Por Mariana Pitasse/Brasil de Fato. Traducción de Pressenza

La consejal de Río de Janeiro Marielle Franco (Psol*), tuvo una de las elecciones más celebradas de los últimos tiempos en la ciudad. Mujer, negra, nacida y criada en el Complexo da Maré*, defensora de los derechos humanos y socióloga, fue la quinta candidata a la Cámara de consejales más votada en 2016, sumando 46.000 electores. Después de asumir el cargo en enero de este año, Marielle ya presenta proyectos que buscan fortalecer los derechos de las mujeres. Uno de ellos es el proyecto de ley “Para afirmar el aborto legal”, que tiene por objetivo cualificar profesionales para informar y garantizar la atención de mujeres que tienen derecho de abortar, en casos de anencefalia, riesgo de muerte y violación. En la Semana internacional de la mujer, Marielle conversó con Brasil de Fato sobre la necesidad de debatir el feminismo y algunas propuestas de su mandato.

–¿Por qué todavía es importante discutir el feminismo hoy?

–Para garantizar que las mujeres no estén en posiciones secundarias. Para evitar el estatus de invisibilidad en que muchos nos quieren poner. Para que podamos ocupar espacios y ser protagonistas. El 8 de marzo es importante salir a las calles, hacer público nuestro discurso, porque a medida que hay mujeres que hablan, el debate sobre feminismo, género, racismo, se pone en juego y hace la diferencia.

–Recientemente usted contó en su página de Facebook el caso de racismo que sufrió en el aeropuerto con una revisión abusiva*. ¿Cómo es ser mujer negra en el Brasil?

–Ser mujer negra es resistir y sobrevivir todo el tiempo. La gente mira nuestros cuerpos disminuyéndonos, investigan si debajo del turbante hay droga o piojos, niegan nuestra existencia. Lo que pasé en el aeropuerto fue una vivencia por la que muchas mujeres negras ya pasaron. Podríamos hacer una encuesta objetiva preguntando a cuántas mujeres y hombres blancos les revisaron el cabello y la respuesta sería “a ninguno”. Estamos expuestos y somos violados todos los días. Para que la discusión se amplíe es fundamental comprender que estamos en una posición de trato diferente. Es necesario reconocer el racismo.

–Las mujeres trabajan en promedio 7,5 horas más que los hombres por semana, según una encuesta divulgada esta semana por el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (Ipea). Aun así, la reforma previsional propone que trabajen la misma cantidad de años para jubilarse. ¿Cómo evalúa esta propuesta?

–¿Cómo quieren tratar a las mujeres de manera igual para jubilarnos si ya somos tratadas de manera desigual todos los días? Las mujeres, estamos en la base de la pirámide, con los menores salarios, trabajando jornadas dobles y todavía quieren tratarnos “igual” para la jubilación. Es un discurso de igualdad sólo cuando sirve a los intereses de ellos. Tenemos que recordar que estamos en condición de subalternas, no sólo por lo simbólico. Los datos objetivos de las encuestas muestran eso. Infelizmente las mujeres todavía están en situación vulnerable.

–En la Semana Internacional de la mujer en que usted tuvo varias actividades de charlas sobre feminismo en la calles de Río de Janeiro ¿cómo fueron recibidas esas charlas?

–Hicimos volanteadas, clases públicas y charlas. En la mayoría tuvimos muy buena adhesión, pero siempre hay cierto nivel de resistencia, infelizmente. Creo que, de modo general, las personas están recelosas de la política, entonces hay negación a los panfletos del partido y posiciones políticas. Pero sobre la pauta del feminismo, cuando hablamos de la reducción de derechos en la vida de las mujeres, hay identificación. Si no detenemos a pensar,¿quién sufre más con la reforma previsional, por ejemplo? Son las mujeres más pobres, las que hacen trabajos tercerizados y ocasionales. Entonces, cuando hablamos de eso, las mujeres paran y prestan atención. Conseguimos dialogar.

–¿Cómo funciona, en la práctica, el proyecto de ley que propuso en la Cámara Municipal “Para que se respete el Aborto Legal”?

–Es un programa sobre un tema polémico. Pero no estamos defendiendo la legalización del aborto a nivel municipal, a pesar de que esa es una pauta nacional de nuestro partido. Lo que estamos proponiendo aquí es la garantía del servicio público de atención a la mujer.  En caso de que sea víctima de violación, corra riesgo su vida, esté embarazada de un feto anencéfalo, la mujer tiene derecho al aborto y debe recibir asistencia adecuada. Queremos que los profesionales reciban cualificación para no seguir criminalizando a las mujeres, independientemente de la opinión individual que tengan. Tenemos que romper esa lógica. El Estado tiene que garantizar que la mujer reciba atención adecuada, de otro modo tendrá que pasar por un doble sufrimiento al abortar. Ya tenemos más de 8.300 firmas apoyando el proyecto.

–¿Qué otros proyectos tiene referidos a las mujeres?

–El “espacio coruja” (lechuza), que es la guardería extendida al horario nocturno. No es un proyecto sólo para las mujeres sino para las familias, pero sabemos que la responsabilidad con los hijos todavía recae casi exclusivamente sobre la mujer en el Brasil. Avanzamos también en el debate sobre la visibilidad de las mujeres trans, al exigir el reconocimiento de la identidad social de una de nuestras asesoras parlamentarias en la Asamblea Legislativa. Estamos haciendo un estudio para identificar las demandas y poder hacer más por las mujeres. El mandato está recién comenzando.


¹ Partido Socialismo y Libertad
² Barrio formado por agrupación de varias favelas y complejos habitacionales, en el norte de la ciudad de Río de Janeiro.
³ A mediados de febrero, en el aeropuerto de Brasilia, Marielle fue víctima de una revisión “aleatoria” exhaustiva no sólo de su equipaje, sino también de su ropa interior, sus zapatos y hasta su cabello.

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