Hoy, 1º de febrero, sucedió la primera protesta de 2017.
La concentración se realizó frente a la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro, donde se discuten propuestas de ajuste fiscal para sanear la crisis en que vive el Estado desde el año pasado.
Una de las medidas tomadas para equilibrar las cuentas ha sido la venta del 100% de la estatal CEDAE (compañía estatal de aguas y seneamiento). Los trabajadores de la empresa protagonizaron el acto organizado por el MUSPE (Movimiento Unificado de Servidores Públicos del Estado de Río de Janeiro). Participaron diversas entidades sindicales de personal del Estado y otras organizaciones.
La crisis del sector público afectó duramente a sus empleados, que desde el año pasado reciben sus salarios con meses de atraso y parcelados. Las entidades sindicales han reunido inclusive donaciones para trabajadores en condiciones económicas más comprometidas. Muchos tomaron préstamos bancarios para cubrir gastos mínimos.
No estuve presente en la protesta. Los relatos de amigos que sí estuvieron dicen que el reclamo se desarrollaba pacíficamente, cuando la policía comenzó la disolución del acto con bombas de gas al anunciarse que el gobernador del Estado, Luiz Fernando Pezão, se dirigía a la Asamblea, cercada por las tropas de choque de la policía militar.
El enfrentamiento se extendió por las calles del centro. Al final de la nota pueden verse los registros fotográficos. Prendieron fuego tachos de basura, un ómnibus y rompieron las vidrieras de algunos bancos.
La crisis también alcanzó de lleno las universidades estatales. La UERJ (Universidad del Estado de Río de Janeiro) y la UENF (Universidad del Norte Fluminense) están en situación calamitosa y postergaron la vuelta a clases dadas las condiciones de abandono.
No hay perspectivas de una solución inmediata que ponga fin a esta situación de endeudamiento. Siendo así, es previsible que las protestas seguirán creciendo, porque los trabajadores están siendo severamente castigados por la irresponsabilidad del Estado en conceder desproporcionadas exenciones fiscales, y perdonar las multas de empresas privadas responsables de administrar servicios públicos como salud y transporte, por ejemplo. Los gastos de infraestructura de la Copa 2014 y las Olimpíadas del año pasado, parecen haber agravado una situación que ya estaba en marcha.
La semana próxima, el martes 7, se hará la votación para decidir la venta de la CEDAE. Ya fue convocada una nueva protesta que promete ser contundente. Dicen que en Brasil el año sólo comienza después del Carnaval. Esta vez, por lo que parece, todo será diferente.
En la foto anterior, el destrozo de un ómbnibus al que prendieron fuego. Puede verse el video en el siguiente link: https://www.facebook.com/MangueFabricio/posts/1892971374272053