“Maten al proyecto de ley, no a nosotros”, coreaban los manifestantes en el Capitolio el miércoles, para expresar su oposición al controvertido proyecto de ley de reforma del sistema de salud del Senado. El Presidente Donald Trump y sus aliados republicanos del Congreso están decididos a derogar la Ley de Cuidado de la Salud a Bajo Precio (también conocida como Obamacare), a pesar de que el proyecto de ley mediante el cual lo derogarían cuenta con muy poco apoyo a nivel nacional (según una encuesta reciente, su índice de aprobación es de apenas un 17%) y dejará a decenas de millones de estadounidenses sin atención de la salud. Un nuevo estudio prevé que dejar a tantas personas sin seguro de salud provocaría la muerte de 29.000 estadunidenses más al año. De modo que, cuando muchos de estos manifestantes piden a los senadores que no los maten, están hablando en serio.
La Dra. Steffie Woolhandler es médica general y cofundadora de Médicos por un Plan de Salud Nacional. Woolhandler, que ha sido una ferviente crítica de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, es coautora de un nuevo estudio —“La relación entre la cobertura de la salud y la mortalidad: ¿es mortal carecer de seguro médico?” (The Relationship of Health Insurance and Mortality: Is Lack of Insurance Deadly?)—, publicado en los Anales de Medicina Interna. La Dra. Woolhandler nos dijo en el noticiero de Democracy Now!: “Examinamos la literatura científica mundial para estudiar la relación entre la cobertura de la salud y la mortalidad. Hay realmente consenso científico en la actualidad con respecto a que carecer de seguro médico aumenta el índice de mortalidad”.
Al igual que sucede con el cambio climático, los políticos republicanos nos dicen que no hagamos caso a la ciencia. Raúl Labrador, congresista republicano de Idaho, fue interrogado durante un cabildo abierto el mes pasado acerca del motivo por el cual apoya los recortes a Medicaid, que dejarán a muchas personas sin cobertura médica y, en algunos casos, provocarán la muerte: “Nadie quiere que haya muertes. Es evidente. Ese argumento es indefendible. Nadie muere por no tener acceso a un seguro de salud”.
La Dra. Woolhandler respondió: “El senador Ted Cruz ha dicho eso. Marco Rubio ha dicho eso. El Secretario Tom Price, secretario de Servicios Humanos y de Salud, ha dado a entender que no pasa nada si se carece de un seguro de salud. Eso no es cierto. La ciencia nos está demostrando que las personas que no tienen cobertura de salud no reciben la atención médica que necesitan para estar sanas y, en consecuencia, esas personas mueren antes”.
La Dra. Steffie Woolhandler apoya el sistema de salud de pagador único, también llamado “Medicare para todos”, en referencia al inmensamente popular plan de salud financiado por los impuestos de los contribuyentes que brinda cobertura de salud a todos los adultos mayores de 65 años y a las personas con discapacidad crónica. Woolhandler explicó cómo funciona ese sistema: “Cada persona tendría una tarjeta de Medicare desde el día de su nacimiento y durante toda su vida. Toda la atención médica necesaria estaría cubierta por un plan financiado mediante impuestos llamado Medicare para todos. Sería mucho más barato a largo plazo porque se ahorra mucho dinero de gastos administrativos. La facturación y la inscripción en el seguro de salud es un proceso extremadamente costoso en Estados Unidos. Según nuestra investigación, representa un 31% del gasto total de la salud. Al optar por un sistema de pagador único, se podría ahorrar alrededor de la mitad de ese costo, unos 500.000 millones de dólares al año, que se utilizarían en lograr atención de la salud universal y eliminar los copagos y deducibles a las personas que ahora deben abonarlos”.
En muchas partes del mundo existen sistemas similares, que funcionan perfectamente bien: “Gran parte de Europa Occidental tiene sistemas de pagador único que cubren a todas las personas. Viven dos años más. Pagan menos por la salud que nosotros. No tener seguro es malo para la salud, puede provocar la muerte. Y tener cobertura total para todos los cuidados de salud necesarios, como ocurriría con Medicare para todos, haría que la gente sea más saludable y prolongaría sus vidas”.
El representante demócrata de Michigan John Conyers presentó el proyecto de ley H.R. 676 o Ley por un Medicare más amplio y mejorado para todos. El proyecto de ley obtuvo un número inesperado de coauspiciantes: 113 legisladores (todos demócratas) lo apoyan. El senador Bernie Sanders está elaborando un proyecto de ley similar en el Senado, y la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren acaba de decir al Wall Street Journal: “Ya es hora de dar el siguiente paso. Y el siguiente paso es el sistema de pagador único”.
Mientras en los medios se mencionan las protestas en el Capitolio o en las oficinas de los senadores Mitch McConnell, Cory Gardner y otros, y las dramáticas imágenes de ocupaciones de oficinas y arrestos logran un poco de atención de los medios, ¿dónde están las voces de los manifestantes? Muy rara vez se los invita a los estudios de televisión para que expliquen por qué están dispuestos a ser arrestados. En cambio, las cadenas de noticias recurren al mismo círculo de comentaristas que saben muy poco sobre muchas cosas y se centran únicamente en la división entre demócratas y republicanos en el Congreso.
Una nueva encuesta realizada por NPR/PBS NewsHour/Marist concluyó que apenas el 17% de la población apoya el proyecto de ley del Senado. Si se lo compara con el sistema de pagador único, que no recibe casi cobertura en los medios, este último tiene más apoyo. El Pew Research Center publicó un informe esta semana en el que se afirma que un 33% de los encuestados ahora está a favor del sistema de pagador único, un aumento del 12% frente a 2014.
Los medios de comunicación no deberían tomar partido en los partidos, sino que deberían limitarse a presentar las noticias. Necesitamos medios de comunicación que constituyan un cuarto poder, y no que apoyen al poder del Estado. Necesitamos medios de radiodifusión que incluyan una diversidad de voces, incluidos aquellos que defienden el sistema de salud de pagador único. Como han demostrado la Dra. Steffie Woolhandler y sus colegas, es una cuestión de vida o muerte.