judería mundial”. No es la primera vez que se congregan, pero sí su convocatoria más multitudinaria.
El lema de marcha este año era “Queremos a Dios”, parte de la letra de un antiguo cántico religioso polaco que fue citado por el presidente estadounidense Donald Trump cuando visitó el país hace unos meses, decía el diario 20 Minutos.
La intervención policial evitó que la marcha fascista se cruzara con una contramanifestación, mucho menos numerosa, pero que denunciaba la radicalización del discurso del odio que comienza a emerger visiblemente en las calles, alentada por un gobierno también ultra.