Por La Garganta Poderosa
Hoy salimos a la calle, para joder un poco, ¿vio? Aprovechando que casi ninguna tiene trabajo y que casi todos ofrecen laburos precarizados, que algunos dividieron el horario a pijazos y que algunas multiplicamos las tareas domésticas, que muchas amamantamos gratis y que muchos eyaculan salarios, que ciertos tratos son malos y que ciertas tratas son atroces, que tantas cobramos en negro y que tantos pagan en blanca, que éstos parecen enfermos y que éstas parecen enfermeras, que aquellas cuidan pendejos y aquellos abandonan viejos, esta tarde salimos a dar un paseo por cada gondolita del supermercado…
Una vueltita al patriarcado.
Como para hinchar los huevos, ¿no? Huérfanas sin hogares de mujeres, subordinadas con techos de hombres, mayorías parlamentarias del analfabetismo, cámaras altas de la deserción escolar, pachamamas de la pobreza, antropólogas de educación sexual integral, mitómanas de la comisaría, víctimas de la Oficina de Violencia Doméstica, conejillas de Indias, recontratapadas de Playboy, penélopes del Poder Judicial, galardonadas del exilio afectivo, las panicatadas del Botón AntiPoliciaQueNuncaRespondeALasCienMilLlamadasYLlegaCuandoLaMujerEstaMuerta, las perimetradas de las medidas a medias y las asesinadas por los asesinos acusados de asesinos cuando no eran asesinos por las flamantes asesinadas, vamos a pegarnos un viaje como quién diría «de padre».
La teoría del desmadre.
De puras rompe pelotas, chabón, las minitas nos encaravanamos para gritar la violencia extrema del silencio, motivadas por la desmotivación que nos provocó tantas veces acceder a los refugios inaugurados en la inmensa ciudad de «Mañana», siempre entre balseras de los refugios para balseras de los refugios, en otro mar celo, el triángulo de las bermudas y las camisas, ahí donde está todo bien con banalizar la vida, desde que la tierra se tragó al verbo comer, rescatado por hordas de marineras libres de milanesas, al horno, fritas, carnes envasadas en heteropacks o aves desplumadas por la sumisión, duras por otra línea de pobreza y atragantadas con su propia denuncia, cuando denunciaron que terminaban de ahorcarlas, utilizando una soga de colgar llamados; letras hecha sopa, hasta mojarnos los calzones.
Vamos a prestarnos los pantalones.
Ahora, ¿para qué marcha la muchacha hada? Debe querer poronguear como toda la Gente, ¿verdad? De temer, todo de Temer, los valores Morales, la Sala de tortura y estas fuerzas farrapoliciales que nos prostituyen, nos regentean y nos entierran como NN, sí, está bien, pero a su vez nos protegen de fundamentalistas lesbianas que han llegado a besarse entre mujeres, de transexuales ortodoxos que permanecen ajenos a los mandatos de asexuales progresistas y también de los grupos travestistas que amenazan la integridad física de los funcionarios públicos que velan cotidianamente por garanti$ar todxs sxs derechxs, pero todos eh, de Raquel y de los muchachos…
¿Somos machos o no somos machos?
Guardaaa, enemiguitos, guarda que las amiguitas no vienen consumiendo, ni con su miedo, sino más bien sin o, ¡más bien!, dispuestas a terminar mal, pero nunca por sobredócil de moral. A veces custodiadas por las amigas, a veces asistidas por los familiares, a veces nacionalizadas en organizaciones sociales, absolutamente arrojadas a limosnear la contención psicológica que psicopáticamente niegan esos desequilibrados materiales, en pleno Estado de descomposición, mientras las femicidiables en riesgo encuentran asilo en las comidas, las ropas y las casas de otras negras brutas ignorantes que utilizan a los hijos para cobrar un plan y para la maximización de sus piquetes porque les encanta tomar sol sobre la cinta asfáltica hasta arrugarse como pasas, con tal de no hacer sus quehaceres…
¡Necesitamos Casas de las Mujeres!
No vamos contra vos, salí, ni contra usted, muévase, ni contra esta maravillosa paz social que nos mantiene cautivos en una selva de femicidios cada 18 horas y negricidios cada 25, dibujada en la corbata de cualquier señor republicanamente demócrata que ayyy, ¡se traba leyendo tan lindo! Es el estado, estúpido. Y estas villeras patasucias estamos exigiendo recursos para cursos contra discursos que violentan nuestra salud, que dependizan la independencia, que deforman la formación, que periodistidican el arte, que profesionalizan la cultura y digitalizan el territorio, contratando a un CEO para el desmadre de la economía.
3 de junio,
un paseo que Madre Mía.