El Banco Central Europeo (BCE) se ha beneficiado generosamente de sus activos de deuda pública griega, según un documento del Financial Times.
Una respuesta escrita a una solicitud de un eurodiputado griego mostró que el banco recaudó 7.800 millones de euros en pagos de intereses entre 2012 y 2016 sobre bonos soberanos griegos adquiridos en el marco de su programa de compra de bonos de valores y mercados (SMP).
Los beneficios suelen redistribuirse entre los 19 bancos centrales de la zona del euro.
En 2016, el BCE recaudó más de 1.100 millones de euros en pagos de intereses sobre los casi 20.000 millones de euros de bonos griegos que posee, según el diario alemán Suddeutsche Zeitung.
Un análisis de la Campaña del Jubileo calculó que el otro acreedor de Grecia, el Fondo Monetario Internacional, había obtenido 2.500 millones de euros de sus préstamos al país.
Según Leo Hoffmann-Axthelm, de Transparency International, la participación del BCE en el rescate de Grecia había provocado un «conflicto de intereses».
«El BCE espera que los reembolsos de sus bonos griegos se efectúen con una mano, mientras que aprueba el avance de la reforma griega con la otra. El Banco está sentado literalmente en todos los lados de la mesa», dijo Hoffmann-Axthelm.
El programa SMP se inició en un momento de crisis de deuda de la zona euro en 2009 con el objetivo de aliviar la presión del mercado sobre los costes de endeudamiento de los Estados miembros. Más tarde, en 2015, el BCE comenzó su programa de flexibilización cuantitativa (QE), pero Atenas fue excluida porque todavía se encuentra bajo los términos de un tercer rescate de la UE.
La inclusión de Grecia en la EQ sólo podría ocurrir cuando el banco central decida que la deuda del 180 por ciento del país con el PIB es sostenible. La mayor parte de la deuda pública del país, cercana a los 300.000 millones de euros, está en manos de acreedores internacionales y no del sector privado.
«Se trata de una cuestión de competencia nacional que no entra en el ámbito de competencias del BCE», afirmó el banco central en una carta al FT firmada por el presidente del BCE, Mario Draghi.
Las decisiones sobre qué hacer con los ingresos serán tomadas por los estados miembros nacionales, explicó la carta.
«Las futuras decisiones sobre la transferencia al Estado griego de importes equivalentes a los ingresos del banco central nacional (BCN) no son competencia del BCE o de los BCN, sino de los gobiernos nacionales de los Estados miembros de la zona del euro», se afirma.
Los miembros de la zona del euro acordaron inicialmente devolver cualquier interés al banco central griego como punto de solidaridad de la UE. Sin embargo, cuando el segundo programa de rescate comenzó en 2015, la operación de reembolso se detuvo y nunca se devolvió a Atenas el interés total.