Una toma de conciencia de los peligros actuales
Mientras que el Presidente de Corea del Norte afirma que puede llevar a cabo un ensayo nuclear atmosférico en el Pacífico, que el Presidente Trump amenaza con destruir Pyongyang sin preocuparse por el destino de la población civil y que el Ministro de Defensa francés visita sitios nucleares estratégicos para «reafirmar la disuasión nuclear», la ONU celebrará el 26 de septiembre el Día Internacional para la eliminación total de las armas nucleares.
En un momento en que existen dudas sobre una escalada militar en el noreste de Asia que podría desembocar en una guerra nuclear, es necesario hacer frente a los riesgos que plantea este tipo de armas de destrucción en masa y apoyar el tratado de prohibición de las armas nucleares, que es la única solución creíble para poner fin a las crisis de proliferación nuclear. Un Tratado que, a pesar de la fuerte presión de las potencias nucleares (Francia, Estados Unidos…), está abierto a la firma desde el 20 de septiembre. Hasta la fecha, 53 Estados ya lo han firmado y 3 también lo han ratificado.
Este Tratado nace de la conciencia de una mayoría de Estados de las consecuencias que la política de disuasión de nueve Estados, democráticos o no, ha tenido en todo el mundo.