Lo esencial fue hecho, dijo el secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (Cenco), Donatien Nshole, en alusión a las negociaciones entre las partes para poner fin a la crisis política en el país luego de expirar el mandato del presidente Joseph Kabila.
Hasta ahora en los preacuerdos se acepta que Kabila gobierne un año más hasta que se escoja al sucesor en las elecciones presidenciales de finales de 2017.
Sin embargo, grupos que firmaron el acuerdo de octubre pasado exigieron la salida del primer ministro Samy Badibanga, un opositor escogido por el propio Kabila y que no tuvo inconvenientes en destacar la ejecutoria del hombre fuerte del país en los pasados 15 años.
La Comisión Nacional Electoral Independiente, cuya neutralidad cuestiona casi toda la oposición, señaló que sería muy difícil cumplir un calendario electoral para dentro de un año.
El acuerdo del pasado 18 de octubre, facilitado por la Unión Africana, aceptaba los comicios para abril de 2018, pero fue apoyado por la minoría de los sectores contrarios al Jefe de Estado, cuyo mandato terminó el pasado 19 de diciembre.
Durante la tarde los obispos de la Cenco llevaron el preacuerdo a Kabila, pero salieron cabizbajos sin ofrecer declaraciones a los periodistas.