El estado de Hawái irá a una corte federal con la esperanza de conseguir un interdicto temporal de la nueva versión de la Prohibición Musulmana de Trump, que fue emitida este lunes en una orden ejecutiva.
De acuerdo la querella, esta nueva orden es igual de inconstitucional que la que fue emitida en enero, y que luego de múltiples protestas en los Estados Unidos y en muchos otros lugares del mundo fue bloqueada por la corte. La nueva versión sigue siendo incompatible con el derecho a la libertad de culto, un derecho que es protegido tanto por la constitución estatal como por la federal. Otras consecuencias de esta nueva orden serían que la economía del país y las instituciones educacionales se verían perjudicadas, e impediría que los hawaianos vuelvan a ver a sus seres queridos que viven en alguno de los seis países afectados.
Se discutirá el caso el día 15 de marzo, el día anterior a la fecha en que está programado que se haga efectiva esta nueva prohibición de viajar.
Esta no ha sido la única reacción negativa frente a la orden ejecutiva de Trump. Omar Jadwat y Cody Wofsky, del Proyecto por los Derechos de los Inmigrantes de la ACLU (Unión por las Libertades Civiles de los Estados Unidos), comentaron lo siguiente:
“El gobierno de Trump admitió que la primera prohibición musulmana era indefendible. Desafortunadamente, la reemplazaron por una versión minimizada pero igual de problemática. La única manera de arreglar la prohibición musulmana es, simplemente, que no exista. Sin embargo, el presidente Trump ha vuelto a enfrascarse en la tarea de la discriminación religiosa, y lo que va a conseguir es sólo más desaprobación de la corte y de las personas”, dijo Omar Jadwat.
“En realidad, los cambios que el gobierno de Trump hizo en la orden ejecutiva, junto con la nueva información de la que nos hemos enterado desde la prohibición anterior, desmantelaron completamente las falsas justificaciones de seguridad nacional, y ahora hay aún más argumentos para que el caso falle en contra de la orden del presidente”, agregó.
“Nosotros, la Unión por los Libertades Civiles de los Estados Unidos junto a otras organizaciones, abogados, estados, ciudades e individuos de todo el país, seguiremos la lucha en las Cortes y continuaremos expresando nuestra oposición a esta obscena discriminación religiosa”, declaró Cody Wofsky.
Traducido del inglés por Emilio Stanton