Por Gustavo Figueroa
Trabajadores despedidos: Maderas al Mundo (MAM)
Newenken, territorio mapuche. Héctor es alto, mide casi 2 metros, pero su hijo de 7 años debe realizar, en la actualidad, un tratamiento para superar un problema de desarrollo (físico). También tiene problemas auditivos. “Por suerte el sindicato se ‘portó de diez’, sino me hubiera quedado sin obra social”.
La familia de Héctor se compone de cuatro personas, pero solamente él contaba con un trabajo. Hace 13 días que quedó en la calle. “Hace 25 años que trabajo en esta empresa, pero fue sólo en los últimos meses que se vio una profundización en el deterioro laboral”. “Por suerte en la actualidad mis hijos me dan una mano”. Héctor tiene dos hijos más que ya no viven con él. El mayor trabaja en la construcción y en este proceso de despido se ha acercado a ‘tirarle’ unos pesos.
“Yo también sé algo de electricidad, puedo conseguir otro trabajo, pero hay compañeros que, como yo, le han dedicado toda una vida a este lugar”. El ejercicio de caracterizar el caso de Héctor es un ejercicio que nos puede permitir caracterizar la situación de miles de trabajadores de la región y del país. Sin embargo, y a su vez, el caso de Río Negro y Neuquén posee características específicas y determinantes. En esta zona del alto valle las torres de petróleo y fracking han suplantado a las chacras y la producción frutícola; éste tipo de economías extractivas ha contaminado ríos y barrios completos; las empresas y los magnates extranjeros, dueños o socios de muchas de estas empresas, realizan denuncias de usurpación en contra de las autoridades políticas y espirituales originarias pertenecientes a este territorio. Pero este cuadro de situación no comenzó hoy, representa el resultado final de muchos años de ejecución y erosión.
El Estado Nacional argentino pronto cumplirá 150 años de llevar adelante un mismo modelo social, político, económico y (mono) cultural que nunca, durante ningún gobierno, ha cambiado su rumbo. Ríos y lagos contaminados, trabajadores en la calle, instalación de economías extractivas, persecución y judicialización a militantes y autoridades originarias. A continuación una crónica que piensa a los trabajadores madereros de Neuquén como parte de un precedente de un proyecto histórico.