Publicado originalmente en inglés por Alternet
1. “Los grandes medios –en particular los medios de las elites que definen el orden del día seguido generalmente por los demás– son empresas que venden publicidades privilegiadas a otras empresas. No sería para nada sorprendente que la visión del mundo que presentan refleje las perspectivas y los intereses de los vendedores, de los compradores y del producto. La concentración de los medios es grande y va en aumento. Por otra parte, los que ocupan puestos de dirección en los medios u obtienen un estatus de analistas pertenecen a esas mismas elites privilegiadas y se puede presumir que comparten las percepciones, aspiraciones y actitudes de sus asociados, lo que refleja también sus propios intereses de clase. Es poco probable que los periodistas que ingresan en ese sistema puedan abrirse camino si no se atienen a esas presiones ideológicas, por lo general, asimilando esos valores. No es fácil decir una cosa creyendo al mismo tiempo otra y aquellos que no cumplan tenderán a ser eliminados mediante los mecanismos conocidos”.
Necessary Illusions: Thought Control in Democratic Societies
2. “Si los medios fueran honestos, dirían:
Miren, estos son los intereses que nosotros representamos y este es el prisma con que vemos las cosas. Se trata de nuestro conjunto de creencias y de compromisos. Es lo que dirían, igual como lo hacen sus críticos. Por ejemplo, yo no trato de ocultar mis compromisos y tampoco tendrían que hacerlo el Washington Post ni el New York Times. Sin embargo están obligados a hacerlo, porque esa máscara de equilibrio y de objetividad juega un papel crucial en la función de la propaganda. De hecho, van más lejos. Intentan presentarse como entidades subversivas, opuestas al poder, que se enfrentan a instituciones poderosas y las amenazan. La profesión académica juega también ese juego”.
Conferencia Media, knowledge and objectivity, 16 de junio de 1993
3. “El principal estudioso de la propaganda comercial, el investigador australiano en ciencias sociales Alex Carey, sostiene de manera convincente que el “siglo XX se caracterizó por tres desarrollos de gran importancia política: el crecimiento de la democracia, el crecimiento del poder de las empresas y el crecimiento de la propaganda de empresa como medio de proteger el poder de las empresas contra la democracia””.
4. “Algunos de los principios destinados a debilitar los mercados también son aplicados por la industria de las relaciones públicas, que es la que esencialmente dirige las elecciones, con el objetivo de debilitar la democracia. Los mercados, en el sentido de la teoría económica, son la última cosa que desea el mundo de los negocios. Si usted toma un curso de economía, le dirán que un mercado se basa en consumidores informados que elijen opciones racionales. Cualquiera que haya visto un anuncio televisado sabe que eso no es verdad. En efecto, si tuviésemos un sistema de mercado, una publicidad para General Motors contendría una breve descripción de las características de los productos para el año próximo. No es lo que usted ve. Usted ve una actriz o un crack de fútbol o alguien que conduce un auto en una montaña o algo por el estilo. Y todas las publicidades son así.
El objetivo es debilitar los mercados mediante la creación de consumidores mal informados que elegirán opciones irracionales, y el mundo de los negocios dedica grandes esfuerzos a esto. Pasa exactamente igual cuando la misma industria, la industria de las relaciones públicas, las emprende contra la democracia. Quiere construir elecciones en las que electores mal informados elijan opciones irracionales. Es muy comprensible y tan evidente que resulta difícil no verlo”.
Conference The State-Corporate Complex: A Threat to Freedom and Survival Universidad de Toronto, 7 de abril de 2011.
5. “La campaña de Obama impresionó enormemente la industria de las relaciones públicas, que lo nombró “Marketinero de la era de la publicidad 2008”. Venció fácilmente a las computadoras Apple y eso fue una buena predicción para las elecciones de unas semanas después. La tarea regular de la industria es crear consumidores mal informados que elijan opciones irracionales, minando así los mercados tal como están conceptualizados en la teoría económica, pero beneficiando a los maestros de la economía. La industria reconoce las ventajas de debilitar la democracia de la misma forma, creando electores mal informados que suelen elegir opciones irracionales entre las facciones del partido de los negocios, cosechando suficientes apoyos del capital privado concentrado para ingresar a la arena electoral y después dominar la propaganda de campaña”.
6. “El control del pensamiento es más importante para los gobiernos libres y populares que para los Estados despóticos y militares. La lógica es simple: un Estado despótico puede controlar a sus enemigos domésticos por la fuerza, pero a medida que el Estado pierde ese arma, son necesarios otros aparatos para impedir que las masas ignorantes interfieran con los asuntos públicos, que no les competen. El público debe ser un observador, no un participante, debe consumir ideologías como productos”.
Force and Opinion, Z Magazine
7. El ministerio británico de la Información fue hace un siglo la primera agencia de propaganda moderna. Definió secretamente su función: “dirigir el pensamiento de la mayoría del mundo” –principalmente de los intelectuales estadounidenses progresistas, que debían movilizarse para acudir en ayuda de Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial”.
Destroying the Commons, Tom Dispatch
8. “Uno de las preguntas planteadas en este estudio era: según usted, ¿cuántas víctima vietnamitas dejó la Guerra de Vietnam? Hoy en día, los estadounidenses responden en promedio, alrededor de 100 000. La cifra oficial es de alrededor de dos millones. La cifra real es probablemente de tres a cuatro millones. Las personas que llevaron a cabo el estudio formularon una pregunta apropiada: ¿qué pensaríamos de la cultura política alemana si los alemanes estimasen en alrededor de 300 000 el número de judíos muertos en el Holocausto? ¿Qué nos diría esto a propósito de la cultura política alemana?”
9. “No existe ninguna otra sociedad en la que las clases instruidas estén tan eficazmente adoctrinadas y controladas por un sistema sutil de propaganda; un sistema privado que comprende los medios, las revistas de opinión intelectual y la participación de las franjas de la población más instruidas. Esas personas deberían ser llamadas “Comisarios”, porque se trata de su función esencial: aplicar y mantener un sistema de doctrinas y de creencias que debiliten el pensamiento independiente e impidan una buena comprensión y un buen análisis de las instituciones, de las políticas y de los problemas nacionales e internacionales”.
10. “Los ciudadanos de las sociedades democráticas deberían tomar un curso de defensa intelectual para protegerse del control y de la manipulación y sentar las bases de una democracia significativa”.
Necessary Illusions: Thought Control in Democratic Societies