Hoy en día, las mujeres y las personas con discapacidad en el barrio más grande de Kenia, Kibera, en Nairobi, fueron atacadas por hooligans lanzando piedras mientras protestaban pacíficamente contra la violencia policial que enfrentan. «Cuando la policía viene, no podemos huir!», se quejan.
La tensión ha estado creciendo en Kibera desde el viernes, cuando los resultados de las elecciones confirmaron que el presidente Uhuru Kenyatta había sido reelegido, para disgusto de la oposición dirigida por Raila Odinga, de la minoría tribu Luo.
La Comisión de Derechos Humanos de Kenia ha confirmado por lo menos 24 muertes desde el viernes, siendo la más trágica la de Stephanie Mora, de ocho años, que aparentemente fue asesinada en el cuarto piso de un bloque de viviendas por una bala perdida en un tiro en el barrio pobre de Mathare, cuando la policía disparó contra los manifestantes, a quienes describieron como saqueadores.
Sentadas en los caminos con velas blancas y vestidas de negro, las mujeres preguntaron: «¿Por qué están matando a nuestros maridos e hijos? ¿Por qué matan a Luos?» Este es un grito pidiendo ayuda de los miembros más vulnerables de la sociedad keniana. Incluso estos manifestantes no violentos no estaban inmunes al ataque, con los líderes comunitarios interviniendo para desactivar la violencia, arriesgando su propia seguridad en el proceso.
Los miembros de la comunidad local en la fortaleza de Raila tienen miedo de ir a dormir por la noche, pues no se sienten a salvo de que alguien vaya a tratar de entrar en sus inseguros hogares. Una fuente local dijo a Pressenza: «Estoy muy preocupado. Los chicos de las calles están listos para morir. Harán lo que Raila diga.”
Y la falsa noticia está circulando como un reguero de pólvora. Nadie sabe de dónde viene, pero a través de las redes sociales se podría imaginar que viajar por el país y pasar por la tierra de una tribu opuesta conducirá a la muerte inmediata. Sin embargo, no hay evidencia alguna que respalde esto.
Kibera, que sería una zona de muerte y destrucción si la violencia es realmente desencadenada, no está viviendo esta violencia actualmente. «Soy personalmente consciente de dos heridas de bala y una paliza, pero nada en la escala de 2007», dijo nuestra fuente.
Mañana sabremos lo que hará Raila. Él ha dicho que no tiene ninguna intención de desafiar los resultados de la elección en la corte, pero ha pedido a sus partidarios hacer huelga a pesar de que también dice no controlar a la gente. Pero sus partidarios no están aceptando su llamada totalmente. Nuevamente, hoy Nairobi estaba ocupada en sus quehaceres, y la gente está tratando de seguir adelante con sus vidas. Después de todo, el desempleo es alto y cualquier persona en un trabajo es un sostén de la familia que apoya a un gran número de familiares y amigos. Hacer huelga no es una opción.
A Raila y su equipo quizás no les gusten los resultados, pero no han presentado absolutamente ninguna evidencia hasta el momento para contradecir el resultado publicado en el sitio web de la Comisión Electoral y de Límites Independiente que organizó la elección. Si Odinga no pide a su pueblo que acepte los resultados y haga un mejor partido de oposición para luchar contra la corrupta administración de Uhuru Kenyatta, estará conducirá a su pueblo y al país a una terrible violencia, lo que será una terrible mancha en su reputación, que ha sido en gran medida buena hasta ahora.
Odinga fue robado en 2007 y en 2012. Lamentablemente no logró ganar en 2017 bajo un sistema que le habría dado la Presidencia en las dos ocasiones anteriores. Hoy es momento de que el hijo de 72 años del ex vicepresidente entregue las riendas del poder a una generación más joven que puede llevar a Kenia al futuro no tribal y no corrupto que tan desesperadamente necesita y merece.