Diez días después de la sentencia que condenó a los militares del cuartel ‘Los Cabitos’ que desaparecieron a su hijo, María Angélica Mendoza de Ascarza falleció en Ayacucho sin hallar el cuerpo de Arquímedes, secuestrado por un grupo de militares en 1983. Durante más de 30 años, la fundadora de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecido del Perú buscó justicia. Los sentenciados por asesinato y desaparición hoy están prófugos.
Por Ernesto Cabral
María Angélica Mendoza volvió el 18 de agosto a la Sala Penal Nacional y escuchó la condena contra dos de los militares que dirigían las acciones contra Sendero Luminoso desde el cuartel Los Cabitos, la sede militar en la que se asesinaron, desaparecieron e incineraron a decenas de personas. La larga audiencia acabó después de medianoche. Hoy, dos semanas después de aquella sentencia y con los condenados prófugos de la justicia, Mamá Angélica falleció en Huamanga.
El tribunal condenó al coronel EP (r) Édgar Paz Avendaño, a 23 años de cárcel, y al coronel EP (r) Humberto Orbegozo Talavera, a 30 años de prisión por el delito de asesinato. La sentencia determinó que Orbegozo Talavera, jefe del cuartel Los Cabitos, tuvo a su cargo el área física donde los militares realizaron torturas; mientras que Paz Avendaño, jefe de inteligencia en el destacamento de la llamada Casa Rosada de Ayacucho, tuvo responsabilidad en la desaparición de personas acusadas de terrorismo.
«Falleció Mama Angélica, símbolo de la búsqueda de personas desaparecidas. Su perseverancia inició el camino hacia la verdad y justicia», dijo el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de su cuenta de Twitter sobre la muerte de la fundadora de Anfasep.
En julio de 1983, miembros del cuartel ‘Los Cabitos’ irrumpieron en la casa de Angélica Mendoza y detuvieron a su hijo Arquímedes Ascarza de 19 años. «Cuando lo alcancé en la puerta, me aferré a mi hijo y a los dos juntos nos arrastraron. Me empujaron, me golpearon, me pisaron. Cuando llegamos a la puerta me torcieron la mano hacia la espalda, me pisaron en el suelo, me quiseron meter un balazo y me quitaron a mi hijo», narró ‘Mamá Angélica’ ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) en abril de 2002.
El 2 de septiembre, dos meses después de la desaparición de su hijo, ‘Mamá Angélica’ junto con otras cinco mujeres fundaron Anfasep, institución que creó en sus primeros años un comedor para los niños huérfanos a causa del conflicto armado interno, que fue apadrinado por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. A pocos meses de su creación, Anfasep reunió a más de 800 madres, esposas y familiares de secuestrados.
«Muchas de las socias que pertenecen a Anfasep se están muriendo sin saber qué pasó, por qué desaparecieron sus esposos e hijos, por qué se los llevaron. Yo seguiré hablando mientras pueda. Quiero preguntarles a los gobernantes por qué tanto dolor hasta ahora», dijo el año pasado Angélica Mendoza.
Hace 14 años, la CVR entregó el Informe Final sobre los hechos ocurridos durante el conflicto armado interno, en donde reconoció la labor de la Anfasep en la lucha por el respeto y el reconocimiento de los derechos de las familias afectadas por la violencia.
«La CVR destaca y reconoce la persistencia de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (Anfasep), conformada en su abrumadora mayoría por mujeres ayacuchanas quechuahablantes de escasos recursos. Aún en los peores momentos, con tenacidad y valentía, dichas mujeres mantuvieron viva la llama de la esperanza en la recuperación de sus seres queridos y en la aplicación de justicia para los responsables de su desaparición», concluyó el Informe Final de la CVR.
En el 2012, ‘Mamá Angélica’ obtuvo la Medalla Defensoría del Pueblo por «su lucha inquebrantable por los derechos a la verdad y justicia (…) determinante para impulsar políticas vinculadas a la problemática de las personas desaparecidas en el periodo de violencia política en el país».
La voz de la madre que clamó justicia durante más de tres décadas se apagó el mismo día en el que se conmemora el 14º aniversario de la entrega del Informe Final de la CVR.