Partido Igualdad, Izquierda Autónoma, Partido Ecologista Verde, Movimiento Democrático Progresista y Partido Poder, todas colectividades que integran el Frente Amplio, escriben esta columna donde ratifican a la coalición como “el único espacio válido y viable que puede permitir al pueblo enfrentar la política neoliberal hoy dominante”
La sociedad chilena se encuentra ante una oportunidad histórica que puede permitirnos dar fin a 40 años de neoliberalismo avanzando hacia la construcción del país que queremos. Esta situación no es azarosa, es el fruto del ascenso de múltiples luchas sociales de todo tipo, en pro de derechos y seguridad social, descentralización, medio ambiente, feminismo, y un largo etcétera compuesto de reivindicaciones quizás imposibles de enumerar en su totalidad. Así de grande ha sido esta fuerza, ella es el artífice de este nuevo escenario y por tanto ella debe ser la protagonista.
Este año 2017, como cada año electoral, los administradores del duopolio pretenderán controlar los anhelos del pueblo chileno y harán acrobacias en sus carpas circenses con el objetivo de desmovilizar y legitimar una institucionalidad excluyente y corrupta.
Como organizaciones políticas y sociales hemos decidido disputar este proceso electoral precisamente para mantener en el debate nacional las demandas que los actores sociales han levantado. Por eso creemos imprescindible elaborar y defender un programa que exprese el conjunto de lo elaborado en los movimientos sociales que durante años llevan discutiendo democráticamente sus demandas, pensando en el Chile justo que deseamos construir. Rescatando el valor de la política, creemos que los partidos no deben suplantar a los movimientos sociales, sino que más bien colaborar en su proyección, inventando nuevas maneras de utilizar las instituciones actuales.
Para realizar estos objetivos, junto a otras organizaciones políticas y sociales, hemos decido integrar el Frente Amplio (FA). Esta plataforma une a decenas de organizaciones nacidas al alero de movimientos sociales y de nuevas organizaciones políticas hasta la fecha excluidas por la política binominal. Como toda alianza amplia, el FA es un espacio heterogéneo, integrado por fuerzas que poseen diferencias en múltiples áreas, pero que pese a ello están unidas en su rechazo al régimen neoliberal y en su voluntad de romper con la camisa de fuerza impuesta por el duopolio y la constitución de Pinochet.
Por eso, estamos convencidos que hoy por hoy el Frente Amplio es el único espacio válido y viable que puede permitir al pueblo enfrentar la política neoliberal hoy dominante. Al interior del FA hemos defendido los principios que aquí se señalan: plena independencia de los partidos y fuerzas sociales que hacen parte del duopolio político, la construcción desde la base de una nueva alternativa política, la toma de decisiones genuinamente democráticas, la articulación de lo político y lo social sin subordinación de lo social a lo político, la construcción democrática de una plataforma de cambios que refleje los anhelos del pueblo y sirva por ende como instrumento de proyección de las luchas sociales. Nuestro llamado es a que más organizaciones se sumen a disputar internamente el carácter del FA y entre todos mantener esta plataforma de unidad como alternativa política autónoma al duopolio y al servicio de las reivindicaciones levantadas en la lucha social.
Existen condiciones para dar esta disputa y que este año no sea uno perdido para las fuerzas transformadoras. Siempre arriesgamos mucho y esta vez no será la excepción, pero el avance popular se ha fraguado con valentía, superando la apatía individualista imperante, convocando a la sociedad chilena a esfuerzos considerados por algunos como imposibles o ridículos, pero la experiencia ha demostrado lo contrario, lo “imposible” está en realidad a nuestro alcance. Nuestra invitación es a seguir demostrando que otro Chile es posible, y que lo estamos construyendo.