Las armas nucleares son una de las mayores amenazas para el futuro de la humanidad. Las potencias nucleares poseen la capacidad de eliminar toda la vida en la Tierra, y continúan gastando enormes cantidades de dinero en la mejora de estas armas. Mientras existan armas nucleares, vivimos bajo el constante riesgo de que se usen, ya sea a propósito o por accidente. Esta amenaza nunca ha sido más clara que ahora, cuando apenas pasa un día sin noticias sobre amenazas de uso de estas armas.
Las Naciones Unidas aprobaron el texto de un Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares el 7 de julio de este año. El texto fue aprobado por el voto a favor de 122 Estados miembros. Este es el intento más ambicioso que se haya hecho para librar al mundo del flagelo que representan las armas nucleares.
El Tratado prohíbe una gama completa de actividades relacionadas con armas nucleares, tales como el compromiso de desarrollar, probar, producir, fabricar, adquirir, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos nucleares explosivos, así como el uso o la amenaza de uso.
El tratado se abrió a la firma de todos los Estados en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York el 20 de septiembre de 2017 y entra en vigor con la ratificación de 50 países.
El Partido Humanista Internacional hace un llamado para que todos los estados miembros de la ONU, que aún no han firmado y ratificado el tratado, para que lo hagan sin más demoras, y, por lo tanto, contribuyan a las aspiraciones comunes de un mundo sin armas nucleares. Este asunto nos concierne a todos, el futuro de la humanidad está en juego.
Además, el PHI manda felicitaciones a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) por haberle sido otorgado el Premio Nobel de la Paz de 2017 por “su trabajo de llamar la atención sobre las catastróficas consecuencias humanitarias derivadas del uso de cualquier arma nuclear y por sus esfuerzos innovadores de alcanzar una prohibición de semejantes armas basada en un tratado.”