Irán anunció el pasado 28 de enero del 2017 que aplicará el principio de reciprocidad a Estados Unidos. Esta decisión se toma en respuesta a la inédita orden ejecutiva del nuevo Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de prohibir la entrada a ciudadanos iraníes en su territorio, así como la de nacionales de otros seis Estados, adoptada 24 horas antes. Sobre esta controversial medida que impide tanto a refugiados como a ciudadanos oriundos de estos siete Estados ingresar al territorio de Estados Unidos, véase nota del NY Times, así como la reacción de Francia a esta desacertada decisión del nuevo Presidente de Estados Unidos (ver nota de prensa de El Mundo), y las de Alemania y de Reino Unido (ver nota de El País).
Una llamada de atención inicial de dos agencias de Naciones Unidas
Por su parte dos agencias de Naciones Unidas, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) comunicaron mediante una declaración conjunta que Estados Unidos debe continuar con su política de acogida a refugiados: «Creemos firmemente que los refugiados deben recibir el mismo trato en términos de protección, asistencia y oportunidades de reasentamiento, independientemente de su religión, nacionalidad o raza» (ver nota de prensa oficial de Naciones Unidas). Por el carácter inusual de una declaración de este tipo que emane de dos agencias de Naciones Unidas, nos permitimos reproducir de forma integral el comunicado conjunto OIM-ACNUR:
GINEBRA, Suiza, 28 de enero de 2017 (ACNUR/OIM) – Las necesidades de los refugiados e inmigrantes en todo el mundo son mayores que nunca y el programa de reasentamiento de Estados Unidos es uno de los más importantes a nivel global. Su tradicional política de acogida de refugiados ha creado una situación ventajosa para todos: ha salvado las vidas de algunas de las personas más vulnerables del mundo, quienes a su vez, han enriquecido y fortalecido sus nuevas sociedades. La contribución de los refugiados e inmigrantes a sus nuevos hogares en todo el mundo ha sido extremadamente positiva.
Las plazas de reasentamiento que proporciona cada país son vitales. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y la OIM, la Organización Internacional para las Migraciones, esperan que EE.UU. continúe asumiendo el firme liderazgo y prosiga su larga tradición de proteger a aquellos que huyen del conflicto y la persecución.
ACNUR y OIM mantienen su compromiso de trabajar con la Administración estadounidense para alcanzar el objetivo común de garantizar programas de reasentamiento e inmigración seguros y libres de riesgos.
Creemos firmemente que los refugiados deben recibir el mismo trato en términos de protección, asistencia y oportunidades de reasentamiento, independientemente de su religión, nacionalidad o raza.
Seguiremos trabajando con el Gobierno de Estados Unidos de manera activa y constructiva, como venimos haciendo desde hace décadas, para dar protección a aquellos que más la necesitan, y le ofrecemos nuestro apoyo en cuestiones de asilo y migración.
Una reacción iraní airada
Irán considera como un verdadero «insulto al mundo islámico» (ver texto completo del comunicado de prensa del jefe de la diplomacia persa reproducido al final de esta nota) la decisión tomada por Estados Unidos. En esta nota de prensa se lee que:
«La República Islámica de Irán, para defender los derechos de sus ciudadanos y hasta que se solucionen todas las limitaciones insultantes de Estados Unidos contra los nacionales iraníes, aplicará el principio de reciprocidad«.
Leemos en el comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores persa que con esta decisión, Estados Unidos pareciera ignorar los informes de sus propios servicios de inteligencia en materia de lucha antiterrorista:
«the imprudent decision of the U.S. Government to apply collective discrimination against citizens of Muslim countries will only serve to provide a fertile ground for more terrorist recruitment by deepening the ruptures and fault-lines which have been exploited by extremist demagogues to swell their ranks with disenfranchised and marginalized youth, and further promote their campaign of hatred, violence and extremism.Moreover, with this decision, the reports of U.S. intelligence and security organs and past statements of current US officials which emphasized on the role of the United States and its regional allies in fomenting and expanding extremist groups, including Daesh (ISIL), appear to have been conveniently forgotten«.
Cabe precisar que Irán es el primer Estado en anunciar de forma oficial que responderá con una medida similar a Estados Unidos. Los demás Estados cuyos ciudadanos se ven impedidos de viajar a Estados Unidos desde el pasado 28 de enero del 2017 son Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen. 48 horas después del anuncio realizado por parte de Irán, el parlamento de Irak ha solicitado al Poder Ejecutivo aplicar de igual forma la reciprocidad a nacionales de Estados Unidos (véase nota de ABC).
El principio de reciprocidad en derecho internacional
El principio de reciprocidad consagra en derecho internacional público la noción de igualdad entre Estados, extendiendo su alcance a otros conceptos como los de equilibrio y de equivalencia. Sin lugar a dudas, constituye uno de los principios cardinales del derecho internacional público, que los Estados a menudo aplican en muy diversos capítulos, como por ejemplo: en materia migratoria (supresión o instauración de visas de entrada para citar un ejemplo), en materia de relaciones diplomáticas (expulsión de diplomáticos, llamada a consulta de embajadores, entre otros), en materia de desarme (retiro de misiles de larga distancia, o por el contrario aumento del número de ojivas nucleares) o bien en materia comercial (supresión de aranceles o medidas del mismo tipo con efecto inversa, entre muchos otros). El derecho de los tratados consagra este principio bajo la denominación de diversas figuras (reservas, cláusula de la nación más favorecida, cláusula de tratamiento nacional, entre otros) constituyéndose en uno de los espacios de predilección de la reciprocidad en derecho internacional público.
Son innumerables las diversas medidas tomadas por un Estado en respuesta a un acto unilateral de otro Estado invocando el principio de reciprocidad, el cual permea el accionar de todo aparato diplomático en el marco de una relación bilateral. El efecto de la reciprocidad permite responder de forma inmediata a una medida considerada inapropiada y de paso, enviar una señal muy clara a un Estado para que este reconsidere su accionar. Esta señal, en caso de ser ampliamente difundida, también es dirigida a los demás Estados.
Los estragos causados por la orden ejecutiva del Presidente Trump
Es de señalar que esta orden ejecutiva firmada por el Presidente Donald Trump al concluir su primera semana como Presidente en ejercicio en Estados Unidos (iniciada formalmente el pasado 20 de enero) no solamente ha provocado reacciones fuera de Estados Unidos. Dentro del territorio norteamericano, muchas voces se han alzado en su contra, y es muy probable que sea objeto de acciones legales ante los mismos tribunales norteamericanos, al decretar de forma arbitraria como sospechosos, probables o posibles terroristas a nacionales de los Estados antes indicados. El caos que está provocando el Presidente Trump con la firma de sus primeras órdenes ejecutivas es manifiesto: por ejemplo, el desorden reinante en algunas administraciones aeropuertuarias norteamericanas con relación a ciudadanos viajando con pasaportes de los siete Estados antes señalados ha dado lugar a reveladores reportajes, como por ejemplo en The Guardian o en Le Monde. El caos creado tiene repercusiones en otros aeropuertos, como el de Costa Rica, con pasajeros sin poder tomar sus vuelos hacia Estados Unidos (ver nota del Programa de Amelia Rueda). Se estima a unos 500.000 los titulares de una «green card» actualmente en el exterior susceptibles de no poder regresar a Estados Unidos (ver artículo de Propública).
Decisiones recientes de jueces en Estados Unidos suspendiendo el alcance de la orden ejecutiva migratoria vienen a complicar singularmente la administración en los aeropuertos de Estados Unidos y del resto del mundo (véase nota de Público). Adicionalmente, la destitución reciente de la Fiscal General al negarse esta alta funcionaria norteamericana a defender la legalidad de esta orden ejecutiva evidencia las dificultades internas que enfrenta la nueva administración Trump con los mismos operadores de justicia (ver nota de la BBC).A todo ello se suma la destitución este mismo lunes 30 de enero del director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) (véase nota de Elmundo).
A modo de conclusión: América Latina atenta a las originalidades de Donald Trump y al apoyo que reciben
No cabe duda que con tan solo una semana ejerciendo sus funciones, el nuevo ocupante de la Casa Blanca ha provocado roces innecesarios. El acuerdo alcanzado en Viena el 14 de julio del 2015 entre Irán y la comunidad internacional, que tuvimos la oportunidad de analizar brevemente en su momento (ver nota publicada en Derechoaldia) inició el proceso de paulatina normalización de Irán con el resto de la comunidad internacional. En el marco de este proceso, en el mes de agosto del 2016, el jefe de la diplomacia persa realizó una visita oficial a varios Estados de América Latina (ver modesta nota nuestra). Es muy probable que los Estados de la región latinoamericana, también confrontados con ocurrentes decisiones unilaterales del nuevo Presidente Trump, sigan con mucha atención este nuevo episodio diplomático entre Irán y Estados Unidos. Notemos que hace unos días México externó su profundo malestar por el apoyo del Primer Ministro de Israel al proyecto de muro fronterizo entre Estados Unidos y México ordenado por el Presidente Trump (véase comunicado oficial de México reproducido al final de esta nota).
Texto del comunicado oficial del jefe de la diplomacia persa con fecha del 28 de enero del 2017, editado en el sitio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán (ver enlace oficial)
«The decision of the Government of the United States to impose restrictions on the travel of Muslims to the United States – though temporarily for three months – is a clear insult to the Islamic world, and especially the great nation of Iran; and despite claims of being made to combat terrorism and protecting the people of the United States, it will be recorded in history as a great gift to extremists and their supporters.
While the international community needs dialogue and cooperation to address the roots of violence and extremism in a comprehensive and inclusive manner, and at a time when the United Nations General Assembly approved by consensus the proposal of the President of the Islamic Republic of Iran for a World Against Violence and Extremism (WAVE), the imprudent decision of the U.S. Government to apply collective discrimination against citizens of Muslim countries will only serve to provide a fertile ground for more terrorist recruitment by deepening the ruptures and fault-lines which have been exploited by extremist demagogues to swell their ranks with disenfranchised and marginalized youth, and further promote their campaign of hatred, violence and extremism.Moreover, with this decision, the reports of U.S. intelligence and security organs and past statements of current US officials which emphasized on the role of the United States and its regional allies in fomenting and expanding extremist groups, including Daesh (ISIL), appear to have been conveniently forgotten.
The decision of the Government of the United States to target the people of Iran and clearly insult all sections of this great nation has put on clear display the baselessness of the U.S. claims of friendship with the Iranian people while only having issues with the Government of Iran. It also shows the rancor and enmity of some in the US government and influential circles both within the United States and abroad towards all Iranians around the world: The Iraniannation who, benefiting from an ancient and rich civilization and religious beliefs founded on humanitarian values, has always promoted the message of constructive engagement, not only resisteddomination but also the temptations to dominate others, and fought extremism and violence; a resilient nation which has stood firm in the face of extremist terrorists and which was among the first victims of organized terrorism; a great people which has had no presence in any extremist terrorist operation, but instead in all societies in which it has traveled or resided as scientists, students, entrepreneurs, tourists or immigrants, has been known as one of the most law abiding, cultured, educated and successful communities, thus representing its Iranian and Islamic culture and civilization in the most dignified and peace-loving manner.
To ensure respect for the dignity of all members of the great Iranian nation at home and abroad, the Government of the Islamic Republic of Iran will engage in a careful assessment of the short and medium-term impact of the decision of the U.S. Government on Iranian nationals, and will take proportionate legal, consular and political action and while respecting the American people and differentiating between them and the hostile policies of the U.S. Government – will take reciprocal measures in order to safeguard the rights of its citizens until the time of the removal of the insulting restrictions of the Government of the United States against Iranian nationals.
In order to monitor the implementation of this decision and adopt appropriate measures commensurate with national interest in specific cases, a mechanism is established in the Ministry of the Foreign Affairs of the Islamic Republic of Iran with the participation of relevant organizations.
Meanwhile, all diplomatic and consular missions of the Islamic Republic of Iran have been instructed to prioritize the provision of consular facilities to all Iranian nationals who due to the illegal step of the Government of the United States have been prevented from returning to their places of residence, work and education.
The decision of the Government of the United States incorporates certain requests that are illegal, illogical and contrary to international law. Considering the absence of relations between the Islamic Republic of Iran and the United States, those requests are not applicable to and cannot be accommodated by the Government of the Islamic Republic of Iran. Any abuse by the United States of this situation to prolong the discriminatory measures and cause any further inconvenience for Iranian nationals is not only illegal but against common sense.
The Islamic Republic of Iran will carefully examine and legally pursue any negligence or violation of the international obligations of the United States under bilateral agreements and multilateral arrangements and reserves the right to respond as deemed necessary».