Barcelona se suma a los actos celebrados en decenas de ciudades europeas bajo el lema “No a la Europa fortaleza” en contra del cierre de fronteras a los refugiados y exigiendo a los gobiernos europeos la defensa de los derechos de las personas refugiadas y migrantes.
En Barcelona, la entidad “Stop Mare Mortum”, ha organizado el entierro de la Declaración de los Derechos Humanos en la playa de la Barceloneta, como símbolo de la constante vulneración de derechos humanos con los migrantes y la falta de vías legales y seguras de acceso al territorio español para ellos.
Los objetivos de la campaña son; exigir vías legales y seguras para los migrantes, una acogida digna e igualdad de derechos para aquellos que ya están en nuestro territorio, así como denunciar el incumplimiento de la Declaración de los Derechos Humanos por parte de los países europeos, ya que se infringen artículos como el 14, que dice: «en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país». En definitiva, la campaña denuncia la construcción de una Europa Fortaleza por parte de los gobiernos europeos en lugar de construir una Europa de los pueblos.
Irene, activista de Stop Mare Mortum, declara que en estos momentos y en relación a los migrantes, se está incumpliendo la Declaración de los Derechos Humanos, así como diversos tratados internacionales, que fueron firmados por los países europeos, por eso la enterramos la Declaración. No se habilitan mecanismos como el derecho de asilo o el reagrupamiento familiar, no se está realizando la acogida ni se conceden permisos de trabajo. Hay que recordar que la gente migra por motivos económicos o bélicos, de los cuales los países occidentales son responsables. Se trata de ciudadanos que viven aquí y aportan a la riqueza del país, pero no tienen derechos como por ejemplo el derecho a voto.
Después de enterrar el ataúd de la Declaración de los Derechos Humanos y colocar las lápidas recordando a tantos de los que han muerto por su incumplimiento, se leyó el siguiente obituario:
Amigos y amigas compañeros y compañeras de ciudadanos del mundo nos encontramos hoy aquí muy a nuestro pesar para visibilidad a dar la muerte de la Declaración de los Derechos Humanos.
Nacida en 1948, como un brote de esperanza para los pueblos, muere en estos días, a manos de sus progenitores. Los estados y sus gobiernos. Gobiernos que, ya sea por su inacción, o con sus acciones, la han convertido, golpe a golpe, en papel mojado. Papel mojado por el mar Mediterráneo, donde más de 40.000 personas han muerto desde el año 2000 intentando llegar a Europa, en busca del refugio y la vida digna, que la Declaración de los DDHH y en derecho internacional les prometían. Papel mojado por las lluvias torrenciales o las nevadas caídas sobre los campos de refugiados sin refugio.
Sobre Idomeini, 58.000 personas están retenidas, a la espera de que se cumpla el derecho de asilo. Pero son muchas más, en todo el planeta, más de 60 millones de personas son desplazadas o refugiadas. La declaración de los DDHH estaba mojada y manchada de sangre, de sangre derramada por las personas heridas con las cuchillas de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla. Ciudades españolas donde no se aplica el derecho internacional, convirtiéndose así en un agujero negro para los derechos humanos.
Es papel mojado por el llanto de los 10.000 niños desaparecidos en Europa, probablemente víctimas del tráfico de órganos o las redes de prostitución. Niños que ya no juegan, separados de sus familias, familias rotas por la guerra y los traficantes de personas. Niños que Europa tenia y tienen la obligación de proteger y que sin embargo abandona a su suerte.
La declaración está mojada por el sudor del trabajo esclavo, en precario y sin derechos, al que se ven abocados día tras día millones de personas en todo el mundo. Muchas, en nuestro país, al no poder legalizar su situación y no tener reconocidos sus derechos por la falta de voluntad política. Los derechos humanos, son hoy papel mojado, por los ríos de migrantes económicos. Personas en busca de un futuro, después de que sus países, hayan sido expoliados, por el colonialismo de las grandes potencias, la globalización neoliberal o el cambio climático, que ha desolado su sociedad y su tierra. En definitiva, por el dolor y el sufrimiento de tantas y tantas personas, a las que más allá de palabras vacías, no se les ha dado una protección real y efectiva.
Nosotros no enterramos la Declaración de los DDHH, otros lo han hecho antes por nosotros, dicen en nuestro nombre. En nombre de los ciudadanos de los estados privilegiados, en nombre de la seguridad nacional, fomentando el odio, el miedo y el racismo.
Gobernantes psicópatas, mercachifles sin escrúpulos y parlanchines hipócritas, han convertido lo que tenían que se la Europa de los pueblos, de la libre circulación de las personas y de los derechos en la Europa fortaleza. La Europa de los muros, de las vallas y las fronteras. La Europa en que priman los intereses económicos y la venta de armas a las personas y la paz. La Europa de Frontex que prefiere gastar el dinero en vallas y en represión a habilitar vias seguras y legales, que refiere retener, deportar, detener a dar acogida digna a las personas.
La Europa de los tratados de la vergüenza que externalizada fronterizas a países no democráticos en vez de asumir sus responsabilidades. Nosotros decimos: no en nuestro nombre. Las ideas y conceptos que defendía la declaración de los DDHH siguen vivas en el imaginario y en la esperanza del que sufre, en los corazones y las mentes de toda la gente de bien de nuestro planeta. Seguiremos luchando y exigiendo que se cumplan. No queremos privilegios, queremos derechos en igualdad y dignidad para todo ser humano. Si los gobiernos no tienen memoria, nosotros no olvidamos.
Declaración de los derechos humanos, hasta siempre compañera. Que la humanidad guarde tu alma en su seno, para que un día, al fin, de reinen en el mundo la libertad la igualdad y la fraternidad.
Según datos de los organizadores se han celebrado actos en las siguientes ciudades: Zagreb, Copenhague, Múnich, Pforzheim, Porto, Albacete, Alicante, Ávila, Barcelona, Córdoba, Ceuta, Donostia, Fuerteventura, Guadalajara, Logroño, Madrid, Menorca, Murcia, Oviedo, Palencia, Pamplona, Salamanca, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla, Soria, Tenerife, Teruel, Toledo, Valencia, Valladolid, Vigo, Zamora, Zaragoza, Izmir.
CAT
No a l’Europa fortalesa, actes en desenes de ciutats europees
Sota el lema “No a l’Europa fortalesa” s’han realitzat actes en desenes de ciutats europees en contra del tancament de fronteres als refugiats i exigint als governs europeus la defensa dels drets de les persones refugiades i migrants.
A Barcelona, l’entitat “Stop Mare Mortum”, ha organitzat l’enterrament de la Declaració dels Drets Humans a la platja de la Barceloneta, com a símbol de la constant vulneració de drets humans amb els migrants i la falta de vies legals i segures d’accés al territori espanyol per a ells.
Els objectius de la campanya són; exigir vies legals i segures per als migrants, un acolliment digne i igualtat de drets per a aquells que ja estan al nostre territori, així com denunciar l’incompliment de la Declaració dels Drets Humans per part dels països europeus, ja que s’infringeixen articles com el 14, que diu: «en cas de persecució, tota persona té dret a buscar asil, i a gaudir d’ell, a qualsevol país». En definitiva, la campanya denuncia la construcció d’una Europa Fortalesa per part dels governs europeus en lloc de construir una Europa dels pobles.
Irene, activista de Stop Mare Mortum, declara que en aquests moments i en relació als migrants, s’està incomplint la Declaració dels Drets Humans, així com diversos tractats internacionals, que van ser signats pels països europeus, per això l’enterrem la Declaració. No s’habiliten mecanismes com el dret d’asil o el reagrupament familiar, no s’està realitzant l’acolliment ni es concedeixen permisos de treball. Cal recordar que la gent migra per motius econòmics o bèl·lics, dels quals els països occidentals són responsables. Es tracta de ciutadans que viuen aquí i aporten a la riquesa del país, però no tenen drets com per exemple el dret a vot.
Després d’enterrar el taüt de la Declaració dels Drets Humans i col·locar les làpides recordant a punts dels quals han mort pel seu incompliment, es va llegir el següent obituari:
Amics i amigues companys i companyes de ciutadans del món ens trobem avui aquí molt al nostre pesar per a visibilitat a donar la mort de la Declaració dels Drets Humans.
Nascuda en 1948, com un brot d’esperança per als pobles, mor en aquests dies, a les mans dels seus progenitors. Els estats i els seus governs. Governs que, ja sigui per la seva inacció, o amb les seves accions, l’han convertit, cop a cop, en paper mullat. Paper mullat pel mar Mediterrani, on més de 40.000 persones han mort des de l’any 2000 intentant arribar a Europa, a la recerca del refugi i la vida digna, que la Declaració dels DDHH i en dret internacional els prometien. Paper mullat per les pluges torrencials o les nevades caigudes sobre els camps de refugiats sense refugi.
Sobre Idomeini, 58.000 persones estan retingudes, a l’espera que es compleixi el dret d’asil. Però són moltes més, en tot el planeta, més de 60 milions de persones són desplaçades o refugiades. La declaració dels DDHH estava mullada i tacada de sang, de sang vessada per les persones ferides amb les fulles de les concertines en les tanques de Ceuta i Melilla. Ciutats espanyoles on no s’aplica el dret internacional, convertint-se així en un forat negre per als drets humans.
És paper mullat pel plor dels 10.000 nens desapareguts a Europa, probablement víctimes del tràfic d’òrgans o les xarxes de prostitució. Nens que ja no juguen, separats de les seves famílies, famílies trencades per la guerra i els traficants de persones. Nens que Europa tènia i tenen l’obligació de protegir i que no obstant això abandona a la seva sort.
La declaració està mullada per la suor del treball esclau, en precari i sense drets, al que es veuen abocats dia després de dia milions de persones a tot el món. Moltes, al nostre país, al no poder legalitzar la seva situació i no tenir reconeguts els seus drets per la falta de voluntat política. Els drets humans, són avui paper mullat, pels rius de migrants econòmics. Persones a la recerca d’un futur, després que els seus països, hagin estat espoliats, pel colonialisme de les grans potències, la globalització neoliberal o el canvi climàtic, que ha desolat la seva societat i la seva terra. En definitiva, pel dolor i el sofriment de tantes i tantes persones, a les quals més enllà de paraules buides, no se’ls ha donat una protecció real i efectiva.
Nosaltres no enterrem la Declaració dels DDHH, uns altres ho han fet abans per nosaltres, diuen en el nostre nom. En nom dels ciutadans dels estats privilegiats, en nom de la seguretat nacional, fomentant l’odi, la por i el racisme. Governants psicòpates, mentides sense escrúpols i xerraires hipòcrites, han convertit el que havien de li l’Europa dels pobles, de la lliure circulació de les persones i dels drets en l’Europa fortalesa. L’Europa dels murs, de les tanques i les fronteres. L’Europa en què prevalen els interessos econòmics i la venda d’armes a les persones i la pau. L’Europa de Frontex que prefereix gastar els diners en tanques i en repressió a habilitar vies segures i legals, que refereix retenir, deportar, detenir a donar acolliment digne a les persones.
L’Europa dels tractats de la vergonya que externalitza frontereres a països no democràtics en comptes d’assumir les seves responsabilitats. Nosaltres diem: no en el nostre nom. Les idees i conceptes que defensava la declaració dels DDHH segueixen vives en l’imaginari i en l’esperança del que sofreix, en els cors i les ments de tota la gent de bé del nostre planeta. Seguirem lluitant i exigint que es compleixin. No volem privilegis, volem drets en igualtat i dignitat per a tot ésser humà. Si els governs no tenen memòria, nosaltres no oblidem.
Declaració dels drets humans, fins a sempre companya. Que la humanitat guardi la teva ànima en el seu si, perquè un dia, per fi, de regnin al món la llibertat la igualtat i la fraternitat.
Segons dades dels organitzadors s’han celebrat actes a les següents ciutats: Zagreb, Copenhaguen, Munic, Pforzheim, Porto, Albacete, Alacant, Àvila, Barcelona, Còrdova, Ceuta, Donostia, Fuerteventura, Guadalajara, Logronyo, Madrid, Menorca, Murcia, Oviedo, Palència, Pamplona, Salamanca, Santander, Santiago de Compostel·la, Sevilla, Soria, Tenerife, Terol, Toledo, València, Valladolid, Vigo, Zamora, Zaragoza, Izmir