El principio de acción válida «No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo importante es que comprendas que tu no has elegido ningún bando» (Los Principios, La Mirada Interna, Silo) me invita a reflexionar acerca de que hay una serie de condiciones físicas, sociales, culturales, económicas, políticas que no elegimos en nuestra vida, a pesar de que muchas veces creemos haberlas elegido. Es decir los acontecimientos nos pusieron en un bando, en un lugar, un espacio. Si comprendemos que ese bando no lo elegimos, es un paso hacia la libertad.
Hacia la libertad de elegir qué vida y qué realidad queremos construir.
Para ir en otra dirección uno puede elegir, y no que las cosas simplemente le sucedan. Entonces puedo elegir la dirección de mi vida, elegir qué realidad construir, elegir qué pensar, sentir y hacer.
El principio de los bandos no nos invita a abandonar todo bando o posición en una pretendida neutralidad imposible, que también sigue siendo una posición en definitiva. Nos invita a construir la dirección unitiva para nuestra vida.
Por eso, elegir siempre estar del lado de los oprimidos y no de los violentos poderosos, elegir estar del lado de la no violencia y la compasión frente a la crueldad y el despotismo, elegir estar del lado del progresismo social frente al totalitarismo de mercado que genera dolor y sufrimiento en las poblaciones. En definitiva: elegir estar del lado de todo aquello que avance en función de mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo.
Elegir estar en ese lugar me da unidad, fuerza y coherencia.