Este último viernes, 15 de septiembre, Yeniselis González Mederos y Madonna González Yera, del equipo de redacción de Pressenza en Cuba, estuvieron con nosotros en el programa de Pressenza, En la Oreja Internacional, por Radio Pichincha Universal. Compartimos con nuestros lectores la entrevista, que nos da una mirada de la situación en la isla, tras el huracán Irma y un soplo de fuerza y convicción de un pueblo que asume su destino en las manos.
¿Cuál es el balance de daños que ha causado el huracán en la isla y cuál la situación en este momento?
Irma estuvo cerca de 72 horas, del 11 de septiembre hasta el domingo. Estamos en la fase recuperativa, pero realmente por la magnitud del huracán que trajo vientos de mas de 250 km/h, y por su tamaño, afectó a todo el país, aunque es cierto que la zona norte de Cuba y fundamentalmente nuestra provincia fue una de las mas afectadas.
Como te decía, estamos en fase recuperativa, se han activado todos los sectores sociales en función de llevar adelante el proceso de recuperación del país. Esta vez, por la magnitud de los daños, no fue posible activar las brigadas mixtas que iban de una provincia a otra a prestar ayuda. Fue necesario armar brigadas en cada provincia, con personas que no son propiamente especialistas en determinados trabajos, para poder iniciar la fase recuperativa.
Las afectaciones son mayormente en la vivienda, en el sistema energético, en la agricultura y en el turismo. Llevar adelante el proceso de recuperación será algo lento, pero es muy activo, el país entero está activado en función de que cada cual, en el sector que pueda potencia, trabaje para sacar adelante la situación del país.
¿Cómo se está organizando el pueblo cubano, como está respondiendo la gente?
Se están desarrollando medidas que van desde el trabajo para la recuperación y la higienización de los locales, la recuperación del tendido eléctrico del país, que quedó muy afectado, la colaboración propia dentro del mismo país; la movilización de los que fueron damnificados hacia centros de evacuación, hacia casas de vecinos, porque hubo una gran numero de afectación en el problema de la vivienda. Se ha estado trabajando en función de que las pérdidas sean lo menos posible y tratar de volver al ritmo cotidiano lo antes posible.
Ya se ha logrado conectar la mayor parte de las provincias al sistema energético nacional, lo que nos ayuda . Aunque todavía se mantienen pueblos sin corriente, la mayor parte ya se están conectando; se está garantizando la canasta básica, se le ha bajado el precio a alimentos, se les lleva a esas poblaciones donde el acceso se les ha dificultado porque todavía presentan situaciones de inundación. Todo esto ha sido 50% acción del gobierno y 50% la acción ciudadana. La ciudadanía se ha movilizado en función de viabilizar todas esas gestiones que el gobierno a nivel nacional trata de hacer.
Se han quedado muchas poblaciones prácticamente inhabitables, de hecho hay varios puntos costeros del país en donde la vivienda quedó totalmente destruida, entonces han tenido que moverse hacia centros de evacuación, acercarse a familiares y amigos que les faciliten su estancia, hasta que se pueda resolver el problema de la vivienda. Se analiza incluso la posibilidad de mover a esas personas de esas localidades, porque están totalmente destruidas, es prácticamente imposible vivir ahí.
¿Cuál ha sido la respuesta y desde donde ha llegado la respuesta solidaria a la isla de Cuba?
Bueno, realmente ha habido mucho pronunciamiento internacional. Pero la ayuda concreta ha llegado de de Venezuela, ha llegado en barcos, con material que es imprescindible para poder sacar adelante este proceso complejo porque, como te decía, ha afectado a toda Cuba. Es un momento donde necesitamos no solo el pronunciamiento internacional, sino la ayuda material que, desde ya agradecemos, porque realmente nos va a venir muy bien para este proceso de recuperación. Venezuela es el país que más nos ha ayudado hasta este momento.
En el contexto de las gravísimas perdidas y consecuencias que para la economía cubana tiene el huracán, pérdidas en el agro y pérdidas en el sector turismo, que es un rubro fundamental para la economía cubana, el gobierno de Trump ratifica el bloqueo. ¿Cómo ven este hecho?
No esperábamos otra cosa, esto forma parte de una política que, aún en este momento en el que Cuba vive un proceso especial, no solamente el huracán, no esperábamos que fuera distinto. Es un momento en el que ellos van a arreciar su política contra Cuba y entonces, le tocará de nuevo al pueblo cubano proyectarse en función de esto y tener las cosas lo más claras posibles. Es un momento en el que ellos van a aprovechar. Esta circunstancia particular, el huracán, la van a aprovechar.
A nosotros nos corresponde organizarnos desde todos los frentes para potenciar la economía y también nuestra política y nuestra ideología, porque Cuba se está enfrentando hoy no solo a la recuperación de un huracán, sino una circunstancia histórica muy peculiar en mi país que son elecciones, que hay incluso una proyección hacia un cambio.
Si algo ha potenciado este huracán, es que se activó de nuevo la cooperación ciudadana, que está muy presente la solidaridad. Esperemos que ese espíritu nos ayude también para encausar esta etapa, para reorganizar la vida en nuestro país y para seguir adelante en esta lucha que es histórica por la preservación de la independencia que hemos tenido durante todo este tiempo.
¿Cuáles son las prioridades que ha marcado el gobierno de Raúl Castro para la agenda de reconstrucción de la isla?
Lo segundo, inminente, es tratar de recuperar el sector del turismo porque es una entrada importante, es un elemento que nos hace falta recuperarnos. En lo que se está trabajando de manera más inmediata ahora es en la recuperación de los servicios básicos, tratar de llevar agua, luz y comida a sectores de la población donde no hay acceso fácil todavía.
En la medida que garanticemos esa primera etapa, se tratará de proyectar una reorganización de la vivienda, entregando un presupuesto de más de 200 millones de pesos que se tenía para mejorar viviendas en mal estado. Igualmente se priorizará la agricultura, salvar los alimentos que puedan ser salvados y tratar de garantizar los cultivos que tenemos que se hayan mantenido en pie, porque buena parte de la agricultura fue destruida en la zona norte del país, así que hay que salvar lo que hay al sur y volver a empezar en el norte, sabiendo que no habrá resultados hasta dentro de un año.