Por Mariana Escalada y Agustín Ronconi para El Disenso
Te dicen que son independientes, pero reciben millones del aparato injerencista norteamericano. Te dicen que no tienen fines de lucro, pero recaudan millones para mantener un portalcito. Te dicen que son objetivos, pero en el debate no te contaron quien les puso los fondos ni los cargos públicos que Cambiemos tenía reservados para organizadores y parientes. Te dicen que quieren valorizar los datos por sobre las meras opiniones, pero no te dicen que detrás del “dato que habla” se esconde un deliberado intento de erradicar el espíritu crítico y la discusión política del debate público. Hoy te mostramos la verdadera cara de Chequeado.com
Injerencismo y golpes blandos para algunos, fortalecimiento republicano para otros, la influencia que Estados Unidos ejerce sobre latinoamérica se ha redoblado en los últimos años con la intermediación de organizaciones híbridas en las que los intereses públicos y privados conviven de modo promiscuo. Estas organizaciones canalizan grandes sumas de dinero a think-tanks estratégicos y grupos de presión que tienen como objetivo garantizar los intereses norteamericanos en la región.
Organizaciones como el CIPE (Centro para la Empresa Privada Internacional) trabajan activamente para “fortalecer la democracia en el mundo”. En términos prácticos lo que hace CIPE es recaudar dinero de grupos empresariales a través de NED (Fundación Nacional para la Democracia) y con el visto bueno del Departamento de Estado y de la agencia gubernamental USAID, distribuirlo entre operadores sociales, políticos y comunicacionales que. dentro los países en vías de desarrollo, garantizan la implementación de la agenda estadounidense. En Argentina, durante el año electoral de 2015, CIPE ha intermediado en la entrega de fondos recaudados por NED y aprobados por la USAID y el Departamento de Estado en financiar el trabajo de la “Fundación La Voz Pública para la verificación del discurso público”, más conocida por el nombre de su sitio web: chequeado.com
Si bien el NED y el CIPE se embanderan en la idea de hacer llegar los beneficios de la libertad, fortalecer la democracia y garantizar el libre mercado en el mundo, la letra chica de sus informes muestra que sus posiciones son bastante menos moderadas. Respecto a latinoamérica el CIPE dictamina que “es una región dividida política y económicamente, con un grupo de países que luchan por la competitividad global y la adhesión a los principios democráticos, y otro grupo caracterizado por tendencias autoritarias y creciente control gubernamental de la economía, los medios de comunicación y la sociedad civil“. El NED no se queda atrás, y en su último reporte anual festeja la llegada del neoliberalismo a nuestro país: “Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales en Argentina, un resultado que simboliza el fin del modelo político populista y autoritario impuesto por los Kirchner“.
Además de los fondos bajados por el NED, la USAID y el Departamento de Estado mediante la intermediación de la CIPE, el proyecto chequeado.com también ha recibido jugosas sumas de la embajada norteamericana, el gobierno de Holanda, y de entidades privadas y fundaciones estrechamente vinculadas al PRO.
La directora de Chequeado es Laura Zommer, columnista del diario La Nación que fue directora de Comunicación del CIPPEC, donde trabajó bajo la dirección del actual Secretario de Gobierno de Larreta, Fernando Straface. Zommer, además, está casada con Nicolás Ducoté, fundador de CIPPEC que llegó a la intendencia de Pilar de la mano de Cambiemos. Los vínculos entre Chequeado y CIPPEC son estrechos, a ambos les baja dinero la CIPE y trabajaron coordinadamente en el evento electoral “Argentina Debate”. Si bien chequeado.com se define como un “medio digital no partidario y sin fines de lucro“, su red de financiación, sus vínculos y su desenvolvimiento sugieren otra cosa.
Chequeado.com hace gala de un discurso desideologizado y aséptico: “Nuestra visión es que el debate público se basa mas en datos y hechos, y menos en opiniones“. Así, el operador, comprometido en futuros cargos públicos y bien remunerado por el gobierno de Estados Unidos, sobreactúa objetividad y se esconde tras la falaz idea de que los datos hablan por si mismos, y desde esa tesitura excluye deliberadamente el pensamiento crítico y político del debate público.