Por Nicolas Boeglin (*)
En días recientes, Israel ha hecho saber oficialmente que no asistirá a la Conferencia Internacional sobre la Paz en Oriente Medio convocada por Francia, a realizarse este próximo domingo 15 de enero (ver nota de prensa). Según su Primer Ministro, se trata de una verdadera «impostura» (ver nota de prensa francesa).
Esta cita en la capital gala se da a pocos días de que asuma como Presidente sus nuevas funciones Donald Trump en Estados Unidos: como bien se sabe, Donald Trump propuso, entre otras cosas, trasladar de Tel Aviv a Jerusalén la Embajada de Estados Unidos (ver sobre este punto el análisis publicado recientemente en Foreign Policy titulado «Want a third Intifada ? Go ahead and move the US Embassy to Jerusalem«). En un discurso del 6 de enero del 2017 de las máximas autoridades palestinas (ver nota de prensa), se califica este eventual traslado de la embajada norteamericana como una verdadera «línea roja».
La sociedad civil israelí se ha mantenido muy activa, pese a no contar con los medios de difusión para dar a conocer su posición sobre esta conferencia. En una de las pocas notas de prensa (ver nota de Ynetnews), se lee que 1200 ciudadanos israelíes (entre los cuales intelectuales de renombre, ex embajadores y Premios Nobel israelíes) remitieron una carta colectiva (ver texto completo) a la embajada de Francia en Israel:
«Meanwhile, over 1,200 Israelis—amongst them public figures and former diplomats—went to the French Embassy in Tel Aviv to give a letter calling on the peace conference to announce the declaration of a Palestinian state. Amongst those in attendance were Nobel laureate Daniel Kahneman, Former Israeli Attorney General Michael Ben Ari, five former ambassadors, Israel Prize winners, academics, and others. «We are sorry that we had to take this initiative,» said the document given to the French Embassy. «The current Israeli government has decided not only to boycott the conference, but has also spewed unsubstantiated hate speech towards the French government. All we can do, as Israeli citizens who care deeply about the future of their nation, is to do that which private citizens are able to do in such a situation«.
Se lee en la misiva que, para sus firmantes, «We consider all Israeli settlements on Palestinian territory to be a violation of international law and regard them as a major impediment to peace. We therefore urge the conference to call for an international policy of differentiation between the State of Israel and the occupied territories in any agreements with Israel We urge the conference to call for the acceptance of Palestine as a full member of the United Nations, thus creating a more balanced basis for Israeli-Palestinian peace negotiations«.
Es de notar que una carta colectiva que circuló en noviembre y diciembre del 2014 recogió más de 800 firmas de renombrados intelectuales israelíes, incluyendo a científicos, ex militares, artistas y a varios premios Nobel: en aquella ocasión, solicitaban a las instancias de la Unión Europea (UE) el reconocimiento formal de Palestina como Estado (ver nota de Haaretz y extractos del documento citados en esta nota).
Para Francia, y para el resto de la comunidad internacional, se trata de un nuevo esfuerzo diplomático al que están convocados más de 70 Estados (ver nota de prensa), en aras de relanzar el proceso de paz entre Palestina e Israel, venido a menos en los últimos años. Inicialmente, una primera conferencia en París prevista para el 30 de mayo del 2016 (ver nota de prensa) se celebró el 3 de junio del 2016. En el comunicado final (ver texto completo del Middle East Peace initiative – Joint communiqué, Paris, June 3, 2016 ) se indicaba que:
The participants underscored that the status quo is not sustainable, and stressed the importance of both sides demonstrating, with policies and actions, a genuine commitment to the two-state solution in order to rebuild trust and create the conditions for fully ending the Israeli occupation that began in 1967 and resolving all permanent status issues through direct negotiations based on resolutions 242 (1967), 338 (1973), and also recalling relevant United Nations Security Council resolutions and highlighting the importance of the implementation of the Arab Peace Initiative. The participants discussed possible ways in which the international community could help advance the prospects for peace, including by providing meaningful incentives to the parties to make peace«.
Cabe precisar que la convocatoria para el mes de diciembre del 2016 de una segunda reunión en Francia fue aplazada, ante la negativa de Israel (ver nota de The Times of Israel). El 22 de diciembre del 2016, Francia anunció oficialmente, mediante el jefe de su diplomacia, la fecha del 15 de enero para esta reunión (ver nota de prensa). Esta nueva convocatoria se da a menos de un mes de la adopción de una histórica resolución por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el pasado 23 de diciembre del 2016, pese a las gestiones personales de Donal Trump para que no se adoptara: sobre la resolución 2334, la reacción iracunda israelí, las gestiones personales de Donald Trump sobre Egipto y el alcance de este texto, remitimos al lector a nuestra modesta nota publicada en el sitio jurídico Eljurista el 11/01/2017 así como a una versión en francés titulada «Mise en perspective de la résolution 2334 (2016) du Conseil de Sécurité des Nations Unies condamnant la politique de colonisation israélienne«, publicada en el medio digital Pressenza el 5/01/2017.
Es muy probable que la actitud desafiante de Israel desde el 23 de diciembre, que se verifica con este nuevo anuncio de no participar, obligue al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a un nuevo ejercicio, y ello antes del 20 de enero del 2017 (fecha en que asume oficialmente sus nuevas funciones el Presidente electo Donald Trump). Por otra parte, es innegable que para Israel, al no haber logrado ganar unos pocos días que separan el 15 del 20 de enero, torpedear este nuevo esfuerzo de Francia y de la comunidad internacional se ha convertido en una verdadera prioridad.
(*) Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR)