Querida hermana Milagro: hacía mucho tiempo que me debía conocer Jujuy, recorrerlo, escuchar a su gente, sentir sus aromas, disfrutar de sus colores. Y me tocó hacerlo en medio de esta ardiente infamia, recorriendo las calles de Tilcara y Purmamarca semivacías en plena temporada alta. Con la gente esquivando la mirada cuando se le consultaba por Morales, por Macri, por lo que estaban haciendo con vos.
Jujuy tiene miedo, Milagro querida, la gente perdió para esta batalla a una de las líderes fundamentales de la resistencia y se sienten desprotegidos y culposos. Intentaba insuflarles rebelión y coraje. Pero no siempre un foráneo es el más indicado para pretender esas cosas.
Y si esto que te cuento de Jujuy lo traslado a lo que hablamos con los cumpas en las diferentes orgas en las que participo, la cosa es similar. ¿Cómo saber cuáles son los tiempos para cortar una ruta, para parar todo, para desobedecer? El país es tan ancho, tan largo. Son tan distintas las situaciones en cada lugar y sin embargo, pareciera que los medios de comunicación van ganando la batalla.
No quiero que esto suene desalentador, Flaca de mi vida, intento explicarte (y explicarme) cómo puede ser que lleves 400 días presa y que el país no se haya puesto de pie todavía. Porque es un todavía, creo que no hay más alternativa en este sentido. Y cada lugar necesita que sus referentes emerjan y se aclaren y logren poner por delante las urgencias de la gente y no las ambiciones personales.
Lo nuestro son las carreras de fondo, podemos ganar algunas vueltas, pero tenemos que saber que habrá vueltas en que nos toque estar en la cola, pero recuperándonos para poder volver a liderar la buena gente y hacer realidad los sueños que nos animan en esta lucha.
Los humanistas, los nac & pop y toda la gente de bien estamos con vos Milagro, te queremos libre, te queremos fuerte, te queremos feliz. Por eso seguiremos acompañando los Comités para la liberación de los tupaqueros, para que la organización siga siendo un faro y una referencia. No ya para la Argentina, sino para todo el mundo, porque te puedo asegurar que somos miles en todos lados los que estamos moviendo cielo y tierra para que se sepa lo que está pasando en Jujuy, en Argentina y con tu caso concreto.
Vaya con estas líneas toda la fortaleza posible, toda la paz para el corazón y toda la alegría necesaria para que las nubes negras se despejen y permitan que tus ojos sigan viendo claro y preciso.
¡Paz, Fuerza y Alegría, Milagro! ¡Jallalla la Tupac Amaru! Y muchas gracias por tanto…