Llamamiento: no a 60 años de centrales nucleares
Querida compañera, querido compañero:
Nos une una preocupación común. La normativa permite a los propietarios de los siete reactores nucleares que funcionan en España (ENEL-ENDESA, IBERDROLA y GAS NATURAL-FENOSA) pedir la renovación de los permisos de funcionamiento entre lo que queda del presente año y el que viene; es decir, Almaraz 1 y 2 (Extremadura) y Vandellós 2 (Cataluña), a partir del 8 de junio y 26 de julio de 2017, respectivamente; Cofrents (Valencia), a partir del 20 de marzo de 2018, y Ascó 1 y 2 (Cataluña), a partir del 2 de octubre de 2018. La única excepción será Trillo (Castilla la Mancha), a partir del 17 de noviembre de 2021.
La renovación de esos permisos depende sólo del gobierno del PP, ya que el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) modificó la normativa en noviembre de 2016, separando la concesión del nuevo permiso de las revisiones técnicas de seguridad que debían pasar obligatoriamente. Así que el PP puede conceder la renovación en cualquier momento a partir de la petición de las empresas, sin esperar al 2020, 2021 o 2024, que es cuando las centrales deben pasar las revisiones.
Como el CSN ya ha autorizado a Garoña a funcionar hasta los 60 años (2031), las otras peticiones de renovación se pedirán también hasta los 60 años. Se trata de unas nucleares muy degradadas, que son una grave amenaza actual y para las generaciones futuras.
Las nucleares deben ser cerradas cuanto antes: siempre han provocado impactos ambientales, sobre la salud de las personas y de todos los seres vivos, siempre han supuesto un peligro para la seguridad, y un despilfarro económico que hemos pagado entre todos los que consumimos electricidad.
Podemos ponernos en lo peor y recordar catástrofes, como Chernobil o Fukushima, que siguen y seguirán provocando sufrimientos y muertes durante muchos años, catástrofes que pueden volver a repetirse en cualquier momento; pero sin ir tan lejos basta reflexionar sobre lo que suponen 20 años más de aumento de residuos radiactivos, que serán muy peligrosos durante miles de años; sobre la emisión, cada día de funcionamiento, de más de 40 elementos y compuestos radioactivos (algunos abundantes y peligrosos como el tritio, capaz de formar agua que no puede diferenciarse del agua normal), y sobre la radiactividad cotidiana de la minería de uranio y la fabricación del combustible nuclear.
Por si esto fuera poco, aún nos queda la aportación de las nucleares a la guerra, no sólo con el plutonio, que puede usarse para armas de destrucción masiva (recordemos Nagasaki), sino también con el uranio empobrecido, un residuo abundante de la fabricación de combustible con el que se hacen proyectiles; unos proyectiles que se han usado en Irak y Afganistán, y se sospecha que también en Siria, que dejan secuelas radioactivas allá donde explotan, afectando durante años a la población civil y los militares que los usan.
De todo esto se sabe poco, como parte del pacto de silencio entre empresas eléctricas, grandes bancos, partidos defensores de la energía nuclear, y los mayores medios de comunicación. También se silencia que el ciclo de fabricación del combustible nuclear emite miles de toneladas de gases que provocan el cambio climático.
Para que estas centrales no renueven sus permisos, apoyamos y participamos en todas las movilizaciones sociales, como la MANIFESTACIÓN ANTINUCLEAR que se realizará el próximo 10 de Junio en Madrid , a la que puedes dar apoyo económico; institucionales de grupos políticos que se puedan presentar en parlamentos, ayuntamientos, o el Congreso (como propuestas de resolución, mociones o proposiciones de ley), pero somos conscientes de que no es suficiente: el muro de silencio sólo puede ser superado por un movimiento social que pueda hacer llegar su voz directamente a los partidos y las instituciones, con un mecanismo que no puedan ignorar.
Una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en todo el estado es la mejor herramienta que tenemos hoy para influir en el Congreso, la única institución que puede frenar al gobierno del PP, que concede los permisos a las centrales. Para que una ILP llegue al Congreso necesita un apoyo mínimo de 500.000 firmas legalizadas, que deben ser recogidas en el plazo máximo de seis meses, a partir de su presentación oficial.
Sabemos que las fuerzas políticas contrarias a renovar los permisos aún no tienen la mayoría parlamentaria para decidir un cambio en la política energética. Por eso es importante la respuesta social organizada que refleje el sentimiento contrario a la energía nuclear de la mayoría de la población, que lleve la resistencia contra la energía nuclear más allá de los grupos de activistas ya concienciados, y que llegue al conjunto de la sociedad.
Proponemos lanzar la ILP. Y te invitamos a unirte, a participar y valorar si llegaremos a conseguirla.
Te pedimos que te sumes a las personas que apoyan este llamamiento para realizar la ILP (puedes consultar la lista AQUÍ) , rellenando este formulario:
También te pedimos que difundas el formulario, que se cerrará a les 23:55 horas del 20 de junio.
Creemos que es necesario que la Iniciativa Legislativa Popular comience a funcionar en el otoño de 2017 si queremos que sirva para resistir a los planes de la industria nuclear de imponer los 60 años.
Hay que apostar por un nuevo modelo energético basado en la reducción del consumo destructivo, un sistema de energías 100% renovables, ahorro y eficiencia energética. Ese nuevo modelo está frenado hoy por las dificultades de romper con los intereses que imponen los llamados “mercados”, que incluyen la avaricia de la eléctricas y de quienes las apoyan debido a los beneficios económicos que reporta la energía nuclear. Un modelo a partir de energías limpias y renovables que es hoy perfectamente posible y viable en la Península Ibérica.
EL GRUPO IMPULSOR DEL LLAMAMIENTO.