Durante el fin de semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó Arabia Saudí, donde firmó una serie de acuerdos de venta de armas que ascienden a la cifra récord de 110.000 millones de dólares. El acuerdo de venta de armas incluye tanques, artillería, naves, helicópteros, sistemas de defensa con misiles y tecnología de ciberseguridad. Se espera que el acuerdo ascienda a 350.000 millones de dólares en los próximos diez años.
El acuerdo se produce mientras el Pentágono continúa apoyando una campaña de bombardeo liderada por Arabia Saudí en Yemen, donde tras años de lucha se han destruido los sistemas de salud, agua, alcantarillado y saneamiento del país, lo que contribuyó a que se produjera un brote de cólera que ha acabado con la vida de al menos 300 personas y amenaza con salirse de control. Más de 10.000 personas han muerto desde que comenzó la campaña de bombardeo encabezada por Arabia Saudí, en 2015. El sábado, miles de yemeníes protestaron en Sanaa contra el acuerdo de venta de armas entre Estados Unidos y Arabia Saudí y contra la visita del presidente Trump.
Estas son las palabras del periodista yemení Nasser Al-Rabeey: “Nos encontramos aquí hoy para decirle ‘no’ al terrorismo, ‘no’ al terrorismo de Estados Unidos, y para decirle al presidente estadounidense, Donald Trump: ‘Usted asesina yemeníes con las manos de Arabia Saudí. Usted está apoyando a Al Qaeda/ISIS al apoyar el régimen wahabita saudí’”.
Un experto en asuntos legales afirma que es posible que el acuerdo de venta de armas de Estados Unidos con Arabia Saudí sea ilegal en el marco del derecho estadounidense, debido a que la campaña de bombardeo llevada a cabo por Arabia Saudí tiene como resultado la muerte de civiles.
Mientras Trump celebraba el acuerdo de venta de armas por un valor de 110.000 millones de dólares, los saudíes prometieron una serie de inversiones en empresas estadounidenses, incluyendo una inversión de 20.000 millones de dólares en la empresa de capital de riesgo Blackstone Group y una donación de 100 millones de dólares, hecha junto con Emiratos Árabes Unidos, a un fondo del Banco Mundial para las mujeres propuesto por la hija del presidente Trump y asesora de la Casa Blanca, Ivanka Trump.