Las personas abajo firmantes, comprometidas con la democracia, la libertad, la fraternidad, el diálogo, la convivencia y los derechos civiles, sociales y nacionales, como representantes de millones de ciudadanos de los pueblos y las naciones del Estado, manifestamos que:
La situación de conflicto en Catalunya requiere diálogo y soluciones políticas democráticas.
La detención de cargos públicos catalanes, la prohibición de actos y de reuniones políticas, la entrada de las fuerzas de seguridad en imprentas y en medios de comunicación, el secuestro de revistas, la prohibición de campañas políticas y la irrupción en dependencias del Govern son actuaciones que están destruyendo la convivencia y las bases constitutivas de la democracia, y que están llevando a Catalunya y a España a una situación de excepcionalidad preocupante.
Frente a esta situación de excepcionalidad y de involución democrática, consideramos imprescindible el compromiso con el diálogo para resolver los conflictos políticos.
Emplazamos al Gobierno del Estado a dialogar con la Generalitat y con el conjunto de actores políticos para buscar soluciones políticas democráticas al conflicto en Catalunya, unas soluciones que permitan a la ciudadanía catalana decidir su futuro en un referéndum acordado con el Estado.
Emplazamos asimismo al Gobierno del Estado a cesar en su política de excepcionalidad y de represión, pues esta política amenaza las libertades fundamentales constitutivas de la democracia. El Gobierno no debe impedir que el 1 de octubre los ciudadanos catalanes se expresen como consideren.