La empresa HMP de Pforzheim (Alemania) tiene previsto exportar en los próximos días un tipo de maquinaria con la que se pueden fabricar cañones de fusil y que, según documentos de la organización alemana en contra de la exportación de armamento, Aktion Aufschrei, está destinada a ese fin. La receptora de la partida es la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) de México, un país en el que las fuerzas de seguridad del Estado están involucradas en la guerra contra el narcotráfico y sobre las cuales Amnistía Internacional denuncia regularmente violaciones a los derechos humanos, además de la vulneraciones perpetradas por los militares. Desde que en 2010 Aktion Aufschrei destapara la venta de armas por parte de Heckler & Koch a una zona conflictiva de México, existe una prohibición general de exportar armas ligeras a dicho país.
Sigmar Gabriel, ex-ministro de economía alemán y, como tal, responsable de los procedimientos de autorización de armamento, declaró hace un año, cuando todavía estaba en el cargo: “Hemos aprobado nuevas medidas para las armas ligeras. Con ello hemos acabado con prácticas que lamentablemente eran muy frecuentes en el pasado, como autorizar la exportación de fabricas de armas a terceros estados”.
“Es totalmente absurdo y no puede ser”
La empresa HMP ha hecho unas declaraciones en la cadena de televisión SWR: “Puesto que para este tipo de exportaciones no se necesita autorización, no hemos solicitado ninguna”. Finalmente se enviará la maquinaria sin las herramientas específicas necesarias, ya que es en este paso donde se necesita la autorización. Ni la empresa HMP, ni el ministerio de economía alemán han querido conceder una entrevista a SWR.
Sin embargo, el abogado Holger Rothbauer no puede concebir que se permita a una empresa la exportación de máquinas para la producción de fusiles sin una autorización específica: “Es totalmente absurdo y no puede ser, ya que esto tergiversa todo el sistema de control”. Por eso, Rothbauer ha presentado una denuncia contra HMP en nombre de Aktion Aufschrei. No obstante, según la fiscalía, no se ha hallado de momento ningún indicio de delito.
Jürgen Grässlin, portavoz de Aktion Aufschrei añade: “El caso de la exportación, posiblemente ilegal, de maquinaria para la SEDENA demuestra que el sistema alemán para el control sobre las exportaciones es un fracaso, tanto si se trata de maquinaria de uso civil como militar. Según los directivos de HMP es necesario realizar ninguna solicitud de exportación a las instituciones responsables del control de exportación de armamento, ni siquiera cuando los destinatarios son organismos militares. Aquí hay que apelar urgentemente a los legisladores. Si no, estamos dejando las puertas abiertas al abuso – con consecuencias mortales en el caso del comercio de armas”.
El diputado del SPD que quiere endurecer las leyes
El diputado socialdemócrata en el Bundestag, Frank Schwabe, responsable de derechos humanos en su grupo parlamentario, opina que se trata de un vacío en la legislación. Por eso respalda un cambio legislativo, si se confirma que se trata de un negocio legal: “No queremos que esas máquinas para fabricar armas se envíen a México. Y si eso es posible sin una autorización, entonces debemos endurecer las leyes urgentemente. ¡Llevaremos a cabo tanto control del armamento bélico como sea necesario!”.
La aduana alemana y la Oficina Federal para el Control de la Exportación (BAFA) han vuelto a dirigirse a HMP para recibir más información sobre la exportación, ya que, a través de la solicitud de SWR, se han enterado del negocio realizado con los militares mexicanos. La empresa, de momento, no se ha dejado impresionar por los controles de importación y tiene previsto realizar la entrega en los próximos días.
¿Es posible todavía realizar alguna acción contra la exportación de este material? Grässlin se muestra combativo. Han presentado la denuncia antes de que se exporte el material y ahora es necesario apelar a todas las partes implicadas: “Hay que parar la exportación de máquinas para la fabricación de armas a países en conflicto como México, si no las armas que se fabriquen podrán utilizarse contra la población civil”.
Traducción del alemán por Natalia Ribés