Diálogo con Marcela Ballara. Integrante del Grupo Mayor de Mujeres y de REPEM Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe).

 

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Las situaciones de violencia en las escuelas se manifiestan con gravedad, así lo afirmó Marcela Ballara, especialista de género y representante de la sociedad civil en múltiples diálogos en el ámbito internacional.

La violencia puede ser ejercida por los actores tradicionales de los centros educativos, como docentes y pares, es decir otros alumnos o alumnas, lo que se ha conocido como el bullying. También se ejerce violencia con las diferentes formas de disciplina que se utilizan dentro fuera del entorno escolar, tomando como ejemplo los castigos.

A juicio de Ballara, existen 19 países de la región latinoamericana que no cuentan con leyes o marcos regulatorios que proteja a niños y niñas contra la violencia escolar.

Existe una tendencia de mayor vulnerabilidad de las niñas a ser víctimas de violencia sexual, lo que según Ballara también se vincula al sistema de trata y tráfico que en la mayoría de las ocasiones constituye una exposición de las niñas al abuso sexual.

Los entornos educativos tienen al menos 4 retos que debe enfrentar a corto plazo, a saber: la capacitación docente para prevenir la discriminación, un currículum inclusivo y no sexista, participación responsable de los medios de comunicación y un aspecto menos mencionado, pero igualmente importante como la violencia que se ejerce a través de internet.

Recientemente, en Estados Unidos se prohibió la utilización de baños para personas trans, reforzando acciones discriminatorias, que se naturalizan especialmente en las escuelas privadas con inspiración religiosa

En los objetivos de desarrollo recientemente aprobados, solo una meta dentro de educación hace referencia a un ambiente de seguridad para niñas en las escuelas, con una promoción a la cultura de paz y no violencia. A nivel internacional solo 3 organismos trabajan este tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), siendo insuficientes para la complejidad del tema. Cuando existen referencias a la violencia de niñas se considera a las que tienen más de 16 años, haciendo generalizaciones y excluyendo a las niñas menores de esta edad en cuestiones como los derechos sexuales y reproductivos dentro de las escuelas, curriculum holísticos y alfabetización de niñas y jóvenes

REPEM ha manifestado su compromiso acompañando los acuerdos de paz en Colombia, así como la construcción de indicadores para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo, y un profundo debate sobre el rol de las tecnologías de información y comunicación (TICS) vinculadas al empleo y a la prevención de la violencia.

Para Marcela Ballara, es necesario apoyar no solo la educación a niños y niñas, o padres y maestros sino una educación global a toda la comunidad que pueda educarse con los medios de comunicación, desde una promoción de una imagen inclusiva y democrática, no estereotipada.

Es indispensable contar con datos claves para el diseño de políticas públicas que respondan a las demandas y necesidades de los niños y niñas.