Hoy en día hay multitud de caminos y multitud de obstáculos simultáneamente, con lo cual la vida es una aventura mucho más intensa.
Jordi Pigem es doctor en filosofía, escritor y conferenciante, exprofesor del Masters in Holistic Science del Schumacher College en Inglaterra. Ha colaborado durante años con la revista Integral, ha obtenido premios tan importantes como el Premio de Filosofía del Instituto de Estudios Catalanes (1999) y el Premio de Ensayo de Resurgence y la Scientific and Medical Network (2006).
En 2016 ha publicado su último libro “Inteligencia vital” de la Editorial Kairos, donde nos invita a entender la vida, la conciencia y la inteligencia de una forma nueva.
IMO: ¿Qué fue antes la filosofía o la biología?
Jordi: La filosofía empieza ya en Occidente con los griegos. Uno de los primeros biólogos fue Aristóteles, lo conocemos como filósofo pero hablaba de retórica, de política, de gramática, de astronomía, de plantas, de biología…y tiene ideas muy interesantes sobre biología. Lo que ocurre es que la biología contemporánea necesita una gran transformación para darse cuenta de que la vida es algo más que procesos físico-químicos.
IMO: Hace falta transformar muchas cosas, quizás debiéramos acabar con muchos paradigmas que nos han estado obstruyendo la evolución…
Jordi: Hoy en día estamos guiados por una visión del mundo que es obsoleta, que nos hace creer que somos individuos aislados, que lo que realmente importa es lo que es tangible, material, sólido y sobretodo cuantificable. Y seguimos ignorando que lo que da sentido a nuestras vidas es intangible e inmaterial. Las cosas tangibles son magníficas pero estamos atrapados en un mundo de datos, códigos de barras, estadísticas, cifras y materia. Si crees que la base de la realidad, que lo único que existe es lo material, acabas dando importancia sólo a eso y metido de lleno en la noria del consumismo.
IMO: Vivimos en un mundo de distracciones, en vez de en enseñarnos a buscar en “nuestro interior”, como muchas otras formas de pensamiento, en Occidente nos distraen con “materialismo exterior”.
Jordi: Todas las tradiciones han invitado a la búsqueda interior y a la búsqueda de un propósito profundo de nuestra existencia que te vincula con la realidad última del mundo dicho de múltiples maneras distintas. Lo que caracteriza a nuestra cultura contemporánea es que se pasa por alto esa dimensión, todas las otras culturas de un modo u otro invitan a esa búsqueda interior, en la nuestra, en el sistema educativo o en los medios de información, etc. de entrada nos dan una plétora de distracciones sin precedentes que impiden, o ahogan, ese impulso innato natural del ser humano de búsqueda interior, a pesar de ello también tenemos más facilidad de acceso a esas tradiciones filosóficas y espirituales en papel en libros traducidos y comentados, o viendo vídeos a través de internet, es una bendición poder escuchar a un Lama en un vídeo.
Pero lo que realmente predomina es una avalancha de distracciones sin precedentes. Es como si al sistema le interesase que en vez de ser personas con espíritu crítico y que se busquen así mismas, que crezcan como personas para vincularse a algo más profundo, le interesara que estemos permanentemente distraídos.
IMO: Quieren que estemos permanentemente dormidos pero cuando despertamos, DESPERTAMOS.
Jordi: Hay un momento en que la gente despierta y cuando la gente despierta de manera colectiva es cuando cambian realmente las cosas, los países. Las sociedades cambian, las estructuras sociales o económicas, porque ha habido un cambio previo en la conciencia colectiva que permea ese país.
Hay signos hoy en día de un incipiente crecimiento de la conciencia en muchos aspectos, social ecológico, espiritual, pero todavía hay mucho por recorrer y vamos a ver si esa conciencia consigue dar fruto.
IMO: O nos distraen cazando Pokemons…
Jordi: Hay miles de personas de buena voluntad que aspiran a conseguir esa conciencia y hay interés creados que aspiran a impedirlo. Y hay es una lucha compleja.
IMO: Muchas veces, sobre todo los jóvenes, se dejan arrastrar por, digamos, el lado oscuro. Son inconformistas, se encuentran que no encajan en este mundo y de pronto se encuentran con una persona que está en una frecuencia elevada, que ha llevado un proceso similar y entonces el joven reconoce que esa rebeldía era fruto de no encontrarse a sí mismo ubicado.
Jordi: En muchos casos se da ese proceso de dejarse arrastrar por el sistema para luego encontrarte y darte cuenta de que no estás solo y de que hay muchas personas más que se sentían diferentes. En mi caso, a mí me influyó mucho leer las novelas de Herman Hesse, yo me sentía muy distinto y en las novelas de Hesse los personajes son personas que también se sienten distintas. Y entonces dije “aha” y a partir de ahí fui estirando el hilo que me llevó a filosofías y a músicas clásicas y a muchas otras cosas que no eran tan comunes en chicos de mi edad.
Lo que ocurre es que no todo el mundo encuentra su camino, en la actualidad hay más oportunidades que nunca para encontrar el camino y a la vez más obstáculos y ahí está la creciente intensidad de la vida contemporánea. En otras épocas ¿quizás había un solo camino disponible? ¿Y no había obstáculos?. Si no te acababa de gustar ese camino quizás podías hacer una pequeña revolución, irte a otro lugar y buscar otros maestros…Hoy en día hay multitud de caminos y multitud de obstáculos simultáneamente con lo cual la vida es una aventura mucho más intensa.
IMO: Una vez que despertamos ¿Qué podemos hacer para cambiar las cosas? A veces parece que sabemos, o creemos saber, que hay una realidad Matrix que nos distrae pero nos quedamos parados sin hacer nada.
Jordi: Lo que has de hacer no te lo voy a decir yo, te lo va a decir tu corazón. Cada uno de nosotros tendrá que hacer una cosa distinta pero en la medida en que la conciencia va creciendo, ese crecimiento no se pierde, por más que no sea tangible, no se pierde, queda en algún lugar y en algún momento puede generar un cambio tangible. Por mucho que no se vea es real y se va acumulando, cuando sea lo suficientemente grande habrá un cambió, y si no llega es que no estamos suficientemente preparados, despiertos, todavía para ello. Cuando se derribó el Muro de Berlín, si hubieses preguntado a alguien un mes antes si pensaban que iba a caer el muro ese noviembre de 1989, nadie, ni ciudadanos, ni políticos, ni periodistas, ni espías, ¡nadie! sabía que podría pasar. Y pasó de la noche a la mañana. Hay que esperar el momento y con cada idea se hace una aportación para crear esa energía que sentencia el cambio.
IMO: Hay que esperar el momento…
Jordi: Pero no es un esperar pasivo a que pasen las cosas, hay que esperar activamente como el labrador que planta sus semillas con esperanza, no sabe si va a tener éxito la cosecha, planta y espera regando, abonando, las protege si hay un vendaval. Esperar en ese sentido, confiar en un proceso que va más allá de nosotros, porque el darnos cuenta de que no somos individuos también implica darnos cuenta de que hay fuerzas, en la realidad, mucho más bastas que lo que nosotros podemos comprender aquí y ahora y confiar en que esas fuerzas nos van a ayudar en lo que queremos conseguir. Pero ese confiar también implica darte cuenta de que no está exclusivamente en tu poder conseguir las cosas, de que en esta aventura no eres el único protagonista y hay otras fuerzas en juego.
IMO: El universo es tan inteligente que hace que la tierra esté a la distancia exacta del sol para no quemarnos, creyendo y confiando en que ese universo hace todo perfecto, he de creer que estoy en el aquí y ahora que me corresponde para cuando llegue el momento ser uno más de ese movimiento que va a crear el cambio.
Jordi: Sí, pero yo añadiría que sin la garantía absoluta de que eso va a salir bien.
IMO: Claro, porque a lo mejor ahora no es el momento, es un primer intento y un despertar la conciencia de otros…Va a ser lo mejor para todos en el momento en el que pase.
Jordi: Yo confío plenamente en que las semillas que he plantado vayan a dar fruto pero no me lo garantiza nada y en cierto modo eso es parte de la contingencia de la existencia humana. Hay algo más que la inteligencia humana no puede controlar y es lo que en la tradición cristiana se llama providencia, si las condiciones son propicias harán que las cosas salgan bien.
IMO: ¿Existe el libre albedrio?
Jordi: El libre albedrío… depende del nivel en que lo preguntes, en el nivel de experiencia más inmediata es evidente que todo lo que estamos diciendo tú y yo en este momento lo estamos diciendo libremente. Cuando los neurocientíficos analizan el cerebro y creen, con el presupuesto de que todo lo que ocurre en tu mente es el resultado de combinaciones físico-químicas, llegan al absurdo de creer que todo lo que estamos haciendo simplemente es… Hay un neurocientífico británico que dice “cuando voy al cine creo decidir qué película ver pero es la química de mi cerebro la que decide por mí”, yo quiero creer que soy yo a través de mi libre albedrio quien elige que película ver.
IMO: Luego existen las causalidades, tú y yo estamos aquí porque el día que te conocí hacías un favor a la editorial, yo fui a Barcelona a entrevistar a una persona, tú traducías…
Jordi: Eso es la Armonía Invisible, Heráclito dice que hay una armonía invisible mucho más fuerte que la armonía visible, no quiere decir que la podemos ver cada día. Quizás la veamos en el momento de nuestra muerte o después pero esa armonía está ahí, la veas o no. Creo que es importante recordarlo, si creyésemos en esa armonía invisible no necesitaríamos compañías de seguros, el hecho de que en el mundo moderno haya compañías de seguros significa que no hay sentido de comunidad, si a ti te pasa algo no confías en que tus amigos o tu familia te vayan a ayudar y significa que no hay sentido de la armonía invisible o de la providencia, o del karma, que es otra forma de decirlo. Si tú crees que hay una justicia última, llámala karma o providencia, tu no necesitas asegurar la casa. Lo que se tenga que ir se irá y lo que tenga que venir vendrá por otro lado.
IMO: ¿Y qué es el ego?
Jordi: El ego es un espejismo en el cual la maravilla infinita de la realidad acaba convertida en una suma de objetos separados, uno de los cuales se llama Yo. En vez de sentirte una gota en un océano inmenso te sientes un cubito de hielo separado de los demás, y solidificado, y congelado y eso te hace sentir frío y te hace sentir miedo de que te derritas, te da miedo de derretirte pero en verdad en cuanto te derritas te volverás a unir al conjunto del océano del que formas parte pero no quieres derretirte porque crees que perderás tu identidad, cuando en realidad esa identidad como cubito de hielo es ficticia. Entonces tú te sientes cubito cuadriculado y congelado e intentas entender la realidad como una suma de cubitos cuadrados y congelados a los que llamas electrones, protones, genes, etc. e intentas entender la realidad de ese modo hasta que te das cuenta, a principios del siglo XXI, de que eso no te sirve porque la realidad cada vez la entiendes menos. Y entonces, en el proceso de crecimiento de cada persona necesitas saber quién eres, que eres Jose o Jordi o quien seas y eso implica saber qué es lo que te gusta y lo que no, lo que te va bien y lo que no te va bien, saber cuál es tu camino.
IMO: ¿Hay que reconciliar inteligencia y vida para vivir en plenitud?
Jordi: Tenemos una visión de la inteligencia que está completamente desconectada de la vida y tenemos una visión de la vida como el resultado de unas reacciones físico-químicas y por eso en mi último libro, Inteligencia Vital, me gusta rescatar todos esos artículos científicos de vanguardia que nos muestra que la inteligencia es propio de todo lo vivo, que está en los mamíferos, en las aves, en las plantas e incluso en las bacterias. Todo lo que es vivo tiene inteligencia y no hay inteligencia sin vida de modo que lo que se llama inteligencia artificial es mentira, las máquinas pueden calcular prodigiosamente, pueden calcular una raíz cuadra en milésimas de segundo pero no pueden entender el Teorema de Pitágoras, un traductor automático traduce textos larguísimos pero no entiende lo que traduce. Si no hay comprensión no hay inteligencia.
IMO: El otro día hablé con una profesora de secundaria y me decía que se está observando como los adolescentes están creando identidades en redes sociales para gustar, no es que yo soy así guste a quien guste…
Jordi: A quien te tienes que gustar es a ti mismo y lo que hay es un sistema que fomenta que te olvides de ti mismo, que te veas a ti mismo como un objeto en un mercado de consumo y como objeto en un mercado de consumo tienes que tener una serie de cualidades que sean apetecibles para ese mercado. Es algo completamente aberrante que corrompe la identidad del ser humano.
IMO: Si te encontrases contigo cuando eras niño, con el pequeño Jordi de 13 años ¿Qué consejo te darías?
Jordi: Sigue tu camino, es el primero que se me ocurre, ya lo intuía yo a esa edad, luego me vino bien leer a Herman Hesse para confirmarlo. Sigue tu camino, no lo que te dice la escuela, la televisión, los mayores, etc…Sigue tu camino que puede ser distinto del que te recomiendan.
IMO: Recomiéndanos un libro que te haya marcado, aunque me imagino cuál puede ser…
Jordi: Vale, si te imaginas cúal puede ser dímelo tú porque libros hay tantos…
IMO: Indudablemente alguno de Herman Hesse, lo has mencionado varia veces en la entrevista…
Jordi: Pues sí, Demian de Herman Hesse me influyó mucho en mi adolescencia, luego ha habido muchos, cientos, pero a Herman Hesse yo lo haría lectura obligatoria en las escuelas.
IMO: ¿Una película?
Jordi: La primera que a mí me llegó al alma fue Dersu Uzala de Akiro Kurosawa, me ha encantado todo su cine.
IMO: Pues con Demian y y Dersu Uzala te damos las gracias por tu tiempo, me ha encantado hacer realidad la entrevista.
Jordi: Muchas gracias a ti. Un placer.