El sábado pasado el joven movimiento DiEM25 tuvo que caminar por la cuerda floja en Berlín. Debería haber sido la primera reunión del movimiento en la que se reunieran los activistas de todo el país, pero debido a los plazos de tiempo que tenían el proyecto corría el riesgo de fracasar. Se anunció la reunión con solo algunos días de anticipación, y la falta de tiempo hizo que fuera un gran desafío encontrar un lugar adecuado, planificar la agenda, incluir a los oradores y por supuesto definir los contenidos de la posición. Conclusión: ¡tenemos que ser creativos!
DiEM desde la azotea
Para empezar, el lugar fue maravilloso: un pent-house de vidrio; algo muy especial en medio de una situación riesgosa.
Entibiados por la luz del sol e inspirados por los participantes de toda Alemania, la conversación tomó vuelo rápidamente. Podría haber perdido el impulso igual de rápidamente, pero las iniciativas y las ideas de los participantes continuaron atizando la discusión, y el esfuerzo colectivo siguió inspirándolos a todos. Todo en medio de un ambiente muy simbólico.
El DiEM no necesita una cúpula del Reichstag para cumplir con la transparencia. Las preguntas fueron respondidas directamente por Yanis Varoufakis a través de Skype, por representantes del Colectivo Coordinación. La cercanía personal entre los participantes y el ambiente hogareño del sol que inundaba la habitación daba una atmósfera muy familiar. Lo que se discutió fue bastante más polémico.
El flato no tiene nariz
Para convertir las numerosas ideas en propuestas concretas hubo que canalizar la lluvia de ideas hacia el trabajo práctico. Los temas eran las buenas prácticas en las DSC, maneras nuevas de pensar en la economía, igualdad de género, obras públicas, ciudades en rebelión y la inclusión de nuevas DSC. Los cincuenta participantes querían opinar, por lo que los grupos de discusión se mezclaban continuamente.
Para poder intercambiar más información, los participantes cambiaban continuamente de área temática. Cada persona quería contribuir con algo en todos los temas, pero sin excederse. Ya es muy conocida la clase de político que se aprovecha de un tema para hablar de todo lo demás que quiere decir. Queríamos evitar eso porque esta reunión tenía que producir en calidad, no en cantidad. Nadie se miró demasiado el ombligo.
Luz verde en el Sunlight
Los representantes de las DSC habían llegado a Berlín con muchas preguntas y mucha motivación y voluntad, y el 3 de diciembre no quedaron decepcionados. La conclusión del consejo de cierre fue completamente positiva. Se expresó la intención de hacer más reuniones, se concibieron más ideas a largo plazo y se pensó en cómo abarcar más. Por sobre todo, se forjaron nuevas relaciones.
Y esto es lo que muestran los movimientos con las bases: las personas quieren trabajar una con la otra y mejorar algo. No están satisfechos, rechazan el status quo y tienen esperanza en su unidad y su capacidad de cambiar las cosas, pero definitivamente han cambiado algo. El intercambio por sí solo ya había aclarado un poco la nebulosa red de la complejidad política y quedó recomendado para seguir interactuando en el futuro.
Traducido del inglés por Emilio Stanton