Hugo Gerter Jara es profesor de estado de Matemáticas y Física y ha ejercido como profesor en diferentes colegios de la región, de igual forma ha estado en la dirigencia del colegio de profesores a nivel comunal, regional y hoy a nivel nacional.
Estas son sus declaraciones respecto del último Congreso de la Central Única de Trabajadores:
«Nada se avanzó en el XI congreso de la CUT, las aspiraciones de miles de trabajadores de lograr el voto universal, democracia interna y transparencia financiera, como factores relevantes para construir una CUT fuerte y legitimada, se ve postergada nuevamente.
Desde hace mucho la CUT se encuentra secuestrada por partidos políticos de la Nueva Mayoría (PC, PS, DC) siendo funcional a los gobiernos de turno. La pérdida de legitimidad y credibilidad entre los trabajadores ha provocado que la CUT represente hoy tan solo al 8,8% del universo laboral total del país.
Diversas organizaciones disidentes y a favor del voto Universal han expresado en una declaración “El voto universal no lo resuelve todo, pero es un cambio revolucionario e imperativo en nuestros tiempos para legitimar la Central de cara a una sociedad que mira con desconfianza su sistema eleccionario y la dirigencia que produce. No queremos más excusas ni trabas sustentadas en intereses ajenos a la clase trabajadora pues ya no se puede negar que existen las condiciones técnicas y tecnológicas –como el voto electrónico que se utilizará en el próximo Congreso- y la necesidad política para realizar esta transformación. Para que las y los trabajadores recuperemos nuestro rol como protagonistas de la construcción de la sociedad, es tiempo de remover los candados, es tiempo de recuperar la CUT.”
La violencia deshumanizante de las “Leyes del Mercado” han arrojado a los trabajadores a una situación de desamparo, de atomización, de pérdida de derechos, de abusos y orfandad que ya no resiste más y la necesidad de contar con organizaciones sindicales masivas, fuertes, democráticas transparentes y creíbles que defiendan a los trabajadores es un clamor que cada día se expresa con más fuerza.
El momento que se vive hoy nos hace evocar a la CUT en sus orígenes cuando en al año 1953, al fusionarse diversas organizaciones sindicales de la época, declara en sus primeras proclamas: “La emancipación de los trabajadores es obra de los propios trabajadores” y en su declaración de principios fundacional ratifica la proclama anterior expresando. “La Central Única de Trabajadores no es una central apolítica: por el contrario, representando la conjunción de todos los sectores de la masa trabajadora, su acción emancipadora la desarrollará por sobre los partidos políticos, a fin de mantener su cohesión orgánica. […]. En consecuencia, declara que los sindicatos son organismos de defensa de los intereses y fines de los trabajadores dentro del sistema capitalista. Pero, al mismo tiempo, son organismos de lucha clasista que señalan como meta para la emancipación económica de los mismos, o sea, la transformación socialista de la sociedad, la abolición de clases y la organización de la vida humana mediante la supresión del estado opresor.
Es decir desde sus orígenes se levanta como una organización de trabajadores autónoma e independiente de los partidos políticos, sin ser apolítica y que dentro de sus fines está la reivindicación de las demandas de los trabajadores por sobre los dictámenes de los partidos políticos.
Volver a sus concepciones originarias, a su vocación solidaria, fraterna, anticapitalista y de coherencia es una de las aspiraciones más sentidas de los trabajadores del país.
La decisión del Colegio de Profesores y ahora de la Confederación de Trabajadores del Cobre, más las resoluciones que adoptarían en las próximas semanas la Confusam y la Anef hablan de la voluntad de los trabajadores de liberar a la CUT del secuestro de los Partidos para ponerla al servicio de los trabajadores del país.
En definitiva lo que los trabajadores buscamos es liberar a la CUT del secuestro de los partidos y de los gobiernos de turno, que en las últimas décadas ha estado al servicio de la Concertación, hoy de la Nueva Mayoría, pauteada y manejada desde la Moneda».