Mural de Heriberto Manero Manfert, dedicado a las ciencias humanísticas. Técnica: encáustica en frío. Dimensiones: 3,00 x 7,00 m. Ubicado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
Por Madonna González Yera
Proyecto de restauración de los murales de Heriberto Manero
La ciudad de Santa Clara constituye un espacio dentro del país en el que se encuentran una variedad importante de obras de pinturas mural. Estas se encuentran concentradas fundamentalmente en centros públicos, y se cuentan con originales de representantes de la vanguardia artística cubana de inicios del siglo XX. Así como, varias obras del artista, Heriberto Manero Alfert.
Manero, como se conoció en el ámbito artístico nació en La Habana en 1946. Sus primeros maestros fueron los sagüeros José Ramón Núñez y Rolando Marcet, vinculado al Taller Libre “Fidelio Ponce de León”. Allí se fascinó con las líneas y los colores, con esa sensación de libertad frente al lienzo policromado. Pronto perfiló su propio estilo, el sello que le haría alabar a la crítica “la manera de Manero”. Para algunos un pintor expresionista; para otro fiel heredero de la tendencia neofigurativa. En 1970 realizó el que probablemente fue su primer mural en La Habana, en la redacción de la revista Bohemia, dedicado al Apóstol. Lo nombró Alegoría de Martí, el cual ya no existe.
La pintura mural desarrollada por Manero, contiene una importante carga social, en tanto el emplazamiento de la misma se encuentra en espacios públicos. En la ciudad de Santa Clara se encuentran cuatro obras que así lo demuestran: dos ubicadas en la Universidad Central “Martha Abreu” de Las Villas, uno en la Fábrica INPUD y el otro en el Policlínico Nazareno. Lo cual constituye expresión de la correlación de la obra de este artista con la política cultural de la revolución cubana, donde se enuncia como principio básica la educación estética de la sociedad. Manero extrae del espacio dedicado propiamente al arte su obra, haciendo del disfrute estético una posibilidad presente en cualquier espacio.
Un propósito esencial del hombre ha sido hacer de las universidades reflejo de las aspiraciones supremas del ser humano; sitios que destaquen por su concepción ecológica; por su compromiso con el arte, la cultura y los artistas: espacio para el disfrute no solo de estudiantes y profesores, sino paradigma para trabajadores y visitantes. En tal sentido, la protección de las obras de arte a escala monumental emplazadas en ellas resulta determinante en tanto es portadora de significados, valores que subyacen en su esencia como soporte generador del desarrollo artístico, social y cultural; y como ente de transformación social que posibilita un mejor intercambio entre contexto y ser humano.
En las inmediaciones de la Universidad Central de Las Villas destacan dos pinturas murales elaboradas en honor a las letras y las ciencias técnicas. Los murales constituyen un conjunto artístico de gran valor al ser considerados exponentes casi únicos de esta manifestación en la década del 70 en Cuba. El estado de conservación es regular, presentan un progresivo nivel de deterioro por intemperismo y vandalismo. Sus valores son desconocidos por la comunidad universitaria y no gozan de aceptación y popularidad. No cuentan con acciones para su conservación y tampoco han sido restaurados. Las dos obras muestran signos de deterioro evidente que amenazan su preservación. Ello está influyendo en el deterioro de la imagen de importantes sitios de intercambio y socialización de esta universidad.
El desconocimiento por la comunidad universitaria de las obras, el autor y su relevancia afectan los valores patrimoniales de la Universidad, en consecuencia, su identidad y cultura, y la memoria histórica y el sentido de pertenencia de sus estudiantes y trabajadores.
Ante lo cual está teniendo lugar un proyecto de restauración de los murales elaborados por Heriberto Manero, mediante la cual además del rescate de espacios de socialización en la Universidad, se realiza una vuelta sobre la obra de este artista, muy poco divulgada, y por ende, casi desconocida para el público que la consume.
Este proyecto de restauración, dirigido desde la Universidad, específicamente, desde el Centro de Estudios Comunitarios, cuenta con la labor de un equipo técnico compuesto por: Dra. Elisa Serrano, Lic. Ángel Humberto Sánchez y los estudiantes del ISA, Alejandro Albelay y Annier Platero. Así como un equipo de apoyo desde el centro organizado por el MsC. Ginley Durán. Teniendo en cuenta el estado de conservación de los murales, se ha propuesto una restauración, en la cual se transitaría por las siguientes etapas:
- Primera etapa: Conformación de un equipo técnico especializado en conservación y restauración para la intervención de la obras.
- Segunda etapa: Consolidación del soporte
- Tercera etapa: Consolidar la capa pictórica.
- Cuarta etapa: Reintegración del color.
- Quinta etapa: Fijado
Con este trabajo se pretende la restauración total de las obras, lo que implica el rescate de los espacios en que se encuentran emplazados. En estos momentos el trabajo comienza a transitar por su segunda etapa.
Los murales a pesar de los embates del tiempo presentan un regular estado de conservación, considerando de gran necesidad su restauración para la preservación de los mismos y el rescate de estas obras de gran valor histórico- artístico y patrimonial de nuestra provincia. Esta propuesta de intervención al formar parte de un proyecto socio-cultural, trasciende el acto de la intervención en sí, en pos de crear un espacio para la socialización y el consumo activo de estos productos artísticos.