En el Estado de Río de Janeiro, enfrentados a la mayor crisis del gobierno, los trabajadores públicos intensifican las protestas frente a la Asamblea Legislativa donde las últimas semanas se votaron medidas para equilibrar las cuentas del Estado. Esas medidas afectan directamente los derechos de los trabajadores.
El principal motivo del desequilibrio de las cuentas públicas fue el uso abusivo de exenciones fiscales y la amnistía de multas a las grandes empresas privadas que, por ejemplo, prestan servicios como transporte y salud públicos.
Ya venían sucediendo atrasos sistemáticos en los pagos de los servidores a lo largo del año. Las protestas se producían con frecuencia, lo que culminó con la instalación de rejas alrededor de todo el Palacio Tiradentes (sede de la Asamblea Legislativa) para contener el avance de las manifestaciones hacia la Cámara. Sin embargo el 6/12, cuando se produjo un acto unificado, la confrontación entre manifestantes y policía ganó mayor intensidad.
Todas las fotos que siguen fueron tomadas durante la disolución del acto. No todos los que se disponían a confrontar con las tropas de choque eran funcionarios, sino transeúntes que adhirieron al enfrentamiento por rechazo a la política del Estado. Se utilizaron «tácticas black bloc» (destrucción de vidrios y escaparates de bancos y empresas). Los manifestantes estaban muy decididos y no se acobardaron con la acción de la policía disparando bombas de gas y balas de goma. En las calles próximas a la Asamblea fueron quemadas garitas, cubos y bolsas de basura, para limitar la circulación de los camiones blindados, los Caveirões.
Dos hechos que merecen destacarse:
- 10 policías de las tropas de choque se retiraron de la confrontación y fueron presos de inmediato. En las últimas manifestaciones otros dos soldados ya habían desistido de seguir participando en la represión.
- Durante el caos de la confrontación muchos transeúntes se quedaron, siguiendo los acontecimientos que se extendieron desde las 14 hasta pasadas las 19 hs. Es la primera vez que veo enfrentamientos «con platea”.
Fue un acto muy contundente y dejó claro el mensaje de que no habrá resignación frente a la pérdida de derechos. La cosa puede no expresarse como esperamos… pero es mejor que la total alienación y sumisión frente al absurdo.
El día 12/12 se produjo otra protesta, esta vez sin confrontación. Inclusive se les entregaron rosas a las tropas de choque. Todos sabemos que la crisis del Estado afecta directamente a los efectivos de la policía militar, que son servidores del Estado. Abriendo paréntesis: sus condiciones de trabajo son precarias y las muertes en los enfrentamientos con traficantes son muchas. Recientemente un helicóptero de la policía militar cayó durante una operación, matando a los tripulantes. La investigación posterior no encontró marcas de proyectil, lo que lleva a creer que cayó por falla mecánica. No será una sorpresa si dentro de algunos meses la pericia concluye que la nave volaba en condiciones precarias.
Volviendo a las protestas, seguramente habrá otras, principalmente después de la aprobación por el Senado, el último día 13, de la PEC55¹ que congela las inversiones a los servicios públicos por 20 años.
A pesar de este contexto que anuncia un futuro oscuro, apuesto a que esta crisis estimule un sentido colectivo, de que estamos en un mismo barco averiado. Ese es un punto de partida poderoso… capaz de unir a los sectores postergados en torno a una causa común, que espero se profundice en una atmósfera de relación social solidaria y en un interés por cuestiones políticas más elementales: identificar a quien milita a favor de los oprimidos, de los trabajadores, de los que cuestionan el sistema, de los que luchan diariamente contra la violencia, de los que luchan a favor de mejores servicios públicos…
En fin, son muchas aspiraciones, sin embargo hay que tenerlas claras para que nos lleven mucho más allá de una simple crítica a la corrupción cotidianamente difundida por los medios.
PEC55: Propuesta de Enmienda Constitucional 55/2016