Por Notas, Periodismo Popular
“Norita”, como se la conoce popularmente, es integrante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora. Es una de esas Madres que han sido emblema de la lucha contra la impunidad y por los derechos humanos durante más de cuatro décadas. Este miércoles fue una de las oradoras del acto en Plaza de Mayo que colmó el centro porteño con centenares de miles de personas que se movilizaron para reafirmar el compromiso inclaudicable del pueblo argentino en la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia. “Los genocidas siguen sin confesar el destino de nuestros hijos e hijas. Todavía hay más de 300 hombres y mujeres que viven bajo identidad falsa. Quieren que los represores caminen en la calle junto a nosotros”, advirtió desde el escenario.
En una entrevista con “Sentimiento Valija” (Radio Sur 88.3), previa a la histórica jornada, Cortiñas había afirmado que los jueces de la Corte Suprema “van a tener que dar marcha atrás. El repudio no es solamente nacional, es internacional”. Además, planteó que al “engendro” (como definió la sentencia en el caso de Luis Muiña que permitió la aplicación del 2×1) “lo sacaron para demostrarnos algo desde la Corte y desde el gobierno”.
En ese sentido, Norita sostuvo que el gobierno de Cambiemos viene “haciendo propaganda de a poco, día a día, desprestigiando la lucha de los organismos, desconociendo lo que fue el Terrorismo de Estado y todos los crímenes que se cometieron”. Y que eso se suma al pedido de “reconciliación” por parte de la Iglesia Católica Argentina. “La Iglesia participó del Terrorismo de Estado. Esa Iglesia no es la nuestra, no es la mía, no es la del pueblo”, afirmó.
Luchar casi en soledad durante la dictadura con los militares acechando, pelear contra la autoamnistía y por justicia en la primavera democrática, resistir las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los indultos. Festejar su anulación y recorrer el país en cada juicio, en cada sentencia por crímenes de lesa humanidad. Una vida cargada de emociones, lucha y tenacidad. Norita no calla contra las violaciones a los derechos humanos del presente, y tampoco retrocede en la pelea para que todos los responsables militares, civiles, eclesiásticos de la dictadura vayan a la cárcel.
El fallo fue como un balde de agua fría pero Nora no siente bronca. “Siento indignación, eso sí. Pero me despierta todas las energías que puedo tener. Cada día estoy con más ganas de luchar”, afirmó. Y recordó: “Son 40 años que llevamos en la calle. No nos regalaron nada. Si tuvimos avances y logros fue por la calle”.
El principal logro que remarcó de los últimos años es precisamente la justicia. “Tenemos en la Argentina el privilegio y el orgullo de que los testigos son increíbles. Que no se olvidaron de los compañeros y compañeras que quedaron soterrados en ese infierno. Tenemos abogados y abogadas extraordinarios que plasman en el papel el testimonio con toda la ética. Y fiscales, jueces y juezas que hacen honor a su carrera y nos demuestran su compromiso con la justicia”. “Eso es único”, subrayó.
“La Corte no es independiente”
“Este gobierno no tiene interés en que sigamos conservando esa imagen al mundo de un país que quiere vivir sin impunidad, defendiendo una democracia con libertad y con respeto por todos los Derechos Humanos”, sostuvo la integrante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora.
Además, dijo que no les cree a los integrantes del gobierno que ahora salen a rechazar la decisión de la Corte Suprema. “Lo hacen porque la explosión de esta sociedad fue increíble. Ojalá fuera sincero, más ahora que vamos a iniciar el juicio político”, dijo.
Se refirió puntualmente al voto de Highton de Nolasco que tiempo atrás se había posicionado en sentido contrario sobre el mismo tema. “Se dio vuelta como un guante”, sostuvo. Y cuestionó: “Si por un año más en la Corte hace este cambio, ¿qué le va a dejar a sus nietos y a sus hijos?”
“La Corte no es independiente. Los jueces fueron puestos por el gobierno y quizás hasta para tomar esta determinación”, afirmó Cortiñas. Y añadió: “A veces uno no quiere creer en ese tipo de intenciones, pero si permitieron que funcionarios del gobierno desacrediten a los organismos de derechos humanos y su lucha de 40 años, es que estaban de acuerdo”.
Contundente, Nora remató: “Me reconforta escuchar a algunas personas del gobierno expresar su desacuerdo con el fallo. Quisiera entonces que colaboren en destituir a los jueces a través de un juicio político”.